Uno de los tópicos más frecuentes, pero también de los más difusos y puntualmente desconocidos es el de la mutación genética, la que en términos generales percibimos como peligrosa, aunque no necesariamente lo es.
Traemos a colación este tema, por que el pasado 30 de abril se publicó en línea un informe preliminar de un equipo de investigadores liderado por la bióloga Bette Korber, miembro del Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México, EE. UU., surgido en Europa en febrero, en el que aseguraban haber encontrado una mutación “de preocupación urgente” que daba al SARS-CoV-2, una ventaja que incrementaba su capacidad para transmitirse con mayor facilidad, afirmación que encendió rápidamente las alarmas de la comunidad científica internacional, debido a las implicaciones que esto podía tener en la lucha contra la pandemia.
En genética se denomina mutación genética, mutación molecular o mutación puntual a los cambios que alteran la secuencia de nucleótidos del ADN. Estas mutaciones en la secuencia del ADN pueden llevar a la sustitución de aminoácidos en las proteínas resultantes.
Antes de continuar con esta nota, es importante establecer que cada vez que una célula se copia o se replica, ocurren pequeños cambios en su información genética, los que podrían llegar a ser provechosos, una desventaja o completamente inocuos.
Hablando particularmente de la especie humana, las células tienen unas “proteínas de corrección”, las que mayoritariamente, e idealmente, evitan que estas mutaciones se produzcan en gran escala.
En los virus no existen estas “proteínas de corrección”, por lo que cada vez que uno de ellos se copia, lo que ocurre en grandes cantidades y a gran velocidad, pueden llegar a producirse cambios genéticos, los que no necesariamente serán provechosos para el patógeno y a lo que se conoce como deriva genética.
La conclusión contenida en el informe preliminar subido a la red por Bette Korber, pero no revisado ni validado por otros científicos, o publicado por ninguna revista científica, generó muchas dudas sobre la veracidad de la afirmación.
“No creo que (los datos mostrados en el informe) proporcionen evidencia que permita afirmar que las mutaciones observadas mejoran la transmisibilidad del virus. Para establecer esto, se necesita una competencia directa entre cepas en la misma área geográfica”. Sergei Pond, biólogo evolutivo de la Universidad de Temple, Filadelfia, EE. UU.
Al respecto, otros investigadores aseguran que si bien es cierto que una mutación podría llegar a conferir al coronavirus mayores capacidades de transmisibilidad o letalidad, esto no ha ocurrido, ya que no se ha identificado hasta el momento una nueva cepa claramente distinta a la original, lo que es una excelente noticia.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes
The New York Times.
Did a Mutation Turbocharge the Coronavirus? Not Likely, Scientists Say.
bioRxiv.
Cold Spring Harbor Laboratory. Spike mutation pipeline reveals the emergence of a more transmissible form of SARS-CoV-2