Amar la vida, o por su título en inglés “Wit”, es una película norteamericana para televisión, estrenada inicialmente en cines en el 2001, la que a pesar de los años transcurridos desde su estreno no ha perdido ni un ápice la fuerza de su mensaje y el conmovedor impacto de una historia que de una y otra manera se repite muchas veces en la vida real.

La cinta está basada en la obra literaria del mismo título, cuya autora Margaret Edson, ganó el Premio Pulitzer en 1999 por ella, siendo previamente interpretada en teatro por la extraordinaria actriz Kathleen Ann Chalfant.

Dirigida atinadamente por Mike Nichols, “Amar la vida” tiene en el papel central a Emma Thompson (coescritora del guión), y en los papeles de apoyo a Christopher Lloyd (en el papel del Dr. Harvey Kelekian) y a Eileen Atkins (en el rol de la Dra. Evelyn Ashford), entre otros destacados actores.

La narrativa se centra en la historia de Vivian Bearing (Emma Thompson), una profesora universitaria de literatura inglesa, que ve descarrilarse el curso de vida, cuando le es diagnosticado un cáncer de ovario en estadio IV metastásico.

Un elemento que encontrarán interesante en la película, es que el personaje de Thompson rompe frecuentemente la cuarta pared, para expresar sus sentimientos.

La cuarta pared es un muro imaginario que separa la vida de los personajes de la de los espectadores. Romperla, es establecer contacto directo con el público, buscando generar mayor intimidad e impacto.

Vale la pena comentarles que la película recibió de la crítica extraordinarios comentarios, alcanzando un puntaje del 83% (basado en la revisión de 12 críticos), en la página especializada en cine Rotten Tomatoes.

Entre otros comentarios, Eddie Cockrell, de Variety, calificó la película como “astuta y triunfante” y “enfocada, emocionalmente agotadora e inspiradora”.

Caryn James, de The New York Times, observó: «Emma Thompson ofrece una de sus actuaciones más brillantes como Vivian Bearing. El señor Nichols y la señora Thompson, han realizado cambios mínimos en la obra, pero que dan pie a una transformación relevante. Han conservado el lenguaje de la Sra. Edson y su enfoque intenso en la habitación del hospital de Vivian mientras ella soporta ocho meses de brutal quimioterapia experimental para el cáncer de ovario”.

Una gran película que nos recuerda la enormidad de la vida humana, pero también su fragilidad.