Un apasionante estudio publicado el pasado 4 de febrero del presente año en la revista Nature Microbiology, con el nombre “The neuroactive potential of the human gut microbiota in quality of life and depression”, liderado por Sara Vieira-Silva y Jeroen Raes, miembros del Departamento de Microbiología e Inmunología del Instituto Rega de Investigación Médica, KU de la Universidad de Lovaina, Bélgica, y del Centro VIB de Microbiología, también en Lovaina, Bélgica, e integrado por un sólido equipo de científicos, concluyeron que existe una relación directa entre el metabolismo microbiano intestinal, la calidad de vida y la salud mental.

Es importante destacar que la comunicación bidireccional microbiota-intestinos-cerebro es un asunto explorado principalmente en modelos animales, por lo que el tema del potencial neuroactivo microbiano en seres humanos, aún tiene mucho camino por delante que recorrer.

Sin embargo, los investigadores concluyeron en este estudio que la ausencia o presencia de algunos tipos específicos de bacterias intestinales humanas se relacionan con la calidad de vida y la depresión, lo que sugiere que algunas de ellas son capaces de producir compuestos que inciden directamente en nuestro estado mental.

Para la realización del estudio, los investigadores recolectaron y analizaron las heces fecales de 1,054 personas inscritas en el Proyecto The Flemish Gut Flora, diagnosticadas con depresión, encontrando que en ellas había menor cantidad de la esperada de los géneros de bacterias, Coprococcus y las Dialister.

“La relación entre el metabolismo de los microbios del intestino y la salud mental es un tema controvertido en la investigación del microbioma. La noción de que los metabolitos (producidos por estos microbios) pueden interactuar con nuestro cerebro y por lo tanto influir en nuestro comportamiento además de nuestros sentimientos, es intrigante, pero la comunicación entre el microbioma intestinal y el cerebro se ha explorado principalmente en modelos animales, con la investigación en humanos mucho menos avanzada”. Jeroen Raes, uno de los dos autores principales del estudio.

Los investigadores cruzaron la información obtenida de las secuencias genómicas de los microbios presentes o ausentes en las heces de los individuos deprimidos y sanos, para determinar los que tienen la capacidad de producir sustancias que interactúan con nuestro sistema nervioso.  Entre otros hallazgos encontraron que algunos microorganismos tienen la capacidad de producir DOPAC, uno de los metabolismos de la dopamina, neurotransmisor asociado directamente con un mejor estado mental.

El conocimiento profundo y práctico de la relación entre la microbiota presente en el intestino humano y la salud es todavía un tema sobre el que los investigadores deberán trabajar largamente antes de poner en la mesa soluciones aterrizadas que se traduzcan en bienestar para las personas, sin embargo, cada vez quedan establecidas con mayor claridad las relaciones entre las bacterias y la salud.

Fuentes:

Nature Microbiology.
The neuroactive potential of the human gut microbiota in quality of life and depression.

VIB.
The Flemish Gut Flora project.