La mejora en la calidad de vida y la supervivencia de millones de personas en el mundo tiene una raíz concreta: la innovación farmacéutica. En las últimas cinco décadas, 73% del incremento en la esperanza de vida de la humanidad ha sido posible gracias al desarrollo de fármacos, según lo expuesto en la Cumbre Anual de la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA), celebrada en la Ciudad de México.

Entre los efectos más notables de estos avances, destacan la reducción del 47 % en muertes por enfermedades cardiovasculares y el aumento del 30 % en la supervivencia de personas con cáncer. Estas cifras reflejan el impacto tangible de los tratamientos innovadores, resultado directo de la investigación clínica rigurosa que verifica su “calidad, seguridad y eficacia”.

El rol estratégico de la investigación clínica

La consultora CIDI Salud, responsable del informe La visión de la investigación clínica en América Latina, presentó en el evento datos que muestran un crecimiento sostenido de los ensayos clínicos en los últimos quince años. Sin embargo, en la década más reciente, este crecimiento se ha estancado. Esta ralentización, advirtió Tomás Montalbán, director de la firma, “limita los beneficios para los pacientes y los países”.

La relación entre salud e inversión también fue destacada por Bruno Costa, vicepresidente regional de Johnson & Johnson: “por cada dólar que se invierte en salud, las naciones obtienen cuatro de retorno económico”. En otras palabras, el fortalecimiento del sistema de investigación clínica no solo salva vidas, sino que también genera valor económico.

Una región con potencial… y desafíos de acceso

Aunque persisten desafíos, América Latina está consolidando avances importantes en su integración al ecosistema global de innovación médica. De los más de 400 medicamentos innovadores aprobados globalmente entre 2014 y 2024, “el 44 % ya se encuentran disponibles en al menos un país de la región”, lo que evidencia una mayor incorporación de nuevas terapias a los sistemas de salud locales.

Este crecimiento en la disponibilidad refleja una apertura creciente de los países hacia los desarrollos terapéuticos más recientes. Además, “el 33 % de estos tratamientos ya están disponibles a través del sistema público de salud”, una cifra que si bien aún debe mejorar, representa un punto de partida valioso para seguir cerrando las brechas de acceso.

La tendencia hacia la digitalización de los procesos regulatorios, el fortalecimiento de capacidades clínicas y el impulso a modelos colaborativos entre gobierno, industria y sociedad civil son señales claras de una región decidida a reducir los tiempos y ampliar el alcance de la innovación médica.

El caso mexicano y su plan de expansión

El nuevo Informe de Competitividad e Inversión Biofarmacéutica (BCI) 2025, elaborado por Pugatch Consilium para FIFARMA, aporta una perspectiva detallada sobre la capacidad de atracción de inversiones biofarmacéuticas en América Latina.

México obtuvo un puntaje de 65,44 %, posicionándose entre los tres países mejor evaluados de la región. Destacó particularmente en:

  • Condiciones y estructura de investigación clínica: “72,96 %” – su categoría más fuerte.
  • Capacidades científicas e infraestructura: crecimiento de casi “12 %” desde 2017.

En el evento, la comisionada Armida Zúñiga mencionó que la Cofepris trabaja para elevar la inversión anual en estudios clínicos de 200 a 2 mil millones de dólares entre 2025 y 2030. La meta se alinea con el Plan México de la presidenta Claudia Sheinbaum, y contempla acciones como la reducción de tiempos regulatorios y la simplificación de trámites.

Los avances en infraestructura científica, el crecimiento sostenido en investigación clínica y la mayor disponibilidad de tratamientos innovadores son señales concretas de una región en movimiento. Para que los avances científicos se traduzcan en bienestar colectivo, es indispensable que los sistemas de salud de la región refuercen tres pilares fundamentales: financiamiento, acceso equitativo y protección de la innovación. Con voluntad política, cooperación multisectorial y una visión de largo plazo, América Latina tiene hoy la oportunidad real de consolidarse como un referente global en salud e investigación biomédica.

Fuentes:

La Jornada. (2025, mayo 23).
Por desarrollo de fármacos, 73% del aumento en esperanza de vida.

FIFARMA. (2025, mayo 26).
Llamado a la acción desde FIFARMA: el futuro de la salud en América Latina necesita de avances en acceso, innovación e inversión. PR Newswire.

FIFARMA & IQVIA. (2025).
Patient W.A.I.T Indicator 2025: Disponibilidad y acceso a medicamentos innovadores en América Latina. Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA).

Pugatch Consilium. (2025).
Biopharmaceutical Competitiveness & Investment (BCI) 2025: Latin America Special Report. Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA).