Del primero al siete de agosto se celebró la Semana Mundial de la Lactancia Materna, tema que mucho más allá del ámbito de la cercanía emocional y los vínculos estrechos entre madre e hijo es un asunto de salud, cuya importancia tiene un fuerte impacto positivo para el infante que es alimentado por su progenitora, y para ella misma.
La alimentación materna, que los especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que se haga de manera exclusiva hasta los seis meses de edad y se continúe hasta los dos años, complementándola progresivamente con otros alimentos adecuados, determinará en gran medida la salud del bebé.
“Los bebés que se alimentan con leche materna tienen seis veces más probabilidades de sobrevivir; gozarán de mejor salud porque previene infecciones gastrointestinales, respiratorias, obesidad, diabetes, leucemia, alergias, cáncer infantil, presión arterial elevada, colesterol alto y enfermedades digestivas”. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Independientemente del gran número de fórmulas para alimentar a los bebés y la extraordinaria calidad que tienen muchas de ellas, nada puede suplir a la leche materna, ya que la misma contiene de manera natural las cantidades exactas de carbohidratos, grasas, proteínas, minerales, vitaminas y hormonas que el bebé necesita, proveyéndolo también de poderosos anticuerpos protectores que le ayudarán a no enfermarse.
“Directa o indirectamente, la malnutrición es responsable de aproximadamente un tercio de las muertes de los menores de 5 años. Bastante más de dos tercios de estas muertes, a menudo relacionadas con prácticas alimentarias inadecuadas, se producen en el primer año de vida”. Organización Mundial de la Salud.
Si no existe razón médica válida por la que un bebé no deba ser alimentado con la leche de su madre, la lactancia materna es la mejor opción alimenticia y sanitaria para la crianza de un niño.
La lactancia materna ofrece a los bebés los siguientes beneficios:
Disminuye las posibilidades para que el bebé desarrolle: alergias, infecciones del oído, gases, diarrea, estreñimiento, enfermedades de la piel (como el eccema), infecciones estomacales o intestinales, problemas de sibilancias (sonido silbante y chillón durante la respiración, que ocurre cuando el aire se desplaza a través de los conductos respiratorios estrechos en los pulmones), enfermedades respiratorias (como neumonía y bronquiolitis), diabetes, obesidad o problemas de peso, síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y caries, entre otros beneficios.
Sin embargo, los beneficios no son exclusivos para el bebé, ya que las madres que amamantan a sus hijos: establecen vínculos más estrechos con su hijo, tienden a bajar de peso con mayor facilidad, retrasan el reinicio de sus periodos menstruales, disminuyen el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de ovarios, de mama y presentan menos probabilidades de desarrollar osteoporosis, afecciones cardiacas y obesidad.
Sin embargo, y de acuerdo con información proporcionada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, United Nations Children’s Fund); la tasa de lactancia materna exclusiva en México durante los primeros 6 meses de vida es de sólo el 14.4%, el más bajo de Latinoamérica, a la par que República Dominicana, a pesar de que la alimentación con leche materna, podría llegar a salvar la vida 1.4 millones de niños en países en desarrollo.
Al respecto, Isabel Crowley, representante de UNICEF en México, comentó: “Los prejuicios y mitos son los principales obstáculos para la lactancia materna e influyen en que sólo uno de cada siete niños en México sea amamantado. Si todos impulsamos la lactancia materna, podemos prevenir enfermedades y hasta la muerte de millones de niños en el país”.
Es por ello que independientemente de la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna es conveniente comprender el verdadero alcance que tiene esta actividad para la salud del bebé y de la madre, despojándola de mitos y falsos prejuicios, para reconocer que de manera natural, las madres están dotadas para proteger a sus hijos y ofrecerles un futuro más saludable.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud.
Fomento de una alimentación adecuada del lactante y del niño pequeño.
UNICEF México.
La lactancia materna puede salvar la vida a millones de niños y niñas y prevenir enfermedades graves: UNICEF.
Organización Mundial de la Salud.
Semana Mundial de la Lactancia Materna.