Como si no fuera ya extraordinariamente difícil para las autoridades y el personal sanitario de la República Democrática del Congo tratar de frenar la expansión de la pandemia por el SARS-CoV-2, atender simultáneamente a las personas infectadas por el COVID-19, y contener el mayor brote de sarampión registrado en el mundo hasta el momento, el gobierno de esa nación reportó el pasado 1 de junio, la detección del undécimo brote por el virus del Ébola que ha sufrido este país desde 1976, año en el que se descubrió el virus, el que se enlaza de manera fatídica con la fase final de uno particularmente largo, complejo y desgastante, en las provincias de Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri.

“Este es un recordatorio de que la COVID-19 no es la única amenaza para la salud que enfrentan las personas. Aunque gran parte de nuestra atención está en la pandemia, la OMS continúa monitoreando y respondiendo a muchas otras emergencias de salud”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.

Estas adversas circunstancias han puesto a prueba una vez más los limitados recursos financieros, humanos y técnicos disponibles para la atención de la salud en este país africano. Al respecto, el Dr. Matshidiso Moeti, Director Regional de la OMS para África, comentó: “Está sucediendo (el onceavo brote) en un momento difícil, pero la OMS ha trabajado durante los últimos dos años con las autoridades de salud, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de África y otros socios para fortalecer la capacidad nacional para responder a los brotes. Para reforzar el liderazgo local, la OMS planea enviar un equipo que apoye la ampliación de la respuesta. Dada la proximidad de este nuevo brote con rutas de transporte concurridas y países vecinos vulnerables, debemos actuar rápidamente”.

El virus del Ébola puede contraerse por contacto con la sangre o los fluidos corporales de animales infectados (generalmente monos o murciélagos de la fruta), o la interacción física con personas contagiadas. Hasta el momento no se ha documentado la transmisión aérea en el entorno natural. Se cree que los murciélagos de la fruta son portadores del virus y pueden contagiarlo sin resultar afectados. Para hacer un diagnóstico, por lo general se descartan antes otras enfermedades con síntomas parecidos, como la malaria, el cólera y otras fiebres hemorrágicas virales. La confirmación se realiza a través de pruebas de sangre para detectar anticuerpos ARNviral o el propio virus. ​

Esta noticia, confirma las previsiones y las recomendaciones de la OMS sobre el surgimiento o resurgimiento de nuevas alertas sanitarias como consecuencia de la disminución en la atención a otros problemas sanitarios, derivados de la presión generada por la COVID-19.

La OMS apoya la respuesta a esta delicada situación con las siguientes acciones: ayuda en la recolección y envío de muestras al laboratorio nacional para su confirmación; rastreo de contactos; fortalecimiento de la respuesta dirigida por el gobierno a través del envío de suministros adicionales desde Kivu del Norte y Kinshasa; asignación de 25 personas de apoyo adicionales y el respaldo para garantizar que no se interrumpan los servicios de salud esenciales a las diferentes comunidades, a pesar de la emergencia.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes

who.int
New Ebola outbreak detected in northwest Democratic Republic of the Congo; WHO surge team supporting the response.

Wikipedia.
Enfermedad por el virus del Ébola.