El pasado 10 de octubre, la revista Forbes publicó una extensa entrevista con Donald Trump, presidente de los EE.UU., en la que este controversial, complejo empresario y ahora político comparte su particular visión sobre diversos temas.
En la entrevista, realizada por el periodista Randall Lane, con el título: Dentro de la cabeza de Trump: una entrevista exclusiva con el presidente, y la única teoría que explica todo”, (Inside Trump’s Head: An Exclusive Interview With the President, And The Single Theory That Explains Everything), se abordan diversos temas, los que Trump resuelve con la visión de corto alcance y la falta de tacto político y humano que lo caracterizan.
Dentro de los temas que se abordan en el texto, y que nos atañe de manera directa, está el referente al Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), al que Trump ha calificado en diversas ocasiones como uno de los peores acuerdos comerciales en los que han participado los EE.UU. y que, desde su punto de vista, más daño le han ocasionado a los ciudadanos y a la economía del país que lidera.
Recién entrando al tema del tratado de libre comercio, cuya cuarta ronda de negociaciones se llevará a cabo del 11 al 14 de octubre en Washington, D.C., Trump le comenta al reportero: “Creo que el TLCAN tendrá que ser concluido si vamos a hacerlo bueno, de lo contrario, creo que no se puede negociar mucho”.
Ampliando la visión que tiene sobre los tratados multilaterales, Trump comentó que es un honor y un gran acierto (según él, compartido por muchas más personas), haber tomado la decisión ejecutiva de retirar a los EE.UU. del Acuerdo Transpacífico (TPP), ya que el TPP equivale a un TLCAN en gran escala, lo que hubiera sido un desastre para su país.
«México no es nuestro amigo. Nos está ahogando económicamente». Frase pronunciada por Donald Trump el 16 de junio de 2015, durante el lanzamiento de su candidatura para las elecciones primarias del Partido Republicano.
Trump concluyó su alocución, comentando que lo que realmente le gusta son los acuerdos bilaterales, porque “al hacerlo de esta manera haces muchos más negocios, y si no funciona con un país, le das una notificación de 30 días, y renegocias, o no lo haces”.
Este último comentario no deja duda sobre la posición negociadora de Trump, que lejos de buscar desarrollar una relación de “ganar-ganar”, quiere hacer, lo que según el entrevistador Trump lleva haciendo toda la vida: acuerdos bilaterales, en los que siempre hay un ganador y un perdedor, lo que se opone frontalmente con nuestros intereses y con una una visión de liderazgo aperturista e incluyente, que observa y considera como prioridad el desarrollo de un mundo multicultural y multilateral.
Los negociadores rara vez buscan un acuerdo de ganar-ganar. Un acuerdo involucra a sólo dos partes y concluye generalmente con una de ellas, tomando ventaja sobre la otra, tanto que un ganar-ganar se considera una aberración notable. Donald Trump en Forbes
La visión “unilateral” de Trump en un mundo multilateral busca crear relaciones comerciales de corto plazo, sin involucrar a su país en inversiones de largo plazo que vayan más allá de su presidencia.
Según el reportero, Trump quiere dirigir al país más poderoso del mundo como si fuera la Organización Trump, en los que los EE.UU. (al igual que en sus empresas) siempre lleve la mejor tajada, lo que se contrapone directamente con la negociación o renegociación de acuerdos comerciales de largo plazo, cuyo principal objetivo es generar crecimiento y desarrollo igualitario para todos los participantes.
«México no se aprovechará más de nosotros. No tendrán más la frontera abierta. El más grande constructor del mundo soy yo y les voy a construir el muro más grande que jamás hayan visto. Y adivinen quién lo va a pagar: México». Aseveración emitida por Trump el 11 de mayo de 2015, en el South Carolina Freedom Summit.
Ante esta miope visión de estado, solamente nos queda esperar que los negociadores mexicanos, encabezados por el Lic. Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía de México, hagan no solamente el mejor esfuerzo, sino un esfuerzo absoluto para no permitir que, en la renegociación del TLCAN, seamos arrastrados al mundo Trump.