“La capacidad para dirigir los servicios hacia quienes más los necesitan, es clave para promover la equidad en la salud y mejorar vidas”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
Contar con información amplia, ordenada, veraz, oportuna y fácilmente interpretable, puede hacer la diferencia entre una planeación por “instinto”, y el diseño de acciones basadas en evidencias.
Partiendo de esta premisa, la Organización Mundial de la Salud desarrolló el Repositorio de Datos sobre Desigualdad en materia de Salud (HIDR), documento que incluye valiosa información sobre el estado de salud de la población, así como sus determinantes, los que permiten hacer un mejor seguimiento sobre las desigualdades que privan en materia de salud por grupos de población y a lo largo del tiempo, separándolos también por las características del grupo, desde su nivel de educación hasta su origen étnico.
El Repositorio incorpora casi 11 millones de datos convenientemente agrupados en 59 conjuntos de datos, proporcionados por más de 15 fuentes de información, e incluyen mediciones de más de 2 mil indicadores desglosados en 22 dimensiones de la desigualdad, como los factores demográficos, socioeconómicos y geográficos, cubriendo, además, temas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el COVID-19, la salud reproductiva y la salud de la madre y el niño, la vacunación, el VIH, la tuberculosis, el paludismo, la nutrición, la atención de la salud, las enfermedades no transmisibles y la salud ambiental.
Las principales fuentes de datos, además de la propia OMS, son: el Almacén de Datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés); el Programa de acción Mundial para la Educación (EDS por sus siglas en inglés); el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA por sus siglas en inglés); el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD por sus siglas en inglés); la base de datos de las Naciones Unidas de indicadores sobre los ODS; la Oficina Europea de Estadística (Eurostat por sus siglas en inglés); el Banco Mundial; la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE); el Global Data Lab; la Encuesta mundial sobre las tendencias y el impacto del COVID-19, y el Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria.
Al respecto, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, declaró: “La capacidad para dirigir los servicios hacia quienes más los necesitan es clave para promover la equidad en la salud y mejorar vidas. Concebido como una ventanilla única para los datos sobre la desigualdad en materia de salud, el Repositorio nos permitirá dejar únicamente de contar nacimientos y muertes para desglosar los datos sobre salud por sexo, edad, nivel de educación o región, entre muchos otros criterios. Si nuestro compromiso para no dejar a nadie desatendido es verdaderamente sincero, debemos averiguar quién se está quedando al margen”.
“Con la publicación del HIDR, la OMS hace un llamamiento a los países para que adopten el seguimiento rutinario de la desigualdad en materia de salud, pongan a disposición del público datos desglosados, amplíen la recopilación de datos y aumenten la capacidad de análisis y presentación de informes. Los análisis sobre desigualdad deben llevarse a cabo periódicamente a nivel mundial, nacional y subnacional, integrando el seguimiento de la desigualdad en materia de salud en los objetivos, los indicadores y las metas mundiales y nacionales, así como en las evaluaciones del desempeño en materia de salud. La OMS está decidida a trabajar con los países y los asociados para actualizar y ampliar anualmente este recurso”. Organización Mundial de la Salud.
Los editores reconocen que no obstante que el HIDR constituye hasta el momento el compendio informativo más sólido sobre algunos de los indicadores más relevantes en salud, aún carece de información desglosada sobre otros indicadores sanitarios, muchos de los cuales solamente están únicamente desagregados por sexo y, en menor medida, por edad y lugar de residencia. A modo de ejemplo, les informamos, que únicamente 170 de los 320 indicadores del Observatorio Mundial de la Salud de la OMS están desglosados, y de ellos 116, el 66%, están solamente agrupados por sexo.
“De los datos del repositorio se desprende que, en solo un decenio, la brecha entre ricos y pobres en lo que respecta a la cobertura de los servicios de salud en el caso de las mujeres, los recién nacidos y los niños de países de ingreso bajo y mediano se ha reducido casi a la mitad, así como que eliminar en estos países la desigualdad relacionada con la riqueza en lo que respecta a la mortalidad de niños menores de cinco años podría ayudar a salvar la vida de 1.8 millones de niños”. Organización Mundial de la Salud.
Si les interesa acceder a todos los conjuntos de datos del HIDR a través del programa Health Equity Assessment Toolkit (HEAT), y descargarlos en el sitio web sobre seguimiento de la desigualdad en materia de salud puede acceder en la siguiente liga. Health Inequality Monitor