Demencia con cuerpos de Lewy: padecimiento de difícil diagnóstico.

La demencia por cuerpos de Lewy es una enfermedad neurodegenerativa poco conocida para el público en general, a pesar de ser la segunda causa de demencia después del Alzheimer, quizá el caso más sonado -hasta ahora- de este padecimiento, ha sido el de Robin Williams (21 de julio de 1951 – 11 de agosto de 2014), uno de los actores con mayor proyección a nivel mundial gracias a su carismática personalidad, ganador de un premio Oscar y otros múltiples galardones y reconocimientos más, que se suicidó hace seis años, agobiado por la progresiva destrucción de sus capacidades mentales y físicas que le ocasionó la demencia por cuerpos de Lewy.

“La demencia es una enfermedad neurodegenerativa, con diversas causas, que afecta progresivamente la memoria, el pensamiento y la habilidad para realizar actividades de la vida diaria y conduce a un estado de discapacidad y dependencia”: Academia Nacional de Medicina de México.

La demencia con cuerpos de Lewy (DLB, por sus siglas en inglés) es la segunda forma más común de demencia degenerativa, en la que las neuronas en la sustancia negra (parte del cerebro que tiene un papel importante en el movimiento) que producen dopamina mueren o se deterioran severamente, y muchas de las neuronas en la corteza del cerebro contienen cuerpos de Lewy. Los síntomas, como las dificultades para dormir, la pérdida de olfato y las alucinaciones visuales, a menudo preceden a los problemas de movimiento y otros más hasta por una década. Progresivamente, algunos signos y síntomas serán similares a los de la enfermedad de Alzheimer, incluyendo la pérdida de memoria, falta de criterio y confusión, y otros se parecerán a los de la enfermedad de Parkinson, como las dificultades motoras y posturales, caminar arrastrando los pies, los cambios en el estado de alerta y atención.

Durante las primeras etapas de la demencia con cuerpos de Lewy, los síntomas pueden ser tan leves, que permiten que las personas afectadas desarrollen su vida diaria con cierta normalidad, pero a medida que la enfermedad progresa, los sujetos afectados requieren cada vez más ayuda, hasta ser incapaces de cuidarse a sí mismos.

Estimaciones recientes, sugieren que la demencia con cuerpos de Lewy representa del 4% al 16% de los casos de demencia, aunque se sospecha que las verdaderas tasas de prevalencia son mayores.

Vale la pena anotar que el riesgo de padecer demencia por cuerpos de Lewy se incrementa después de los sesenta años de edad, pues al igual que las demás demencias, el principal factor de riesgo es la edad, aunque puede presentarse antes de ese umbral. Sin embargo, las personas con antecedentes familiares de este padecimiento, tienen más posibilidades de padecerla.

Entre las funciones que este padecimiento afecta, están:

• Memoria.
• Habilidades del lenguaje.
• Percepción visual (la habilidad para interpretar y comprender lo que se ve).
• Solución de problemas simples.
• Realización de las tareas cotidianas.
• La habilidad para enfocarse y prestar atención.

Es interesante anotar que la demencia por cuerpos de Lewy es difícil de diagnosticar con total precisión, ya que su sintomatología es muy parecida a la ocasionada por la enfermedad de Alzheimer y el Parkinson. Son tan grandes sus similitudes, que muchos científicos consideran que los tres padecimientos están relacionados.

Hay que aclarar que esta enfermedad no tiene actualmente cura, pero existen diversos fármacos que ayudan a mejorar la sintomatología, pero no detener su avance.

En los EE. UU., opera el Consorcio de Biomarcadores para los Cuerpos de Lewy (Lewy Body Biomarkers Consortium), creado para ampliar la recolección de datos clínicos y muestras biológicas en el Programa de Biomarcadores de la Enfermedad de Parkinson del  Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés) para incluir datos de personas diagnosticadas con demencia con cuerpos de Lewy. Los sistemas estandarizados de investigación y recopilación de datos y presentación de informes facilitarán que los investigadores compartan y confirmen sus investigaciones.

Cabe mencionar que, de acuerdo con los resultados obtenidos en el estudio “Baja frecuencia clínica de la demencia por cuerpos de Lewy en el Instituto de Neurología de México”, publicado en la revista Elsevier, los tipos de demencia con componente vascular tienen en nuestro país mayor prevalencia que los relacionados con procesos neurodegenerativos, comparados con la casuística (observación de los fenómenos naturales, para desarrollar teorías) internacional.

Además, conforme diversos actores lo han manifestado, recientemente se observa en nuestro país un aumento en la incidencia de las demencias, lo que debe ser considerado como un problema nacional de salud de atención prioritaria. “Debemos tomar medidas urgentes que permitan el desarrollo y la implementación de estrategias enfocadas a la prevención y reducción de factores de riesgo, al diagnóstico oportuno, al tratamiento médico integral, así como a intervenciones sociales y psicológicas que cuenten con algún nivel exitoso de evidencia”: Academia Nacional de Medicina de México.

Finalmente, estas estrategias deben considerar la realidad de nuestro país, deben incluir a la familia y sobretodo a los cuidadores, desde “un abordaje profundamente humanístico y compasivo, centrado en la persona y preocupado por la calidad de la atención”, como lo menciona el Instituto Nacional de Geriatría de la Secretaría de Salud en México, quien en 2015, hizo una propuesta para el Plan de Acción Alzheimer y otras demencias.

En México, 52% de los hogares urbanos, tienen al menos un integrante en condición de dependencia, de acuerdo con la más reciente Encuesta Laboral y de Corresponsabilidad Social (2012) del INEGI.