El pasado 19 de abril, los miembros asociados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunieron en la ciudad de Ginebra, Suiza para dar a conocer los avances alcanzados en la lucha contra algunas de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), así como los requerimientos necesarios para alcanzar los objetivos fijados al respecto.
La Directora General de la OMS, Margaret Chan, señaló que hay “avances extraordinarios en el empeño por doblegar antiguas plagas como la enfermedad del sueño y la elefantiasis. En los últimos 10 años, una de las alianzas mundiales más eficaces de la salud pública moderna ha conseguido evitar secuelas incapacitantes y rescatar de la pobreza a millones de personas”.
Además de los miembros asociados, la OMS convocó a los representantes de los organismos donantes, las fundaciones, el sector privado, el ámbito universitario y otras partes interesadas, actores determinantes en la consecución de las metas.
En el evento se presentó el informe “Integración de la lucha contra las ETD en la salud y el desarrollo mundiales”, en el que se demuestra que mediante un apoyo político decidido, donaciones desinteresadas de medicamentos y mejoras en las condiciones de vida se pueden ampliar de forma continuada los programas de lucha contra estas enfermedades en los países donde son más frecuentes.
Vale la pena mencionar que atendiendo a la hoja de ruta de la OMS sobre las ETD, los miembros de esta organización firmaron en 2012 la Declaración de Londres, en la que se comprometieron a proporcionar apoyo a la OMS para combatir y eliminar una lista de 10 ETD, poniendo como fecha límite para conseguirlo el año 2020.
Las enfermedades tropicales, es decir, aquellas que ocurren únicamente, o principalmente, en las regiones tropicales y subtropicales, afectaron tan solo en 2015 a 1,000 millones personas.
De acuerdo con las palabras de la Dra. Carissa F. Etienne, actual Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estos padecimientos afectan a los más pobres entre los pobres y acota: “Estas enfermedades imponen un conjunto casi indescriptible de cargas en las comunidades y las personas, no solo debido al dolor y el sufrimiento que causan, sino también por que generan una pérdida de ingresos y el estigma crónico y la discriminación asociados con sus secuelas, en muchos casos irreversibles. Estas secuelas pueden incluir ceguera, anemia crónica, pérdida tisular y desfiguración física y una discapacidad permanente que conduce a las familias afectadas a un modo de vida aún más difícil y de calidad limitada”.
Principales logros
- El tratamiento de 1000 millones de personas por lo menos contra una ETD, contando solamente 2015;
- El tratamiento profiláctico contra la filariasis linfática (elefantiasis) de 556 millones de personas;
- El tratamiento contra la oncocercosis (ceguera de los ríos) de más de 114 millones de personas, es decir, el 62% de los afectados;
- La notificación de solamente 25 casos humanos de dracunculosis en 2016, un logro que pone al alcance de la mano la erradicación de la enfermedad;
- La reducción de la incidencia de la tripanosomiasis africana humana (enfermedad del sueño) desde 37 000 nuevos casos en 1999 hasta una cifra muy inferior a 3000 casos en 2015;
- La eliminación del tracoma, la principal causa infecciosa de ceguera, como problema de salud pública en Omán, Marruecos y México. Solo en 2015, se proporcionó tratamiento quirúrgico a más de 185 000 afectados en todo el mundo y se administraron antibióticos más de 56 millones de personas;
- Leishmaniasis visceral: en 2015, logro del objetivo de eliminación en el 82% de los subdistritos de la India, el 97% de los subdistritos de Bangladesh y el 100% de los distritos del Nepal;
- La notificación, en 2015, de solamente 12 muertes humanas por rabia en la Región de las Américas, un logro que acerca a la Región al objetivo de eliminar la enfermedad en el ser humano de aquí a 2015.
Las diez enfermedades incluidas en el plan de acción para su erradicación son: Malaria o paludismo, tripanosomiasis africana, dengue, leishmaniasis, esquistosomiasis, tuberculosis, enfermedad de Chagas-Mazza (también llamada tripanosomiasis americana), Lepra, filariasis linfática y oncocercosis.
Otras ETD no incluidas en el programa, pero sumamente graves son: Anquilostomiasis, úlcera de Buruli, dracunculiasis, chikungunya, trichuriasis, leptospirosis, estrongiloidiasis, cisticercosis y sarna.
Para cerrar esta nota queremos insistir en que al igual que otros padecimientos, son las personas en situación de pobreza y extrema pobreza las que más se ven afectadas por este tipo de enfermedades. Lo irónico, es que en casi todos los casos las medidas preventivas para la dispersión y el contagio de estos padecimientos y los tratamientos para las mismas no solamente existen, sino que tienen costos muy bajos, por lo que combatirlas y erradicarlas es una meta alcanzable, la que requiere el compromiso y la voluntad de los gobiernos y la sociedad civil para enfrentarlas y derrotarlas.