Los resultados preliminares son esperanzadores, pero se requiere la realización de más estudios que confirmen su efectividad y seguridad.

Aunque apenas podemos considerarlo como una pequeña luz en el oscuro túnel que representa el Parkinson, un fármaco experimental que tiene por diana a las causas primigenias del padecimiento, muestra una interesante capacidad para inhibir la vía celular que da lugar a la enfermedad, ruta en la que los investigadores han estado trabajando durante casi 20 años, sin alcanzar un logro realmente significativo.

“La enfermedad de Parkinson es una afección degenerativa del cerebro asociada con síntomas motores (lentitud de movimientos, temblores, rigidez, deambulación y desequilibrio) y una amplia variedad de complicaciones no motoras (deterioro cognitivo, trastornos de salud mental, trastornos del sueño y dolor y otros trastornos sensoriales). Las deficiencias motoras, como las discinesias (movimientos involuntarios) y las distonías (contracciones musculares involuntarias dolorosas) contribuyen a las limitaciones en el habla, la movilidad y las restricciones en muchas áreas de la vida. La progresión de estos síntomas da como resultado altas tasas de discapacidad y necesidades de atención. Muchas personas con EP también desarrollan demencia durante el curso de su enfermedad”. OMS.

Al respecto, Patrick Lewis, un neurocientífico que estudia los mecanismos del Parkinson en el Royal Veterinary College de la Universidad de Londres, declaró: «Este es un paso adelante muy, muy importante. Si más pruebas demuestran que el compuesto es efectivo en humanos, probablemente se administraría a los pacientes tan pronto como muestren los primeros signos de desarrollo del trastorno. La esperanza es que (el nuevo fármaco) retrase la progresión de la enfermedad”.

En términos llanos, les comentamos que las personas con mutaciones en el gen llamado quinasa 2 tienen un alto riesgo de desarrollar Parkinson, ya que entre otras funciones el LRRK2 modifica un conjunto de proteínas llamadas trifosfatos de guanosina de Rab, encargadas de organizar el flujo de proteínas dentro y fuera de las células. Las mutaciones incrementan de manera descontrolada la actividad de Rab, reduciendo la eficiencia de las estructuras celulares llamadas lisosomas, las que reciclan las proteínas no deseadas, lo que da pie a la acumulación de subproductos tóxicos que pueden matar las neuronas y provocar el Parkinson.

En 2012, los investigadores de Genentech descubrieron un fármaco candidato que inhibe LRRK2. Posteriormente, los científicos de Denali modificaron la estructura para crear un medicamento oral llamado DNL201, mostrando en estudios en animales, su capacidad para bloquear LRRK2, reducir Rab y mejorar la función lisosomal.

El Parkinson afecta aproximadamente a 10 millones de personas a nivel global, y se produce cuando las células del cerebro encargadas de producir el neurotransmisor dopamina dejan de funcionar o mueren, lo que progresivamente acarrea una disminución generalizada de la función cerebral, ocasionando temblores y pérdida del control muscular, entre otros daños.

Lo valioso de este fármaco experimental, es que aunque existen algunos medicamentos que pueden ayudar a reemplazar la dopamina perdida, y reducir los síntomas, éste parece tener la capacidad de retrasar el avance de la enfermedad.

Sin embargo, el uso del medicamento en animales reveló que los tejidos en los pulmones y los riñones, en los que normalmente se producen altos niveles de la proteína LRRK2, llamada dardarina, terminaron con vesículas más grandes de lo normal, encendiendo las señales de alerta, anticipando que DNL201 podría causar efectos secundarios importantes en las personas.

Los resultados alcanzados llevaron a la realización de un nuevo estudio en el que se administró una dosis menor de DNL201 a ratas, monos macacos y 150 voluntarios humanos durante 28 días, con el objeto de llevar la función de Rab a la normalidad, sin bloquear la función de la dardarina.

Los cuidadores informales (comúnmente familiares y amigos) dedican muchas horas al día a brindar atención a las personas que viven con Parkinson, lo que puede ser abrumador. Las presiones físicas, emocionales y financieras pueden causar un gran estrés a las familias y los cuidadores, por lo que se requiere del apoyo de los sistemas de salud, social, financiero y legal.

Los resultados de este nuevo estudio mostraron que en los animales, el fármaco redujo los niveles de Rab y mejoró la función lisosomal, pero también que fue bien tolerado por los 122 voluntarios sanos y 28 pacientes con Parkinson, los que no mostraron signos de problemas pulmonares o renales, u otros efectos secundarios, a la par que el DNL201 redujo los niveles de LRRK2 en la sangre, y estaba activo en el cerebro. Es necesario aclarar que el estudio clínico, en esta etapa, no fue diseñado para evaluar si el compuesto era efectivo para retrasar la enfermedad de Parkinson, sino para ponderar su tolerancia y seguridad.

“Es emocionante. Los resultados están en línea con la noción de que inhibir el trabajo de LRRK2 podría restaurar la función lisosomal y bloquear la progresión del Parkinson. Ciertamente nos da esperanza”. Tanya Simuni, neuróloga de la Universidad Northwestern.

Lo cierto es que de cumplirse las expectativas, el fármaco tendría la capacidad de frenar el avance de la enfermedad, pero no de revertir los síntomas avanzados, siendo poco probable que restablezca las neuronas productoras de dopamina que ya han sido dañadas o muertas.

El equipo de Denali está trabajando actualmente en ensayos clínicos adicionales para DNL151, en el que se le dará a los pacientes el medicamento por un periodo máximo de 48 semanas, lo que permitirá idealmente a los investigadores, saber si la administración crónica del medicamento produce efectos secundarios en los pulmones, los riñones o en otros lugares.

Como cierre a esta nota, les comentamos que no existen cifras exactas de pacientes de Parkinson en México. Sin embargo, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía estima una prevalencia de 50 casos nuevos por cada 100 mil habitantes al año.  A nivel mundial, se calcula que cuatro o cinco millones de personas mayores de 50 años pueden padecer esta enfermedad.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Science. (8 de junio del 2022).
Experimental drug targets early stages of Parkinson’s.

World Health Organization. (13 de junio del 2022).
Parkinson disease.

Instituto Nacional de las Personas Adultas. (s.f.).
Parkinson, segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en personas mayores de 50 años.