Previendo el desarrollo de una pandemia global de costes incalculables y tratandonos de preparar para enfrentarla de la mejor manera posible, el Centro de Operaciones de Emergencia Mundial (EOC por sus sigla en inglés) perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la red de centros de operaciones de emergencia de salud, coordinaron entre el 4 y 6 de diciembre, la simulación de una pandemia mundial en la que participaron 40 naciones, de las que seis pertenecen a la región de América: Brasil, Canadá, Chile, Estados Unidos, Jamaica y México, teniendo como base narrativa un brote de influenza con potencial pandémico, iniciado en la isla ficticia de Mizzou, frente a la costa de México.
“Algunos países de América tuvieron la oportunidad de activar sus mecanismos de coordinación para una emergencia de salud y pudieron probar sus procedimientos internos y verificar si funcionan correctamente. También fue una gran oportunidad para que nuestro Centro de Operaciones de Emergencias pusiera a prueba sus capacidades y la interoperabilidad entre diferentes unidades técnicas. Ahora necesitamos recopilar las lecciones aprendidas y aplicar los cambios necesarios, para poder estar listos para la próxima emergencia”. Leonardo Hernández, jefe de la EOC en la Organización Panamericana de la Salud.
El objetivo del simulacro fue el de proporcionar a los Estados Miembros de la OMS participantes, información fehaciente y puntual sobre la actuación de los sistemas sanitarios de cada nación frente a una pandemia, identificar brechas y áreas de oportunidad, lo que en un escenario ideal les ayudará a evaluar, mejorar la capacidad y preparación para responder de manera conjunta y efectiva a los retos que una emergencia de interés para la salud pública local y mundial.
“No sabemos dónde ocurrirá la próxima pandemia mundial, ni sabemos cuándo ocurrirá, lo que sí sabemos es que será terriblemente costosa en vidas y dólares. Con los viajes en avión (3 mil millones de viajeros cada año), la diseminación global de cualquier nuevo patógeno ocurriría en cuestión de horas. Además del incalculable sufrimiento humano, las pérdidas económicas se medirían en billones, incluidas las pérdidas de turismo, comercio y confianza de los consumidores, incluyendo problemas y desafíos políticos. Habrá 2 epidemias: una causada por el virus y la otra causada por el miedo”. Tedros Adhanom Ghebreyesus Director general de la Organización Mundial de la Salud.
La fecha elegida para la implementación del ejercicio no es casual, sino simbólica, ya que coincidió con el centenario de la pandemia de influenza de 1918 (erróneamente llamada “gripe española”), la que los especialistas en la materia consideran que infectó a la tercera parte de la población mundial, provocando la muerte de millones de personas. La última pandemia global de gripe ocurrió hace casi diez años y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer enfermo registrado en el mundo fue un niño de 10 años de edad, quien enfermó el 30 de marzo de 2009 en San Diego, CA, Estados Unidos, que no había tenido ningún contacto con cerdos, y además no había tenido ningún antecedente de haber viajado a México.
Los expertos en materia de salud saben que estos sucesos pandémicos aparecen de manera cíclica, por lo que los organismos sanitarios mundiales están pendientes de su aparición.
En la evaluación del simulacro participaron observadores especializados de Asia, América, Europa y África, con la consigna de determinar con la mayor precisión posible la eficiencia operativa de los Centros de Operaciones de Emergencia, sus procedimientos, la coordinación y la toma de decisiones en tiempo real de la supuesta emergencia, equiparándolos con lo que establecen los procedimientos existentes.
Por: Manuel García Rodríguez
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud.
Ejercicio de simulación pone a prueba la preparación para una pandemia global.
Organización Mundial de la Salud. Director-General’s Office.
Health emergencies represent some of the greatest risks to the global economy and security.