“Los plásmidos son los impulsores clave de la supervivencia bacteriana frente a los antibióticos”. Dr. Adrian Cazares, primer autor del estudio.

Un estudio realizado por un equipo de investigadores del Instituto Wellcome Sanger, la Universidad de Bath y la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) demostró a través del análisis de 40 mil plásmidos de muestras bacterianas históricas y actuales, tomadas en seis continentes, que una minoría de plásmidos son la mayor causa de la resistencia antimicrobiana (RAM), conocimientos que idealmente potenciarán el desarrollo de nuevos antibióticos, e inéditos enfoques terapéuticos, que permitan combatir con éxito las infecciones resistentes a los tratamientos actuales, uno de los más graves problemas de salud pública que enfrentamos a nivel global. 

“Un plásmido es una molécula pequeña de ADN circular que se encuentra en las bacterias y algunos otros organismos microscópicos. Los plásmidos están separados físicamente del ADN cromosómico y se replican de manera independiente. Habitualmente tienen un número reducido de genes (cabe señalar, algunos asociados a la resistencia a los antibióticos), y se pueden transmitir de una célula a otra. Los científicos utilizan métodos de ADN recombinante para insertar en un plásmido genes que desean estudiar. Cuando el plásmido se copia a sí mismo, también hace copias del gen insertado”. National Human Genome Research Institute

La investigación se publicó en la revista Science el pasado 25 de octubre con el título: “Pre- and postantibiotic epoch: The historical spread of antimicrobial resistance”, y en ella se demuestra la manera en la que los plásmidos comparten información entre las bacterias, de cepa en cepa.

“Actualmente, las infecciones resistentes al tratamiento causan al menos un millón de muertes en todo el mundo cada año, y se prevé que esta cifra aumente. Si bien algunas bacterias y hongos son portadores naturales de genes de resistencia a los antimicrobianos (RAM), la aparición y propagación de genes MDR y RAM se ha vinculado sistemáticamente al uso de antibióticos”. Bath University

El análisis de plásmidos, algunos que datan de 1917, antes de la aparición del primer antibiótico (penicilina), reveló que los plásmidos ancestrales que se convirtieron en propagadores globales de genes de la resistencia antimicrobiana (RAM) no contenían inicialmente genes de resistencia, sino que evolucionaron para desarrollar esa resistencia a medida que se incrementaba el uso de antibióticos. Los resultados muestran también que sus descendientes, un grupo relativamente pequeño de plásmidos modernos, ahora confieren resistencia tanto a los antibióticos de primera línea como a los de último recurso, lo que los convierte en una grave amenaza para la salud humana.

Al respecto, el profesor Zamin Iqbal, coautor principal del Centro Milner para la Evolución de la Universidad de Bath, declaró: “Nuestra investigación combina datos históricos y modernos para brindar una nueva perspectiva sobre los estilos de vida evolutivos que pueden tener los diferentes plásmidos, ya sea cambiando lentamente, fusionándose completamente con otros plásmidos, o desapareciendo y dejando fragmentos genéticos que luego se ‘reciclan para obtener partes’».

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Science. (25 de septiembre de 2025).
Pre- and postantibiotic epoch: The historical spread of antimicrobial resistance.

National Human Genome Research Institute. (28 de septiembre de 2025).
Plásmido.

códigoF. (22 de julio de 2025).
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