La transparencia en la gestión de los recursos destinados a la salud es fundamental para garantizar una atención médica eficiente y equitativa.
Un reciente informe de Aregional ha revelado significativas deficiencias en la información sobre el gasto en salud en 26 de los 32 estados de México, evidenciando serias disparidades en la gestión y reporte de estos recursos.
El Índice de Transparencia del Gasto en Salud de las Entidades Federativas 2024 (ITGSEF), desarrollado por la consultora Aregional, otorga un promedio de 45.38 puntos sobre 100 a los estados evaluados, indicando una falta generalizada de disponibilidad de datos sobre los recursos financieros en el sector salud. Este bajo desempeño es alarmante dado que la transparencia fiscal no solo es un derecho humano, sino una obligación gubernamental para asegurar la correcta administración de los fondos públicos.
Entre los peores calificados se encuentran Campeche con 18.58 puntos, Coahuila con 27.9 puntos, y Chiapas con 28.4 puntos. Estos estados muestran una transparencia deficiente al subir formatos a la Plataforma Nacional de Transparencia sin completarlos adecuadamente, lo que refleja un desinterés y abandono en la publicación de datos actualizados y desglosados sobre ingresos y egresos planificados para 2024.
Por otro lado, estados como Guanajuato, Jalisco y Sinaloa destacan en la lista, con puntuaciones de 98.6, 88.2 y 79.1 respectivamente, demostrando altos estándares en la presentación de documentos ordenados y limpios, y una transparencia efectiva en la gestión de sus gastos de salud.
Las declaraciones de Cutberto Anduaga, director general de Aregional, subrayan la importancia de mejorar estos indicadores: «Están en un contexto donde no ven la valía de la información que ellos mismos generan y los datos invisibles no nos sirven de nada… mientras no tengamos información actualizada no podemos hacer análisis certeros».
La disparidad en la gestión del gasto en salud entre los estados mexicanos es un llamado a la acción para reformas estructurales que aseguren una distribución y utilización más efectiva y transparente de los recursos. Mejorar los estándares de transparencia es esencial no solo para mejorar los indicadores de salud, sino también para fortalecer la confianza en las instituciones públicas responsables de la salud de la población.