El pasado 17 de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una declaración de emergencia de salud pública a nivel internacional por el brote de ébola en la República Democrática del Congo.

Al respecto, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director de la OMS, declaró: “Es hora de que el mundo tome nota de la situación y redoblemos el esfuerzo. Necesitamos trabajar solidariamente con la República Democrática del Congo para poner fin a este brote y construir un mejor sistema de salud. Se ha realizado un trabajo extraordinario durante casi un año en las circunstancias más difíciles”.

La anterior declaración fue el colofón de la cuarta y más reciente reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional para la enfermedad por el virus del ébola (EVE) en la República Democrática del Congo, desde la aparición del primer brote el primero de agosto de 2018.

Durante la asamblea, el comité dio a conocer los avances realizados en el combate del brote, y el primer caso confirmado de EVE en Goma, una ciudad de casi dos millones de habitantes en la frontera con Ruanda, la puerta de entrada al resto de la República Democrática del Congo y el mundo.

Desde que fue declarado el brote de ébola (hace casi un año) la OMS lo clasificó como una emergencia de nivel 3, la más grave, lo que impulsó el mayor nivel de movilización de la organización. La ONU reconoció la gravedad de la emergencia al activar la ampliación a escala del sistema humanitario para apoyar la respuesta del ébola.

Uno de los puntos más alarmantes, es el inexplicable retraso de los fondos monetarios comprometidos para combatir la emergencia, lo que en palabras del comité ha limitado y en muchos casos impedido implementar las medidas necesarias con la oportunidad requerida, agravando aún más la de por sí compleja situación, lo que incrementa los riesgos potenciales de una pandemia global.

Entre otras recomendaciones, el comité destacó la importancia esencial de proteger los medios de vida de las personas más afectadas por el brote, manteniendo abiertas las rutas de transporte y las fronteras, para evitar las consecuencias económicas punitivas de los viajes y las restricciones comerciales de las comunidades afectadas.

“Es importante que el mundo siga estas recomendaciones. También es crucial que los estados no utilicen como excusa la declaración de Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés) para imponer restricciones comerciales o de viaje, lo que acarrearía un impacto negativo en la respuesta, en las vidas y los medios de vida de las personas en la región”. profesor Robert Steffen, presidente del Comité de Emergencias.

Compartimos con ustedes algunos de las recomendaciones esenciales incluidas en la Declaración de la reunión del Reglamento Sanitario Internacional (2005), y el Comité de Emergencia para la enfermedad del virus del Ébola en la República Democrática del Congo, del 17 de julio de 2019.

Para los países afectados:

Continuar fortaleciendo la conciencia, el compromiso y la participación comunitaria, particularmente en los puntos de entrada con las poblaciones en riesgo, a fin de identificar y abordar las normas y creencias culturales que sirven como barreras para su plena participación en la respuesta.

Mantener los controles transfronterizos y en carreteras internas principales, garantizando que no se pierda el contacto. Mejorar la calidad de los exámenes y compartir la información con los equipos de vigilancia.

Continuar trabajando y mejorar la coordinación con la ONU y sus socios para reducir y mitigar las amenazas y riesgos de seguridad. Propiciar un entorno adecuado para las operaciones de salud pública como una plataforma esencial para acelerar los esfuerzos de control de enfermedades.

Fortalecer la vigilancia con miras a reducir la proporción de muertes en la comunidad y el tiempo entre la detección y el aislamiento, e implementar la secuenciación genética en tiempo real para comprender mejor la dinámica de la transmisión de la enfermedad.

Implementar rápidamente las estrategias de vacunación óptimas que tienen el máximo impacto para reducir el brote, según lo recomendado por el Grupo de Expertos de Asesoría Estratégica de la OMS (SAGE).

Fortalecer las medidas para prevenir las infecciones hospitalarias, incluido el mapeo sistemático de los establecimientos de salud, la orientación de las intervenciones de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) y el apoyo sostenido a esas instalaciones a través del monitoreo y la supervisión sostenida.

Para los países vecinos:

Los países en riesgo deben trabajar urgentemente con los socios sanitarios para mejorar sus capacidades de detección y gestión de casos importados, incluido el mapeo de los establecimientos nosocomiales y la vigilancia activa con cero informes.

Los países deben continuar mapeando los movimientos de la población y los patrones sociológicos que pueden predecir el riesgo de propagación de la enfermedad.

Las comunicaciones de riesgo y el compromiso de la comunidad, especialmente en los puntos de entrada, deben incrementarse.

Los países en riesgo deben establecer aprobaciones para medicamentos y vacunas en investigación como una prioridad inmediata.

Para todos los estados:

Ningún país debe cerrar sus fronteras o imponer restricciones a los viajes y el comercio. Tales medidas generalmente se implementan por temor y no tienen base científica alguna. Al hacerlo propician el movimiento de personas y bienes a cruces de fronteras informales que no son monitoreados, lo que aumenta las posibilidades de propagación de la enfermedad. Lo más importante es que estas restricciones comprometen las economías locales, afectando negativamente las operaciones de respuesta desde una perspectiva de seguridad y logística.

Las autoridades nacionales deben trabajar con las aerolíneas y otras industrias del transporte y el turismo para garantizar que no ignoren el asesoramiento de la OMS sobre el tráfico internacional.

El Comité no considera que la inspección de entrada en aeropuertos u otros puertos de entrada fuera de la región sea necesaria.

Aunque extensas, consideramos valioso compartir con ustedes algunas de las preguntas y respuestas más frecuentes sobre la enfermedad por el virus del ébola.

1. ¿Qué es la enfermedad del virus del ébola?

La enfermedad por el virus del Ébola (anteriormente conocida como fiebre hemorrágica del ébola) es una enfermedad rara pero grave, con una tasa de mortalidad de hasta el 90% en humanos, causada por el virus del ébola, un miembro de la familia de los filovirus. Las tasas de mortalidad han variado del 25% al 90% en brotes anteriores.

El virus del ébola se identificó por primera vez en 1976 cuando se produjeron 2 brotes simultáneos, uno en Yambuku, una aldea cercana al río Ébola en la República Democrática del Congo y la otra en una zona remota de Sudán.

El origen del virus es desconocido, pero la evidencia actual sugiere que los murciélagos de la fruta (Pteropodidae) pueden ser el huésped.

2. ¿Cómo se adquiere el virus del ébola?

Las personas se infectan a través del contacto con animales infectados (generalmente después de su matanza, cocina o ingestión), o por contacto con los fluidos corporales de personas infectadas. La mayoría de los casos son causados por la transmisión de persona a persona cuando la sangre infectada ingresa al cuerpo de una persona sana a través de la piel rota o las mucosas, cuando la sangre u otros fluidos corporales o secreciones (heces, orina, saliva, semen) de personas infectadas entran en el cuerpo de una persona sana.

La infección también puede acceder cuando alguna lesión cutánea o mucosa de una persona sana entra en contacto con elementos o ambientes contaminados con fluidos corporales de una persona infectada, como ropa sucia, ropa de cama, guantes, equipo de protección y desechos médicos como las jeringas hipodérmicas usadas, entre otros.

3. ¿Quiénes corren mayores riesgos de contagio?

Durante un brote, las personas con mayor riesgo de infección son los trabajadores sanitarios, familiares u otras personas en contacto cercano con personas infectadas, o dolientes que tienen contacto directo con los cuerpos durante los rituales de entierro.

4. ¿Por qué se considera que los dolientes en las ceremonias de entierro corren el riesgo de contraer ébola?

Aún después del fallecimiento de la persona infectada, los niveles del virus del ébola permanecen altos, por lo que los cuerpos deben ser enterrados de inmediato, y manipulados únicamente por personas con el equipo de protección personal apropiado. 

5. ¿Por qué los trabajadores de la salud corren mayor riesgo de contraer ébola?

Los profesionales de la salud corren mayores riesgo de infección si no llevan el equipo de protección personal (PPE) correcto, o no aplican medidas de prevención y control de la infección (IPC) cuando atienden a los pacientes. Todos los proveedores de atención médica que trabajan en todos los niveles del sistema de salud (hospitales, clínicas y puestos de salud) deben estar completamente informados sobre la enfermedad y su modo de transmisión y deben seguir estrictamente las precauciones recomendadas.

6. ¿El ébola se transmite por contacto sexual?

La transmisión sexual del virus del ébola de hombres a mujeres es una gran posibilidad, pero aún no está fehacientemente comprobada. Menos probable, pero teóricamente posible, es la transmisión de mujer a hombre. Se necesitan más datos de vigilancia e investigación sobre los riesgos de transmisión sexual, y en particular sobre la prevalencia de virus viables y transmisibles en el semen a lo largo del tiempo. Mientras tanto, y con base en la evidencia actual, la OMS recomienda que:

– Todos los sobrevivientes del ébola y sus parejas sexuales reciban asesoramiento sobre prácticas sexuales seguras hasta que su semen haya dado negativo dos veces. Los sobrevivientes deben recibir condones.

– A los sobrevivientes de ébola varones se les deben aplicar pruebas de semen a los 3 meses después de la aparición de la enfermedad, y posteriores, para todos aquellos que den positivo, cada mes a partir de ese momento, y hasta que sus pruebas de semen sean negativas para el virus dos veces por RT-PCR, con un intervalo de una semana entre las pruebas.

Los sobrevivientes del ébola y sus parejas sexuales deberían:

– Abstenerse de tener todo tipo de relaciones sexuales, o practicar el sexo seguro a través del uso correcto y consistente del condón hasta que su semen haya dado negativo dos veces.

Los resultados negativos de la prueba, los sobrevivientes pueden reanudar con seguridad las prácticas sexuales normales sin temor a la transmisión del virus ébola.

Sobre la base de un análisis adicional de la investigación en curso y la consideración del Grupo Asesor de la OMS sobre la Respuesta a la Enfermedad del Virus del Ébola, la OMS recomienda que los sobrevivientes masculinos de la enfermedad practiquen el sexo y la higiene seguros durante 12 meses desde el inicio de los síntomas o hasta que sus pruebas de semen sean negativas dos veces.

Hasta el momento en que su semen haya dado dos veces resultados negativos para el ébola, los sobrevivientes deben practicar una buena higiene de las manos y personal lavándose inmediatamente con agua y jabón después de cualquier contacto físico con el semen, incluso después de la masturbación. Durante este período, los condones usados deben manejarse de manera segura y eliminarse de manera correcta, a fin de evitar el contacto con fluidos seminales.

7. ¿Cuáles son los signos y síntomas típicos de la infección por el virus del ébola?

Los síntomas del ébola varían, pero la aparición repentina de fiebre, debilidad intensa, dolor muscular, dolor de cabeza y dolor de garganta se manifiestan generalmente al inicio de la enfermedad (fase seca). A medida que progresa la enfermedad, las personas suelen desarrollar vómitos y diarrea (fase húmeda), erupción cutánea, insuficiencia renal y función hepática y, en algunos casos, sangrado interno y externo.

8. ¿Cuánto tiempo tardan en presentarse los primeros síntomas después de infectarse?

El período de incubación, o el intervalo de tiempo desde la infección hasta el inicio de los síntomas es de 2 a 21 días. Las personas no son contagiosas hasta que desarrollan síntomas. Las infecciones por el virus del ébola solo se pueden confirmar mediante pruebas de laboratorio.

9. ¿Cuándo se debe buscar atención médica?

Una persona con síntomas similares de ébola (fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de cabeza, vómitos, diarrea), o que ha estado en contacto con personas vivas o muertas bajo sospecha de tener o haber tenido ébola, o que ha viajado a un área donde se sabe que tiene casos de enfermedad por el virus del ébola deben buscar atención médica de inmediato.

10. ¿Existe algún tratamiento para el ébola?

Atención de apoyo, rehidratación con líquidos por vía oral o intravenosa, y el tratamiento de los síntomas específicos mejora la supervivencia. Todavía no hay un tratamiento comprobado disponible para la EVE. Sin embargo, actualmente se están evaluando una gama de posibles tratamientos que incluyen productos sanguíneos, terapias inmunológicas y terapias con medicamentos.

11. ¿Se puede cuidar a las personas con ébola en casa?

La OMS no aconseja a las familias o comunidades cuidar en casa a las personas con síntomas de la enfermedad del virus del Ébola. Las personas con estos síntomas deben buscar tratamiento en un hospital o centro de tratamiento atendido por médicos y enfermeras equipadas para atender esta enfermedad.

Si una persona muere en su casa y se sospecha que murió por esta causa, los miembros de la familia y la comunidad deben abstenerse de manipular o preparar el cuerpo para el entierro. Se debe contactar a las autoridades de salud locales inmediatamente y pedirles que envíen un equipo de administración de cadáveres.

12. ¿Se puede prevenir el ébola?

Las personas pueden protegerse de la infección con el virus del ébola siguiendo las medidas específicas de prevención y control de la infección, las que incluyen lavarse las manos, evitar el contacto con los fluidos corporales de las personas que se sospecha o se ha confirmado que tienen ébola, y abstenerse de manipular o preparar cuerpos de personas de las que se sospecha o se ha confirmado que han muerto a causa de esta enfermedad.

13. ¿Hay una vacuna contra el ébola?

Una vacuna experimental contra el ébola demostró gran eficacia protectora contra el virus mortal en un importante ensayo en Guinea. La vacuna, llamada rVSV-ZEBOV, se estudió en un ensayo que involucró a 11 mil 841 personas durante 2015. Entre las 5 mil 837 personas que recibieron la vacuna, no se registraron casos de ébola 10 días o más después de la vacunación. En comparación, hubo 23 casos 10 días o más después de la vacunación entre los que no recibieron la vacuna.

El ensayo fue dirigido por la OMS, junto con el Ministerio de Salud de Guinea, Médicos sin Fronteras y el Instituto Noruego de Salud Pública en colaboración con otros socios internacionales. Se eligió un protocolo de vacunación en anillo para el ensayo, donde algunos de los anillos se vacunan poco después de que se detecta un caso, y otros anillos se vacunan después de un retraso de 3 semanas.

Fuentes:

World Health Organization.
Ebola outbreak in the Democratic Republic of the Congo declared a Public Health Emergency of International Concern.

World Health Organization.
Statement on the meeting of the International Health Regulations (2005) Emergency Committee for Ebola virus disease in the Democratic Republic of the Congo on 17 July 2019.

CIF.
Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud.

World Health Organization.
Frequently asked questions on Ebola virus disease.