Los falsos argumentos del movimiento antivacunas, que aseguran sin evidencia real alguna que estos fármacos, en particular la triple viral: sarampión, rubéola y paperas (SRP), propician el desarrollo del autismo y la enterocolitis, han sido desarmados en múltiples ocasiones.

Desde que en 1998 el hoy denostado médico británico Andrew Wakefield, lograra la publicación en The Lancet de un estudio con información fraudulenta sobre los riesgos de la vacuna SRP, múltiples estudios científicos han demostrado la eficacia y seguridad de las vacunas, buscando impulsar las tasas globales de inmunización necesarias para que la humanidad en su conjunto alcance una protección firme contra enfermedades prevenibles, como el cáncer cervical, la difteria, la hepatitis B, el sarampión, la parotiditis, la tos ferina, la neumonía, la poliomielitis, las enfermedades diarreicas por rotavirus, la rubéola y el tétanos.

Afortunadamente, a la lucha contra la amañada información antivacunas, se suma un reciente estudio sobre la seguridad de la vacuna SRP y su posible relación con el autismo, publicado el pasado 5 de marzo en la revista Annals of Internal Medicine, en el que un equipo de investigadores  analizaron y dieron seguimiento a 657 mil 461 niños nacidos en Dinamarca de 1999 hasta diciembre del 2010, desde un año de vida, hasta el 31 de agosto de 2013.

Para la realización del estudio se utilizaron los registros de la población danesa que vinculaban la información sobre la aplicación de la vacuna triple y otras vacunas infantiles, los diagnósticos de autismo, antecedentes de autismo entre hermanos y los factores de riesgo de autismo en los niños de la cohorte.

Los filtros para el estudio, cuyo nombre es: “Measles, Mumps, Rubella Vaccination and Autism: A Nationwide Cohort Study”, requerían: 1. Conocer si los niños habían sido o no vacunados 2. Saber si habían sido diagnosticados con autismo, tenían algún familiar con este trastorno neurobiológico o presentaban algún otro factor de riesgo para padecerlo.

Durante la investigación, solamente 6 mil 517 infantes fueron diagnosticados con autismo, lo que determina una incidencia de 129.7 por cada 100 mil habitantes, sin que existiera evidencia en el aumento del riesgo de autismo después de la vacunación SRP en los subgrupos de niños definidos de acuerdo con el historial de autismo de los hermanos, los factores de riesgo de autismo (según la puntuación de riesgo de la enfermedad) u otras vacunaciones infantiles, o durante períodos de tiempo específicos después de la vacunación.

Los investigadores concluyeron terminantemente que la vacunación con SRP no aumenta el riesgo de autismo, no desencadena el autismo en niños susceptibles y no se asocia con la agrupación de casos de autismo después de la vacunación.

Por otra parte, y si quiere conocer y ampliar su conocimiento sobre Maurice R. Hilleman (30 de agosto de 1919 – 11 de abril de 2005), creador de la vacuna triple, y llamado el “hombre de las 40 vacunas”, le recomendamos ver una entrevista realizada a este formidable personaje.

Fuentes:

Annals of Internal Medicine.
Measles, Mumps, Rubella Vaccination and Autism: A Nationwide Cohort Study.

Asociación Española de Pediatría.
Maurice R. Hilleman, el hombre de las 40 vacunas.