Aunque es poco frecuente, algunos bebés se desarrollan in utero y nacen con una disfunción valvular cardíaca, la que, de no corregirse quirúrgicamente, hace inviable su crecimiento y supervivencia.

La única solución ofrecida por los cirujanos cardíacos pediátricos, al menos hasta la concepción teórica, y puesta en práctica de un nuevo y revolucionario procedimiento, era el injerto de válvulas artificiales o provenientes de cadáveres, las que, si bien solucionaban inicialmente el problema al que se enfrentan los recién nacidos con esta rara condición genética, presentan el inconveniente, al ser inertes, de no crecer a la par que su nuevo huésped, lo que obliga a los cirujanos a reemplazarlas periódicamente, acarreando nuevos riesgos, sufrimiento, y un alto porcentaje de fallecimientos (aproximadamente del 50%), hasta que algunos de ellos consiguen llegar a la edad adulta, y les son implantadas válvulas cardíacas definitivas.

Buscando solucionar este problema, un equipo de cirujanos, liderados por el doctor Joseph W. Turek, primer autor del estudio y jefe de cirugía cardíaca pediátrica del Hospital Universitario de Duke, en Carolina del Norte, EE. UU., realizaron con éxito el primer trasplante parcial de corazón en un recién nacido de 18 días de vida con tronco arterioso persistente y disfunción irreparable de la válvula truncal, teniendo como donante a un neonato con lesión cerebral hipóxica-isquémica, técnica diseñada por Turek.

“El tronco arterioso es un defecto cardiaco de nacimiento. Ocurre cuando el vaso sanguíneo que sale del corazón del bebé en gestación no se separa completamente durante el crecimiento y deja conectadas a la aorta y la arteria pulmonar. Hay diferentes tipos de tronco arterioso, de acuerdo a cómo las arterias queden conectadas. Generalmente hay un agujero entre las dos cavidades inferiores del corazón (ventrículos), llamado comunicación interventricular. Debido a que los bebés que tienen este defecto pueden necesitar una operación u otros procedimientos poco tiempo después de nacer, al tronco arterioso se lo considera un defecto cardiaco de nacimiento, o congénito, grave”. Centros para el Control y la Prevención de enfermedades

Después de un año de seguimiento post quirúrgico, el equipo de médicos constató que, además de que las válvulas injertadas han ido creciendo sanamente y a la par del bebé, solamente se ha necesitado aproximadamente la cuarta parte de la cantidad de los medicamentos inmunosupresores que normalmente se utilizan cuando se realiza un trasplante de corazón completo, lo que disminuye sustancialmente los riesgos de padecer efectos secundarios perjudiciales, que generalmente se agravan a lo largo del tiempo.

Al respecto, el doctor Turek comentó que este procedimiento permitirá conseguir lo que se denomina “trasplante de corazón de dominó”, en el que un músculo cardiaco puede salvar dos vidas, cuando uno de los pacientes tiene válvulas sanas pero un corazón débil, y es sujeto de un trasplante de corazón completo, donando sus válvulas a otro paciente, lo que crea un efecto multiplicador. Con el efecto dominó “podrías duplicar el número de corazones que se utilizan en beneficio de los niños con enfermedades cardíacas. De todos los corazones que se donan, aproximadamente la mitad cumplen con los criterios para ser utilizados para un trasplante completo, pero creemos que hay un número igual de corazones que podrían usarse para las válvulas”.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Duke Health. (2 de enero de 2024).
World’s First Partial Heart Transplant Proves Successful in First Year

JAMA. (2 de enero de 2024).
Partial Heart Transplant in a Neonate With Irreparable Truncal Valve Dysfunction

Duke University School of Medicine. (16 de noviembre de 2023).
Domino Heart Transplant Offers New Opportunities for Children with Congenital Heart Disease

Centers for Disease Control and Prevention. (3 de febrero de 2023).
Facts about Truncus Arteriosus