Se estima que para el 2040, la enfermedad renal crónica (ERC) será la quinta causa de años de vida perdidos por enfermedad

A nivel global, y como lo hacemos cada año el segundo jueves de marzo, celebramos el Día Mundial del Riñón, una iniciativa que busca crear conciencia en el mayor número de personas acerca de la importancia vital que tienen para nuestra calidad y expectativa de vida estos órganos, qué factores de riesgo los amenazan, qué medidas preventivas debemos observar para protegerlos y mantenerlos sanos, pero si lamentablemente ya están afectados por alguna enfermedad renal, qué debemos hacer.

“La enfermedad renal crónica, también llamada insuficiencia renal crónica, describe la pérdida gradual de la función renal. Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que luego son excretados en la orina. Cuando la enfermedad renal crónica alcanza una etapa avanzada, niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y los desechos pueden acumularse en el cuerpo”. Organización Panamericana de la Salud

La organización World Kidney Day asegura que la enfermedad renal crónica (ERC) afecta aproximadamente a 850 millones de personas en todo el mundo, y que, de no ser detectada y tratada oportunamente, esta puede conducir a una falla renal, ocasionando graves complicaciones y muerte prematura.

La enfermedad renal crónica en nuestro país

En México, y de acuerdo con información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2024, los fallecimientos totales por insuficiencia renal ocuparon la décima posición entre otras causas de muerte, coincidiendo con el número de fallecimientos de hombres, pero en la novena posición en mujeres.

Factores de riesgo más importantes para el desarrollo potencial de la enfermedad renal crónica

  • diabetes
  • hipertensión
  • enfermedad cardiovascular
  • obesidad
  • historia de enfermedad renal
  • falla renal aguda
  • enfermedad renal asociada con el embarazo
  • enfermedades autoinmunes (como lupus eritematoso o vasculitis)
  • haber nacido prematuramente, o con bajo peso al nacer
  • obstrucción del tracto urinario
  • presencia de cálculos renales frecuentes
  • defectos al nacimiento que afectan al tracto urinario o a los riñones

En las naciones de bajos y medios ingresos, la presencia de la enfermedad renal crónica se asocia con el estrés por calor en trabajadores agrícolas, picaduras por serpientes, toxinas ambientales, remedios tradicionales, infecciones como hepatitis B o C, VIH, o parásitos.

Como ocurre en todas las enfermedades, la detección oportuna le da la oportunidad a los médicos de atender el problema de manera temprana, y con un mejor pronóstico, por lo que es recomendable, y sobre todo sabiendo que no tenemos una orientación preventiva sobre el cuidado de nuestra salud, hacernos alguna de las siguientes pruebas de diagnóstico:

  • Medición de la presión arterial para detectar y, en su caso, controlar la presión arterial
  • Determinar el índice de masa corporal (IMC)
  • Prueba en orina:
    – Medición de albúmina en orina (albuminuria para evaluar daño renal. La relación albúmina creatinina urinaria (RACu) es el método de elección.
  •  Prueba de sangre:
    – Hemoglobina glucosilada o glucosa en ayuno para detectar la posibilidad de diabetes tipo 2.
    – Creatinina sérica (mas exacta si adicionalmente se mide cistatina C) para estimar la tasa de filtración glomerular que permite evaluar la función renal.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

World Kidney Day. (2025).
Una campaña de concientización global dirigida a crear consciencia sobre la importancia de nuestros riñones.

INEGI. (24 de enero de 2024).
Comunicado de prensa número 26/24. ESTADÍSTICAS DE DEFUNCIONES REGISTRADAS (EDR).

Organización Panamericana de la Salud. (s.f.).
Enfermedad crónica del riñón.