Las conclusiones, aunque no extrapolables a nuestro país, son lo suficientemente sólidas para detonar estudios locales, e impulsar el diseño de políticas sociales y programas que ayuden a dejar el consumo de tabaco.
Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que con mayor o menor precisión todos sabemos los graves riesgos para la salud que ocasiona el consumo de tabaco, y aunque también estamos conscientes que dejar de fumar nos beneficia, se desconocía la medida exacta del provecho que conlleva hacerlo.
Sin embargo, y gracias a las conclusiones de una investigación publicada el pasado 24 de octubre en la prestigiosa revista JAMA Network, con el título “Association Between Smoking, Smoking Cessation, and Mortality by Race, Ethnicity, and Sex Among US Adults”, y aunque como lo indica su nombre, el universo de estudio se circunscribió a diferentes grupos poblacionales de los EE. UU., los resultados, sin ser extrapolables, son una valiosa llamada de atención para las autoridades sanitarias, para quienes fuman y desean dejar de hacerlo.
Para ofrecerles una visión precisa del estudio y su formato, les informamos que para la realización del estudio de cohorte prospectivo, los investigadores recopilaron datos públicos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de los EE. UU., a través de un cuestionario aplicado a los participantes entre enero de 1997 y diciembre de 2018, universo que comprendió adultos de 25 a 84 años (en el momento del reclutamiento), los que informaron su estado de tabaquismo en ese momento, la edad en la que cada uno de ellos dejó de fumar, y los años transcurridos desde entonces, dándoles seguimiento sobre las causas específicas de mortalidad (en caso de haber ocurrido) hasta el 31 de diciembre de 2019, realizando análisis ponderados por raza, etnia y sexo.
“La Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de los EE. UU. es un cuestionario aplicado anualmente entre la población civil estadounidense no institucionalizada. La encuesta se lleva a cabo usando un diseño probabilístico complejo de múltiples etapas para asegurar que sea nacionalmente representativo en general, y para las subpoblaciones demográficas, incluso por edad, sexo, raza y etnia”. JAMA Network.
El estudio demostró que el consumo de tabaco se asocia con el doble (al menos) de la tasa de mortalidad por todas las causas en comparación con las personas que nunca fumaron, y que dejar de fumar, sobre todo a edades más tempranas, reduce sustancialmente el exceso relativo de mortalidad ocasionado por el tabaquismo continuado.
El estudio concluye que:
- Dejar de fumar antes de los 45 años reduce aproximadamente el 90% del exceso de mortalidad relacionado con el tabaquismo.
- Dejar de fumar entre los 45 y los 64 años consigue reducir aproximadamente el 66% del exceso de mortalidad ocasionado por el consumo de tabaco.
Algunos datos interesantes sobre el tabaquismo.
- El 25% de las muertes por cáncer en el mundo se deben al consumo de tabaco.
- Los no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno (fumadores pasivos) también están en riesgo de padecer cáncer de pulmón, lo que provoca que más de un millón de fallecimientos anuales por esta causa.
- Unos pocos cigarrillos al día, fumar ocasionalmente, o estar expuesto al humo de tabaco ajeno, incrementan hasta el doble el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y el cuádruple de sufrir cardiopatías.
- Los cigarrillos electrónicos, cuya imagen de falsa inocuidad han promovido sus fabricantes, exponen a los no fumadores a la nicotina y a otras sustancias químicas nocivas. Fumar en pipas de agua o vapeadores es tan dañino como otras formas de consumo de tabaco.
- El 14% de los casos registrados en el mundo de la enfermedad de Alzheimer, la forma de demencia más frecuente, se atribuyen al tabaquismo.
- El tabaquismo es un factor de riesgo esencial en el desarrollo y agravamiento de múltiples enfermedades respiratorias, incluyendo el COVID-19.
- El consumo de tabaco contribuye a las desigualdades en materia de salud y exacerba la pobreza dentro de los países, y entre ellos, a través de la desviación de los recursos necesarios para alimentos y otras necesidades esenciales, así como a través de la pérdida de ingresos.
Si bien es cierto que como lo mencionamos previamente, los resultados de la investigación no son extrapolables a otros países, consideramos que los hallazgos son lo suficientemente poderosos para impulsar a las autoridades sanitarias de nuestro país a realizar estudios locales sobre el tema, y diseñar e implementar acciones que reduzcan el consumo de tabaco, y frenen el interés de los jóvenes por este nocivo hábito.