Uno de los peligros que amenazan de manera constante la vida de las mujeres de los segmentos socioeconómicos más desprotegidos en países de ingresos bajos y bajos-medios, es la hemorragia puerperal, la que anualmente se cobra la vida de 70,000 madres que acaban de dar a luz y pone en riesgo la supervivencia de sus hijos recién nacidos, durante el primer mes de vida.

En fisiología humana, el puerperio es el período que sigue al parto y se extiende el tiempo necesario (normalmente 6-8 semanas, o 40 días), para que el cuerpo materno -incluyendo las hormonas y el aparato reproductor femenino- vuelvan a las condiciones pregestacionales, aminorando las características adquiridas durante el embarazo. En el puerperio también se incluye el período de las primeras 24 horas después del parto, que recibe el nombre de posparto inmediato.

Si una vez ocurrido el parto, los procesos fisiológicos se suceden de manera natural y sin alteraciones el puerperio será normal, pero si se presenta un puerperio irregular o patológico y hemorragia posparto, se corre un alto riesgo de que la madre pierda la vida.

En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los sistemas sanitarios de múltiples países incluyen el uso de la oxitocina como fármaco de primera elección y medida precautoria para prevenir el sangrado excesivo tras el parto.

Algunos datos relevantes sobre la mortalidad materna.

  • Diariamente mueren alrededor de 830 mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.
  • El 99% de la mortalidad materna se presenta en los países en desarrollo.
  • La mortalidad materna es mayor en las zonas rurales y en las comunidades más pobres.
  • En comparación con otras mujeres, las adolescentes tienen mayores riesgos de complicaciones y muerte a consecuencia del embarazo.
  • La atención especializada antes, durante y después del parto puede salvarles la vida a las embarazadas y a los recién nacidos.
  • La mortalidad materna mundial se ha reducido en alrededor del 44% entre 1990 y 2015.
  • La meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es reducir la tasa de mortalidad materna (RMM) mundial a menos de 70 por 100 mil nacidos vivos entre 2016 y 2030.

El problema es que, para mantener las propiedades de la oxitocina, ésta debe conservarse y transportarse a temperaturas entre 2 y 8 C, lo que no siempre se hace, provocando que el fármaco pierda parcial o totalmente su eficacia por exposición al calor y en consecuencia sea incapaz de detener la hemorragia posparto.

La buena noticia, es que un estudio liderado por la Organización Mundial de la Salud en colaboración con MSD para las Madres y Ferring Pharmaceuticals, demostró que una nueva formulación de la carbetocina termoestable evita el sangrado mórbido tras el parto, con la misma eficacia que la oxitocina, pero sin que su acción se vea mermada por la exposición al calor.

En 2011 se puso en marcha MSD para las Madres. Una iniciativa de 500 millones de dólares a 10 años para crear un mundo en el cual ninguna mujer tenga que morir por complicaciones del embarazo o del parto. MSD para las Madres se lleva a cabo en más de 30 países en todo el mundo.

La nueva formulación de la carbetocina no necesita refrigeración, manteniendo su eficacia (como mínimo), hasta pasados 3 años, aunque se conserve a 30 C con una humedad relativa del 75%, lo que rompe la barrera limitante de la oxitocina.

El ensayo clínico para demostrar la eficacia de la carbetocina vs la oxitocina incluyó aproximadamente a 30 mil mujeres que dieron a luz vía vaginal de 10 países: Argentina, Egipto, India, Kenia, Nigeria, Singapur, Sudáfrica, Tailandia, Uganda y Reino Unido, a las que inmediatamente después de alumbrar se les administró aleatoriamente una sola inyección de carbetocina termoestable o de oxitocina, quedando asentado que ambos fármacos ofrecen la misma eficacia para prevenir el sangrado excesivo tras el parto.

 “El desarrollo de un medicamento para prevenir la hemorragia puerperal que siga siendo eficaz en condiciones cálidas y húmedas es una muy buena noticia para los millones de mujeres que dan a luz en zonas que carecen de acceso a refrigeración fiable”. Dr. Metin Gülmezoglu, del Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS.

¿Cuál es la situación de la Mortalidad Materna en nuestro país?

Antes de continuar con este artículo es indispensable comentarles que, aunque los datos estadísticos que expresaremos a continuación fueron obtenidos en 2014, el Observatorio de Mortalidad Materna en México (fuente informativa de este segmento) elabora sus documentos únicamente con datos definitivos y que han sido validados por el INEGI y la Secretaría de Salud, razón por la que se publican dos años después del año al que corresponde la información que contienen.

Si bien es cierto que las cifras sobre la evolución de la Mortalidad Materna (MM) en México del 2002 al 2014 mostraron una clara tendencia a la baja: 1309 fallecimientos en 2002 vs 872 en 2014, por cada 100 mil nacimientos (66% de disminución), es necesario incrementar las acciones sanitarias para cumplir con la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que propuso reducir en 75% la Razón de Muerte Materna (RMM) a más tardar en el 2015.

Entre las diferentes RMM, las enfermedades hipertensivas durante la gestación ocupan la primera posición a nivel nacional con el 20.5%, seguidas por la hemorragia del embarazo, parto y puerperio que alcanzan un 14.3%, fallecimientos que podrían ser fácilmente evitados con la aplicación de la oxitocina o de la nueva formulación de la carbetocina termoestable de la que hemos hablado ampliamente en este artículo.

La Razón de Mortalidad Materna (RMM) se define como el número de defunciones de la población femenina, mientras se encuentren embarazadas o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, debida a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención (con exclusión de las muertes accidentales o incidentales), en un determinado año, por cada 100 mil nacidos vivos en ese mismo año.

Con respecto al porcentaje de RMM por institución de afiliación en salud, el Seguro Popular ocupa la primera posición con el 56.8% de los fallecimientos, seguido por el conglomerado formado por las siguientes instituciones sanitarias: IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena y Semar, que integran el 23.9% de las muertes.

Previamente les habíamos comentado que el mayor número de defunciones maternas directamente relacionadas con el parto se dan en los niveles socioeconómicos más bajos de los países de ingresos bajos y bajos medianos, lo que también se aprecia en el grado de escolaridad de las mujeres fallecidas por estas causas. El porcentaje de decesos de mujeres que cuentan con al menos un año de secundaria es el más elevado (32%), seguidas por las mujeres con al menos un año de primaria (28.9%) y las que cubren al menos un año de bachillerato (20.4%). Estos tres segmentos de escolaridad agrupan el 81.3% de las RMM.

“El bajo nivel socioeconómico es uno de los indicadores más fuertes de la morbilidad y mortalidad prematura en todo el mundo. Sin embargo, las estrategias de salud global no consideran las circunstancias socioeconómicas pobres como factores de riesgo modificables”. The Lancet. Socioeconomic status and the 25×25 risk factors as determinants of premature mortality: a multicohort study and meta-analysis of 1·7 million men and wome

El grupo de edad en el que se presenta el mayor porcentaje de muertes maternas es el de los 30-34 con un 22.6%, seguido por el segmento de los 25 a 29 con el 20.9%.

No cabe duda que como en otras enfermedades y causas de muerte, la pobreza, los bajos niveles de escolaridad, la discriminación y en términos generales la inequidad social, particularmente persistentes en los países de bajos y medios ingresos, continúan siendo uno de los principales factores de riesgo directamente relacionados con los fallecimientos maternos. Es por ello que cada vez se vuelve más acuciante el diseño e implementación efectiva de políticas sociales tendientes a disminuir la desigualdad económica, e incrementar la educación, el número y calidad de oportunidades de desarrollo laboral y el acceso a la Cobertura Sanitaria Universal.

¿Cuál es la situación de la Mortalidad Materna en nuestro país?

Antes de continuar con este artículo es indispensable comentarles que, aunque los datos estadísticos que expresaremos a continuación fueron obtenidos en 2014, el Observatorio de Mortalidad Materna en México (fuente informativa de este segmento) elabora sus documentos únicamente con datos definitivos y que han sido validados por el INEGI y la Secretaría de Salud, razón por la que se publican dos años después del año al que corresponde la información que contienen.

*Para los cálculos de 1990-2010 se utilizan los nacimientos del INEGI, y a partir de 2011 los nacimientos del SINAC-SS (Subsistema de Información Sobre Nacimientos) con sus respectivos ajustes. Fuente: Secretaría de Salud (SS). Dirección General de Información en Salud en Sistema de información de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), México [Consulta: 27 de marzo de 2016].

Si bien es cierto que las cifras sobre la evolución de la Mortalidad Materna (MM) en México del 2002 al 2014 mostraron una clara tendencia a la baja: 1309 fallecimientos en 2002 vs 872 en 2014, por cada 100 mil nacimientos (66% de disminución), es necesario incrementar las acciones sanitarias para cumplir con la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que propuso reducir en 75% la Razón de Muerte Materna (RMM) a más tardar en el 2015.

Entre las diferentes RMM, las enfermedades hipertensivas durante la gestación ocupan la primera posición a nivel nacional con el 20.5%, seguidas por la hemorragia del embarazo, parto y puerperio que alcanzan un 14.3%, fallecimientos que podrían ser fácilmente evitados con la aplicación de la oxitocina o de la nueva formulación de la carbetocina termoestable de la que hemos hablado ampliamente en este artículo.

La Razón de Mortalidad Materna (RMM) se define como el número de defunciones de la población femenina, mientras se encuentren embarazadas o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, debida a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención (con exclusión de las muertes accidentales o incidentales), en un determinado año, por cada 100 mil nacidos vivos en ese mismo año.

Con respecto al porcentaje de RMM por institución de afiliación en salud, el Seguro Popular ocupa la primera posición con el 56.8% de los fallecimientos, seguido por el conglomerado formado por las siguientes instituciones sanitarias: IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena y Semar, que integran el 23.9% de las muertes.

Previamente les habíamos comentado que el mayor número de defunciones maternas directamente relacionadas con el parto se dan en los niveles socioeconómicos más bajos de los países de ingresos bajos y bajos medianos, lo que también se aprecia en el grado de escolaridad de las mujeres fallecidas por estas causas. El porcentaje de decesos de mujeres que cuentan con al menos un año de secundaria es el más elevado (32%), seguidas por las mujeres con al menos un año de primaria (28.9%) y las que cubren al menos un año de bachillerato (20.4%). Estos tres segmentos de escolaridad agrupan el 81.3% de las RMM.

“El bajo nivel socioeconómico es uno de los indicadores más fuertes de la morbilidad y mortalidad prematura en todo el mundo. Sin embargo, las estrategias de salud global no consideran las circunstancias socioeconómicas pobres como factores de riesgo modificables”. The Lancet. Socioeconomic status and the 25×25 risk factors as determinants of premature mortality: a multicohort study and meta-analysis of 1·7 million men and wome

El grupo de edad en el que se presenta el mayor porcentaje de muertes maternas es el de los 30-34 con un 22.6%, seguido por el segmento de los 25 a 29 con el 20.9%.

No cabe duda que como en otras enfermedades y causas de muerte, la pobreza, los bajos niveles de escolaridad, la discriminación y en términos generales la inequidad social, particularmente persistentes en los países de bajos y medios ingresos, continúan siendo uno de los principales factores de riesgo directamente relacionados con los fallecimientos maternos. Es por ello que cada vez se vuelve más acuciante el diseño e implementación efectiva de políticas sociales tendientes a disminuir la desigualdad económica, e incrementar la educación, el número y calidad de oportunidades de desarrollo laboral y el acceso a la Cobertura Sanitaria Universal.

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud.
Un estudio de la OMS demuestra que un fármaco podría salvar la vida de miles de mujeres.

Organización Mundial de la Salud.
Mortalidad materna.

Wikipedia.
Puerperio.

MSD
Para las madres.

Organización Mundial de la Salud.
Objetivo de desarrollo del Milenio 5: Mejorar la salud materna.

Observatorio de Mortalidad Materna en México.
Indicadores 2014. Primera edición 2016.

códigoF.
La pobreza disminuye la calidad y expectativa de vida de quienes viven en esas precarias condiciones.

The Lancet. Socioeconomic status and the 25 × 25 risk factors as determinants of premature mortality: a multicohort study and meta-analysis of 1·7 million men and women