El pasado 26 de noviembre, múltiples medios de comunicación informaron que un equipo de científicos chinos, liderados por el genetista He Jiankui, investigador de la Southern University of Science and Technology of China (SUSTech) en Shenzhen, habían conseguido crear los primeros bebés modificados genéticamente en estado embrionario, utilizando el sistema de edición conocido como CRISPR.

El acrónimo CRISPR proviene de las palabras “Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats”, lo que en español se denomina: Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas.

Según Jiankui, el único objetivo y la justificación para la realización de esta intervención genética fue la de modificar el gen CCR5 para conseguir que las bebés, nacidas semanas atrás, sean inmunes al VIH, la viruela y el cólera, lo que ha desatado una serie de reacciones encontradas en la comunidad científica internacional, una vez que el procedimiento rebasa los límites éticos y legales, establecidos para acotar la experimentación con embriones humanos, lo que está tajantemente prohibido en los EE.UU., Canadá y los países del continente europeo, por mencionar algunos de ellos.

Video tomado de: www.elpais.com
Para ampliar la visión sobre las diferentes posiciones acerca del trabajo realizado por Jiankui y su equipo, rescatamos algunas de las declaraciones vertidas en diversos medios sobre el tema:

“Su trabajo ha violado seriamente la ética y los estándares académicos y vamos a investigarlo» Southern University of Science and Technology of China in Shenzhen.

“Creemos que esto es ético”. Lin Zhitong, miembro del panel de ética del Harmonicare Women’s and Children’s Hospital.

“Más de 120 científicos chinos firmaron una carta en la que condenaban el trabajo de He Jiankui, y piden nuevas leyes chinas para evitar trabajos similares”. Fortune. Hallie Detrick

“Los participantes en el estudio no son especialistas en ética, pero tienen tanta autoridad sobre lo que es correcto y lo que no lo es, porque es su vida (la de sus hijos realmente) la que está en riesgo”


“Es inconcebible… un experimento con seres humanos que no es moral ni éticamente defendible”
. Dr. Kiran Musunuru, experto en edición genética de la Universidad de Pennsylvania, EE. UU.

“Si es cierto, este experimento es monstruoso. Los embriones estaban sanos, sin enfermedades conocidas. La edición genética en sí misma es experimental y todavía está asociada con mutaciones no buscadas, capaces de causar problemas genéticos en etapas tempranas y tardías de la vida, incluido el desarrollo de cáncer» Julian Savulescu, profesor de la Universidad de Oxford, EE. UU.

“No usamos la edición genética para eliminar enfermedades en humanos porque todavía no sabemos hacerlo suficientemente bien, de manera eficaz ni completamente segura”. Susana Balcells Comas. Investigadora del Departamento de Genética, Microbiología y Estadística, Universitat de Barcelona y del CIBERER (Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Raras).

El anuncio provocó incluso el rechazo de las autoridades científicas de Shenzhen, las que informaron no haber otorgado (ni recibido la petición) a este equipo de científicos la autorización necesaria para la realización del experimento, aunque la legislación China que norma la realización de este tipo de prácticas es, a decir de los especialistas en la materia, es bastante laxa.

Hasta el momento de la redacción de este artículo, He Jiankui y su equipo no habían publicado los resultados de su investigación en ningún medio científico acreditado internacionalmente, aunque el 25 de noviembre se publicó una nota sobre el mismo en la revista MIT Technology Review, con el título “EXCLUSIVE: Chinese scientists are creating CRISPR babies” cuyo autor es Antonio Regalado, el que hace referencia a la noticia publicada previamente por Associated Press: “Chinese researcher claims first gene-edited babies”, firmada por Marilynn Marchione.

Más allá del mero interés y justificación científica expresados por He Jiankui, aparentemente subyacen intereses financieros, ya que el controvertido científico, es socio de dos empresas dedicadas a la investigación genética, las que podrían verse directamente beneficiadas.

La realización de este estudio pone sobre la mesa argumentativa varios temas a discusión. El primero de ellos es de orden ético.

Algunos especialistas cuestionan si los verdaderos intereses del investigador chino son la ciencia y la salud, o realmente es un primer intento para avanzar en el negocio del diseño de seres humanos “superiores”. Con respecto a ello, los científicos consideran que la intervención genética embrionaria es completamente diferente de la que busca corregir algún defecto o padecimiento presente en seres humanos nacidos, como las investigaciones en proceso de desarrollo que buscan restablecer la pérdida de audición de origen hereditario (causada por el Síndrome de Usher) o la retinosis pigmentaria, un trastorno ocular que progresiva e irremediablemente deteriora la visión, hasta llegar a la ceguera.

El segundo tema son las consecuencias desconocidas que la edición genética podría llegar a provocar y que desde el punto de vista de un equipo de investigadores del Reino Unido, son sumamente peligrosas. Estos investigadores realizaron un estudio para determinar los impactos colaterales de la alteración genética, conclusiones que fueron publicadas el pasado 16 de julio en la revista Nature biotechnology con el título: “Repair of double-strand breaks induced by CRISPR–Cas9 leads to large deletions and complex rearrangements”. Los científicos concluyeron que el uso de la la edición genética (realizada en ratones de laboratorio), produjo mutagénesis significativa en el objetivo, así como grandes deleciones (mutaciones genéticas consistentes en la pérdida de uno o más nucleótidos de la secuencia del ADN), lo que podrían tener consecuencias patogénicas, o en lenguaje llano, provocar el desarrollo de otras enfermedades en seres humanos.

“Especulamos que las evaluaciones actuales pueden haber pasado por alto una proporción sustancial de genotipos potenciales generados por corte y reparación de Cas9 en el objetivo, algunos de los cuales pueden tener posibles consecuencias patogénicas después de la edición somática de grandes poblaciones de células mitóticamente activas”. Nature biotechnology.

Las declaraciones realizadas por He Jiankui, han avivado intensamente el debate internacional sobre los límites, el impacto y las implicaciones éticas, científicas, sociales y sanitarias de la edición genética, la que en palabras del oncólogo y escritor estadounidense Siddhartha Mukherjee, ganador del Premio Pulitzer en 2010 por su biografía novelada del cáncer: “El emperador de todos los males”, podría llegar a convertirse en un “artículo de lujo” exclusivo para los sectores económicamente más poderosos y menos numerosos (1% de la población actual), ayudando a desarrollar una subclase genética superior y en consecuencia una sociedad futura con mayores y profundas desigualdades.

Por: Manuel García Rodríguez

Fuentes:

Diario EL País. Científicos chinos aseguran haber creado los primeros bebés modificados genéticamente. Macarena Vidal Liy. 26 de noviembre del 2018.

MIT Technology Review. EXCLUSIVE: Chinese scientists are creating CRISPR babies. A daring effort is under way to create the first children whose DNA has been tailored using gene editing. Antonio Regalado. 25 de noviembre de 2018.

Fortune. How the World Reacted to Claim of China’s Genetically Engineered Babies. Hallie Detrick.

Diario El País. ¿Por qué no se usa ya la modificación genética para eliminar las enfermedades? Susana Balcell Comas. 10 de julio del 2018

Nature Biotechnology. Repair of double-strand breaks induced by CRISPR–Cas9 leads to large deletions and complex rearrangements. Nature Biotechnology. Volume 36, pages 765–771 (2018).

Diario El País. El acceso a la genética podría crear una clase social superior. Daniel Mediavilla. 22 de junio del 2017.

CNN. Chinese scientist claims world’s first gene-edited babies, amid denial from hospital and international outcry. Updated 1:28 AM ET, Tue November 27, 2018.

The Guardian. ‘Of course it’s not ethical’: shock at gene-edited baby claims.