No cabe duda de la importancia vital que para el correcto funcionamiento de las sociedades tienen los profesionales dedicados al cuidado de la salud, entre los que podemos mencionar a médicos, investigadores, psicólogos, psiquiatras, fisioterapeutas, enfermeras, camilleros y demás personal sanitario, los que con su dedicación ayudan a los pacientes a prevenir, restablecer su salud, o recibir los cuidados paliativos necesarios cuando su enfermedad se encuentra en fase terminal, ofreciéndoles también apoyo emocional a enfermos y familiares.
Si bien es cierto que en situaciones normales la práctica de la actividad sanitaria requiere una disposición de carácter orientada por completo hacia el bienestar de los demás, hay circunstancias que por sus características, como los conflictos armados, los desastres naturales los brotes epidémicos y por supuesto las pandemias, exigen de estos profesionales una entrega y un temple, que sin temor a equivocarnos es heroico.
“Si no cuidamos la seguridad del personal sanitario la epidemia será mucho peor. Morirá más gente, pues la persona que podría salvarlos no está. Debe ser una de las prioridades”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
En estos momentos de emergencia sanitaria e incertidumbre social, cuando los seres humanos de todo el orbe nos enfrentamos o nos preparamos para enfrentar a la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, la que hasta el momento de escribir esta nota ha provocado la infección de una cifra que rebasa las 332,000 personas, la muerte de más de 14,500 seres humanos y la afectación de 190 países, áreas o territorios, los profesionales de la salud son la primera línea de atención de los enfermos y los que corren un gran riesgo, ya sea por esta neumonía atípica o por todas las demás enfermedades bajo su cuidado, lo que los expone enormemente a contagiarse.
En un artículo previo, señalamos la cada vez más aguda carencia de equipamiento de protección sanitaria básica para los profesionales de la salud, lo que llevó al Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a solicitar a la industria especializada su ayuda para incrementar la producción de equipos de protección personal (EPP) en un 40%, al menos, para satisfacer la urgente demanda a nivel global.
“Sin cadenas de suministro seguras, el riesgo para los trabajadores sanitarios en todo el mundo es real. La industria y los gobiernos deben actuar con rapidez para estimular el suministro, reducir las restricciones a la exportación y poner en marcha medidas para detener la especulación y el acaparamiento. No podemos detener la COVID-19 sin proteger primero a los trabajadores sanitarios”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
El personal sanitario insuficiente, rebasado por el número de casos de personas infectadas por el COVID-19 y la atención de otros padecimientos; con faltantes de equipo de protección personal, fármacos, insumos de atención agotados y como cualquier otra persona preocupados por la salud de sus familiares, siguen trabajando por todos nosotros, mostrándonos el verdadero sentido del compromiso, la entrega y la lealtad.
La primera víctima del ámbito sanitario en fallecer por el COVID-19 fue el oftalmólogo chino de 33 años, Li Wenliang, miembro del Hospital Central de Wuhan, quien advirtiera inicialmente sobre la aparición de varios casos de una epidemia por una neumonía atípica ocasionada por coronavirus. Lejos de agradecer su perspicacia, Wenliang fue detenido por la policía, acusándolo de propalar comentarios falsos en Internet, los que podrían ser peligrosos para la sociedad. El oftalmólogo fue obligado a firmar, en presencia de dos oficiales, un documento en el que se le ordenaron detener “la difusión de los rumores”. El médico se contagió de coronavirus durante su práctica médica, fue internado en el área de cuidados intensivos del mismo hospital en el que trabajaba, falleciendo el 7 de febrero. El 19 de marzo y ante la oleada de indignación por el intento de ocultar información y denostar a Wenliang, la policía de Wuhan se vio obligada a pedir disculpas a la familia del fallecido.
Reconocemos en todo lo que vale la actuación de estos héroes anónimos. Gracias, muchas gracias.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes
Organización Mundial de la Salud.
La escasez de equipos de protección personal pone en peligro al personal sanitario en todo el mundo.
códigoF.
El incremento en la demanda, acaparamiento y compras de pánico de insumos sanitarios, incrementan el riesgo de contagio para los profesionales de la salud.
Europa Press.
La Policía de Wuhan pide perdón a la familia de Li Wenliang, el médico chino que alertó de la aparición del coronavirus.