En el magnífico recinto del Palacio de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Se presenta la impactante exposición y experiencia multimedia “A Capite ad Calcem”, (nombre en latín que significa “De pies a cabeza”), concepto que establece la premisa médica que indica la exploración, análisis, diagnóstico y la búsqueda del bienestar del cuerpo de aquel que no sabe qué le ocurre, pero que se encuentra  alterado, adolorido, angustiado y desconcertado, sin saber qué le deparará esa condición desconocida.

Al respecto de esta experiencia, Minerva Anguiano, comentó: “A Capite ad Calcem es arrojarse al cuerpo indescifrable, al cuerpo que duele, que huele, que se angustia y vive en un constante vaivén de emociones. Esta experiencia es la invitación para pensarnos como cuerpos corruptos, dispuestos a lo inasible, lo inexplicable, lo complejo y lo abstracto. Es el espacio en el cual nos sorprendemos del cuerpo y de cómo en la búsqueda incesante de la salud, el hombre ha inventado caminos, pensado posibilidades y luchado por que se vuelva, eventualmente, al reino de los sanos”.

Más allá de esta extraordinaria experiencia multimedia, realizada partir de las fotografías realizadas por el artista visual de origen francés, Michel Zabé, visitar y recorrer el inmueble de este magnífico espacio, en el que se encuentran de manera permanente exposiciones de anatomía, botica, cirugía reconstructiva, embriología y herbolaria, por mencionar solamente algunas de ellas, ya es de por sí un gozo que estamos seguros los dejará plenamente satisfechos.

La exposición estará abierta de manera gratuita hasta el 28 de febrero del 2019, con una posible ampliación temporal hasta marzo, es un horario de las 9:00 a las 17:00 hrs. de lunes a domingo.

Una breve síntesis histórica del Palacio de Medicina.

Un largo camino histórico, social y político ha recorrido en su devenir el edificio del actual Palacio de Medicina, el que originalmente fue sede del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en la Nueva España hasta 1820, año en el que fue disuelto.

El responsable del proyecto arquitectónico y la construcción del inmueble, iniciada en 1732 e inaugurada en 1736, fue el arquitecto Pedro de Arrieta, Maestro Mayor de las Obras Materiales del Santo Oficio.

Vale la pena destacar que después de varios años de abandono y desuso, el palacio se subastó públicamente en 1838, sin conseguir comprador, probablemente por su historia y las terribles leyendas que rodeaban los quehaceres de la Inquisición.

Más adelante, el edificio fue sede temporal del Arzobispado de la ciudad, oficinas de la Lotería Nacional, escuela primaria y cuartel militar, hasta que en 1854 encontró un destino más noble, convirtiéndose en la sede oficial de la Escuela de Medicina, la que en 1956 se reubica en la Ciudad Universitaria de la UNAM. 224 años después del inicio de su construcción este imponente edificio inició un largo proceso de restauración, que  concluyó en 1980. El 22 de diciembre de ese mismo año se inauguró en él el Museo de la Medicina Mexicana.