“El estudio allana el camino para el desarrollo de prótesis de mano más naturales, que restauren una gama completa de sensaciones, ofreciendo a los amputados una percepción más rica y natural del mundo táctil”.

Una de las limitantes que tienen las maravillosas prótesis de manos que hay en la actualidad es la imposibilidad para que el portador perciba la temperatura de lo que toca, lo que, más allá de los potenciales riesgos que entraña, lo priva de establecer una conexión sensorial plena a través de la percepción de la temperatura.

Para superar esta importante carencia, dos equipos de científicos pertenecientes la Escuela de Estudios Avanzados Sant´Anna en Pisa, Italia; y de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne, Suiza, trabajaron conjuntamente para desarrollar una prótesis de mano que ha hecho historia al conseguir que, por primera ocasión, una persona que había sufrido la amputación de su mano derecha a la altura de la muñeca pudiera sentir la temperatura de los objetos y seres vivos que tocaba con la mano robótica.

“La temperatura es una de las últimas fronteras para restaurar la sensación a las manos robóticas. Por primera vez, estamos muy cerca de restaurar la paleta completa de sensaciones a los amputados”. Silvestro Micera. Profesor de Bioelectrónica e Ingeniería Neural de la Escuela de Estudios Avanzados de Sant´Anna y EPFL, y coautor principal del estudio

Partiendo de los conocimientos previamente adquiridos sobre las sensaciones térmicas fantasma a través de la estimulación de puntos específicos en el brazo residual para evocar percepciones en la mano amputada, los investigadores desarrollaron un dispositivo bautizado como “MiniTouch”, gracias al que los amputados perciben y responden a la temperatura mediante la transmisión de información térmica desde la punta del dedo de la mano protésica al brazo residual del amputado.

Para incrementar todavía más el valor de este desarrollo tecnológico, les compartimos que el “MiniTouch” utiliza componentes electrónicos comercialmente disponibles para su funcionamiento, pudiéndose integrar en las extremidades protésicas que hay actualmente en el mercado sin necesidad de una intervención quirúrgica, lo que le eventualmente le permitirá llegar a más personas.

Con respecto a ello, Jonathan Muheim, estudiante de doctorado en la EPFL y coautor del artículo, declaró: “Hasta ahora, las sensaciones térmicas se han descuidado mucho en la investigación de neuroprótesis, a pesar de que haber sólidas evidencias de su importancia en nuestra vida cotidiana. Creemos que las personas amputadas podrían beneficiarse de recuperar sensaciones de temperatura mucho más allá de la detección de objetos fríos o cálidos”.

Con el “MiniTouch”, el paciente pudo discriminar entre tres botellas visualmente indistinguibles que contenían agua fría, fría y caliente con una precisión del 100 %, mientras que, sin el dispositivo, su precisión era del 33 %, además de permitirle clasificar con precisión y rapidez cubos metálicos a diferentes temperaturas.

El siguiente paso será hacer que el dispositivo sea apto para su uso en el hogar, incorporando la información térmica de múltiples puntos de la extremidad fantasma de una persona amputada: “por ejemplo, permitir que las personas diferencien las sensaciones térmicas y táctiles en su dedo y pulgar podría ayudarlas a agarrar una bebida caliente, mientras que permitir la sensación en el dorso de la mano podría mejorar la sensación de conexión humana al permitir que los amputados detecten cuando otra persona toca su mano”.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Sant’Anna School of Advanced Studies. (9 de febrero de 2024).
Towards a natural prosthetic hand: a study published in Med has developed a temperature-sensitive prosthetic limb that improves amputee interactions and feelings of human connection

Med. (9 de febrero de 2024).
A sensory-motor hand prosthesis with integrated thermal feedback

EPFL News. (19 de mayo de 2023).
Amputees feel warmth in their missing hand

Sant’Anna School of Advanced Studies. (18 de mayo de 2023).
Le persone amputate sentono il calore della mano mancante. Grazie a uno studio nato dalla collaborazione tra Scuola Sant’Anna, EPFL e Centro Protesi INAIL sviluppata una tecnologia che permette di percepire la temperatura degli oggetti