La historia real que impulsó a la periodista y escritora científica Rebecca Skloot a realizar una investigación sobre Henrietta Lacks y escribir este libro es apasionante y relativamente poco conocida.

Henrietta Lacks fue una mujer afroamericana que en 1951 fue diagnosticada con cáncer cervical en el Hospital Johns Hopkins, donde murió el 4 de octubre de 1951 a la edad de 31 años.

Durante su hospitalización y tratamiento, uno de los médicos tomó una muestra de sus células cancerosas, la que posteriormente le entregó al Dr. George Otto Gey, galeno que descubrió que las células de Henrietta hacían algo nunca visto; se mantenían vivas y crecían bajo cultivo celular, por lo que de alguna manera se les considera inmortales.

Las células HeLa (como se les denomina desde entonces), son ampliamente conocidas en el ámbito científico, ya que han sido utilizadas por múltiples investigadores para el desarrollo de la vacuna contra la poliomielitis, estudios de cáncer, SIDA, radiación, sustancias tóxicas, mapeo genético, cosméticos y adhesivos, entre miles de usos más.

Para entender el alcance de la utilidad científica que tienen las células “inmortales” HeLa, les comentamos que se han producido aproximadamente más de 20 toneladas de ellas, sin que la familia haya recibido remuneración alguna.

A partir del libro escrito por Skloot, HBO Films produjo una película para televisión con el título “The Inmortal Life of Henrietta Lacks”, estrenada el pasado mes de abril, y cuya protagonista principal es Oprah Winfrey. Hay aclarar que, desde mi punto de vista, la película no honra cabalmente a la novela, por lo que mi recomendación es meramente literaria.

Por: Manu Garrod, Consultor códigoF