Uno de los temas de los que se habla cada vez con mayor frecuencia en nuestra sociedad es el de los trastornos del sueño, cuyo impacto negativo afecta a un creciente número de personas de diversas edades, quienes dependiendo de su gravedad ven alterados su desempeño físico, mental, emocional o social cotidianos.
Aunque la mayoría de las personas creen que estas alteraciones sólo tienen que ver con la imposibilidad para conciliarlo o verlo interrumpido abruptamente durante la noche, se equivocan. Este conglomerado de afecciones incluye más de 100 diferentes desajustes del sueño y la vigilia, los que los especialistas agrupan en cuatro grandes grupos.
- Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido (insomnio).
- Problemas para permanecer despierto (somnolencia diurna excesiva).
- Problemas para mantener un horario regular de sueño (disfunciones del ritmo del sueño).
- Comportamientos inusuales durante el sueño (conductas que interrumpen el sueño).
Los trastornos del sueño más frecuentes son:
- Apnea del sueño: En ésta, los sujetos sufren una o más pausas respiratorias o tienen respiraciones superficiales e insuficientes durante el sueño. Quienes padecen apnea del sueño tienen más posibilidades de sufrir accidentes de tránsito, accidentes de trabajo y otros problemas médicos.
- Enuresis: Se manifiesta con micción en la cama durante el sueño. Es más frecuente en los niños, pero puede ocurrir en la edad adulta.
- Insomnio: Se identifica con un sueño insuficiente, intranquilo y de mala calidad. Este desorden puede ser agudo (de corta duración, días o semanas) o crónico (de larga persistencia, un mes o más).
- Síndrome de las piernas inquietas: Es es un trastorno que se manifiesta con la necesidad imperante de mover las piernas para detener la presencia de sensaciones molestas, como podría ser ardor u hormigueo. En la mayoría de los casos es imposible determinar el origen que ocasiona este síndrome; en otros, es producto de una enfermedad o un cuadro como la anemia o el embarazo. Algunos fármacos, la cafeína, el tabaco y el alcohol pueden incrementar los síntomas.
- Parálisis del sueño: En él, la persona despierta en medio de la fase REM (Rapid eye movement), etapa en la que el cerebro está activo pero el cuerpo no y en la que se suceden los sueños más intensos. Es un trastorno inquietante, ya que durante su curso se inhibe la capacidad para mover el cuerpo, salvo los ojos, por lo que pueden presentarse alucinaciones inducidas por el miedo.
- Terrores nocturnos: Este trastorno se caracteriza por un despertar intempestivo y alterado.
- Sonambulismo: Quienes lo padecen caminan o realizan otras actividades permaneciendo dormidos. Éste ocurre con mayor frecuencia durante el sueño profundo no MOR (desincronizado) , en las primeras horas de la noche (denominado sueño N3).
- Narcolepsia: Se caracteriza por tener mucho sueño durante todo el día, a pesar de haber dormido durante la noche previa. Las personas llegan a quedarse dormidas sin intención de ello. Es una afección de por vida.
Es importante acotar que los trastornos del sueño pueden estar originados por múltiples causas, ser síntomas de algún otro padecimiento o propiciar el desarrollo de alguna afección.
Aunque existen cientos de consejos populares, recomendaciones, remedios y mitos sobre los trastornos del sueño (muchos de los cuales probablemente hayamos probado) y fármacos indicados para ello, es indispensable acudir a consulta médica con un especialista, el que después de un diagnóstico prescribirá el tratamiento indicado.
Entre las opciones médicas altamente especializadas para el diagnóstico y tratamiento de los diferentes desórdenes relacionados con el sueño y la vigilia en nuestro país se encuentra la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), integrada por un equipo multidisciplinario de: internistas, geriatras, neumólogos, neurólogos, odontólogos, otorrinolaringólogos, pediatras, psicólogos, técnicos en polisomnografía (registro de la actividad cerebral, respiración, ritmo cardiaco, actividad muscular y niveles de oxígeno en la sangre mientras se duerme) y psiquiatras, abocados al diagnóstico y tratamiento de las distintas alteraciones del dormir.