El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, se trata de una fecha en la que mujeres de todo el mundo unen fronteras sociales, culturales, económicas, étnicas y políticas, en pro de la equidad de género, justicia, paz y desarrollo.
El origen de ésta conmemoración se remonta a los movimientos obreros de finales del siglo XX en Nueva York, donde mujeres de la industria textil, fueron asesinadas tras exigir derechos laborales mediante una huelga pacífica. Hoy, es un día para hacer una reflexión sobre el avance social que hasta ahora, hemos alcanzado.
No fue sino hasta 1975, cuando la ONU celebrara por primera vez, el 8 de marzo como día internacional de la mujer. Sin embargo, aún falta mucho por hacer en tema de derechos y éste día, sirve para visualizar la brecha de género que permea en nuestra sociedad: la desigualdad salarial entre hombres y mujeres que realizan una misma actividad profesional; la inequitativa distribución de las responsabilidades en el cuidado y educación de los hijos y labores domésticas; discriminación laboral; acoso y violencia sexual, verbal y física; nulo o bajo reconocimiento a las actividades no asalariadas pero esenciales; la prostitución y la pornografía, la cosificación de la mujer en los medios de comunicación; feminicidios (muertes y crímenes por el simple hecho de “ser mujer”) .
Las cifras son alarmantes, diariamente se cometen siete feminicidios en nuestro país. 23,800 muertes en los últimos diez años). La justicia es nula y en la mayoría de los casos, tiene de culparse a la víctima, justificando la violencia por su forma de vestir o forma de vida.
“Nosotras, las mujeres del mundo, estamos hartas de la violencia física, económica, verbal o moral dirigida contra nosotras, y no la vamos a tolerar pasivamente. Exigimos que nuestros gobiernos dejen de usar insultos misóginos y empiecen a tomar medidas reales para resolver los numerosos problemas relacionados con nuestra seguridad, el acceso gratuito a la atención médica, incluyendo los derechos reproductivos, el establecimiento y aplicación de graves sanciones legales a nuestros opresores en casos de violación, violencia en el hogar y cada tipo de crimen de género que estamos experimentando cada vez más. Más allá de nuestra condición biológica femenina somos, ante todo, seres humanos”. International women´s strike.
En nuestro país, han surgido diferentes campañas para denunciar las desigualdades, el acoso y feminicidios, que buscan empoderar a las mujeres de todos los entornos sociales: #AhoraEsElMomento (exigida por la ONU), #yotambién #NiUnaMás.
¿Por qué conmemorar un día internacional de la mujer? Porque en su mayoría, a lo largo de la historia las posiciones de poder, han sido tomadas por hombres. Es un día para “visibilizar” los alcances logrados y carencias por vencer. En el ámbito de la política mexicana, la posición de equidad de las mujeres, es también nula. Si bien es cierto que las leyes electorales se modificaron para dar cabida a un creciente número de mujeres en los partidos políticos, su inclusión es una mera parodia mediática, ya que su presencia no las dota fehacientemente de poder y participación igualitarias, lo que queda de manifiesto en el siguiente comentario de Ximena Andión, directora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB): “Puede haber paridad en los cargos (políticos) pero las mujeres no tienen necesariamente 50% del poder dentro de los partidos, no tienen ni siquiera en los mejores casos el nivel de influencia que los hombres tienen”.
Los datos duros, hablan por sí mismos. La Cámara de Diputados tiene 500 legisladores, de los que 341 son hombre y 159 mujeres; por otra parte el Senado, cuyo total de miembros es de 128 miembros, solo contabiliza 51 mujeres participantes.
Cabe mencionar que es imposible hablar de un solo feminismo, pues cada mujer toma conciencia de la discriminación que sufre por el hecho de ser mujer desde su propio contexto, sumando la discriminación que padece debido a su estatus económico, color de piel, etnia, país de origen etc.
A este respecto, los invitamos a ver el video impulsado por YOSOYOHO:
Antes de concluir este artículo queremos abordar brevemente el de los “micromachismos”, un concepto que acota una serie de acciones, actitudes, hechos y decires profundamente arraigados y que discriminan, diferencian y estereotipan a las mujeres en roles específicos y que pasan desapercibidos o minimizados.
“Yo sé que ustedes me van a entender: por las mañanas, cuando me visto, nunca he perdido un segundo en pensar “¿voy a tomar el Metro? Entonces, ¿qué tipo de pantalón tendré que usar?
Quizá en alguna ocasión he tenido que pensar que debo vestirme un poco más formal, si tengo una junta de trabajo que lo requiera. Pero nunca he pensado si mi camisa o mi pantalón puede ser “mal interpretados” por la persona con la que voy a reunirme. Menos he tenido que pensar qué hago para “verme intencionalmente feo”.
Si el transporte público va muy lleno y hay una mujer detrás de mí, nunca he considerado que deba estar atento a ella por si quiere “arrimarse” a mi.
Si camino por la calle y veo un grupo de mujeres, nunca he sentido miedo por pasar cerca de ellas. ¿Me cambio de acera?
Me cuesta trabajo imaginar que, si algo me pasara, un policía o un agente del ministerio público me diría que me lo busqué por la forma en cómo iba vestido.
Nunca he tenido una jefa que me diga “chaparrito”, ni “príncipe”, ni “guapo”.
Y si alguna vez he tenido que denunciar algo vía redes sociales, nunca he recibido tuits o mensajes de mujeres diciéndome que me lo merezco o que me harán algo peor”.
Las mujeres de todo el mundo viven discriminación, violaciones a sus derechos humanos y violencia de género, por lo que el 8 de marzo es un día para reflexionar y avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.