El incremento de los casos de cáncer colorrectal en personas de entre 30 y 40 años se relaciona con toxinas bacterianas en la infancia

Hace ya un par de décadas que las señales de alarma están encendidas por el acelerado incremento del número de casos de cáncer colorrectal de aparición temprana en sujetos menores a 50 años de edad (en algunos países han crecido a más del doble) sin que hubiera una explicación plausible para ello.

Afortunadamente, y gracias a las conclusiones de un estudio realizado por un equipo internacional liderado por miembros de la Universidad de California en San Diego, EE.UU., publicado el pasado 15 de abril del 2025 en la revista Nature con el título: “Geographic and age variations in mutational processes in colorectal cancer”, ahora sabemos que las toxinas liberadas durante una infección bacteriana de una cepa específica de la Escherichia coli en la niñez pueden provocar que alrededor del 30 % de las personas menores a 40 años desarrollen un cáncer colorrectal; vale la pena precisar que este padecimiento comúnmente solía presentarse, casi de manera exclusiva, en personas con más de 7 decenios de vida.

Para llegar a esta importante conclusión, los investigadores examinaron el genoma de 981 pacientes diagnosticados con cáncer colorrectal de 11 países, encontrando que las mutaciones ocasionadas por la toxina bacteriana “colibactina” potencian el desarrollo de esta neoplasia maligna.

Es probable que, a pesar de tratar de simplificarla al máximo, esta explicación siga siendo extremadamente técnica, pero para los médicos tratantes, los resultados del estudio les darán pistas sólidas para saber que la presencia de una infección en la infancia por una cepa específica de la bacteria Escherichia coli podría potenciar en la edad adulta el desarrollo de un cáncer colorrectal, haciendo imperativo solucionar esa infección lo antes posible, y permanecer atentos a la evolución de los pacientes.

Signos y síntomas del cáncer colorrectal

• Cambios en los hábitos de evacuación durante varios días, como diarrea, estreñimiento, o reducción del diámetro de las heces fecales.
• Tener deseos de seguir evacuando, a pesar de haberlo hecho ya.
• Sangrado rectal, con rastros de sangre roja brillante.
• Presencia de sangre en las heces fecales, las que pueden tener una coloración café oscuro, o negra.
• Cólicos, o dolor abdominal.
• Debilidad y cansancio.
• Pérdida inexplicable de peso.

Es importante anotar que el cáncer colorrectal puede no ocasionar signos y síntomas en sus primeras etapas.

Pruebas diagnósticas para el cáncer colorrectal

Como en cualquier otra enfermedad, pero particularmente cuando se trata de cáncer, su diagnóstico temprano, idealmente antes de que haya síntomas, hace la diferencia en el pronóstico de la enfermedad.

Para determinar si existe o no cáncer colorrectal, se realizan alguna de las siguientes pruebas de manera preventiva: 

• Prueba de ADN en la materia fecal: Con esta prueba se verifica si existe ADN en las células de la materia fecal para detectar cambios genéticos que podrían ser un signo de cáncer colorrectal.
• Sigmoidoscopia y colonoscopia: Procedimientos que permiten observar el interior del recto y el colon sigmoide (inferior) para detectar pólipos, áreas anormales o cáncer.
• Colonoscopia virtual, o colonografía por tomografía computarizada o CTC: Procedimiento en el que, a través de una serie de imágenes del colon obtenidas por tomografía computarizada, se determina si hay presencia de pólipos, o cualquier cosa extraña en el revestimiento interior del colon.

Ahora bien, si se tienen uno o varios de los signos y síntomas previamente mencionados, se debe acudir lo antes posible a consulta, para que su médico le prescriba la realización de alguna prueba diagnóstica.