Sus signos y síntomas son cansancio sin causa evidente, apatía, desgano, pérdida de energía, irritabilidad, pensamientos negativos y derrotistas, además de cambios en los hábitos y patrones del sueño y de la alimentación, por lo que debe ser atendida

Estamos en una de las temporadas más ambivalentes del año.

Una de las caras de la reluciente moneda decembrina se viste de color, celebraciones, música, fiestas, posadas, comidas, brindis, abrazos, buenos deseos y regalos, pero la otra nos enfrenta al profundo dolor de tener que enfrentarnos con todas las pérdidas que hayamos sufrido, lo que en muchas ocasiones conlleva un amargo sentimiento de frustración, sufrimiento y soledad que puede conducirnos a padecer un Trastorno Afectivo Emocional (TAE), en este caso conocido como depresión decembrina, o agravar una depresión preexistente, poniendo en grave riesgo la vida de la persona que la padece.

“Las personas con más posibilidades de sufrir depresión estacional son quienes tienen ya diagnosticada alguna enfermedad psicológica o trastorno bipolar, niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores, quienes viven solas, aisladas o son inestables emocionalmente”. Instituto Mexicano del Seguro Social

Hay que considerar que al mismo tiempo que disminuye progresivamente la luz solar que llega al hipotálamo, y los días se tornan más grises, oscuros y fríos –lo que se traduce en una menor cantidad en la producción de serotonina, una sustancia química que promueve el equilibrio de nuestro estado de ánimo–, la mercadotecnia nos impulsa a creer que, casi por obligación, tenemos que sentirnos felices, e incluso exultantes, lo que es frustrante para quienes por alguna razón no se sienten así.

Los invitamos a escuchar en CódigoF el podcast los dos últimos lunes del año (23 y 30) los interesantes programas sobre el suicidio y cómo prevenirlo, en los que conversamos ampliamente con la psicóloga Carolina Santillán Torres-Torija, Supervisora Académica de la estrategia Crisis, Emergencias y Atención al Suicidio de la UNAM FESI, y asesora externa del Programa Nacional para la Prevención del Suicidio. 

Lo cierto es que esta época nos confronta con nuestras pérdidas y nuestros duelos, obligándonos a releer –no siempre de una manera aterrizada y racional– los proyectos y las metas que nos fijamos a lo largo del año que concluye y no cumplimos, así como a extrañar a quienes no están con nosotros, ya sea de manera definitiva o temporal, provocándonos un vacío existencial que no siempre sabemos o podemos gestionar de manera adecuada.

Como debería ocurrir con cualquier otro desorden emocional persistente, la depresión decembrina no debe ser ignorada. Si los sentimientos de tristeza, falta de energía, desinterés por las cosas, actividades y personas que antes nos entusiasmaban, cambios en los patrones del sueño y alimentación, y los pensamientos que nos hacen creer que somos un estorbo para los demás, que todos estarían mejor sin nosotros, y que sobramos en esta vida, persisten, hay que acudir en busca de ayuda psicológica o psiquiátrica profesional que nos ayude a enfrentar nuestras pérdidas, resignificarlas y seguir adelante con nuestras vidas, sabiendo que más allá del dolor y la desesperación, hay cosas y personas por las que vale la pena respirar, y vivir.

Si se siente deprimido, tiene o ha tenidos pensamientos suicidas, o conoce a alguna persona en riesgo de privarse de la vida, puede recurrir a consulta privada, o comunicarse a la Línea de la vida:

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Instituto Mexicano del Seguro Social. (s.f.).
Prevenir y atender en temporada invernal casos de depresión.

Secretaría de Salud. (20 de junio de 2021).
Línea de la Vida, ayuda profesional para personas con depresión.

Comisión Nacional contra las Adicciones. (5 de septiembre de 2023).
Centro de Atención Ciudadana la Línea de la Vida.

Gaceta UNAM. (9 de diciembre de 2024).
Las tristezas decembrinas, por la depresión estacional.

Ciencia UNAM. (20 de diciembre de 2017).
Depresión Decembrina: cuando las fiestas de fin de año no son motivo de felicidad