“Los humanos somos una especie social. Dependemos en gran medida de los demás desde que nacemos. Sentirse socialmente aislado es una situación muy estresante”. Dra. Elizabeth Necka
En términos generales, sabemos que el aislamiento social es un importante factor de riesgo para el desarrollo de diversas patologías, afectando, además de la calidad, también la expectativa de vida de quien vive en mayor o menor medida socialmente incomunicado, independientemente de qué tan buenos hábitos de vida tenga.
Tomando en cuenta lo anterior, podemos afirmar que las personas que tienen mejores redes sociales generalmente disfrutan de vidas más prolongadas, y presentan menores riesgos de sufrir problemas de salud graves, entre los que se incluyen las afecciones mentales como la ansiedad, la depresión y el deterioro cognitivo, entre otros más.
“Algunas personas pueden estar socialmente aisladas objetivamente, pero no sentirse solas. Pueden disfrutar de la soledad. Otras pueden estar rodeadas de gente y, sin embargo, sentirse muy solas porque esas relaciones no les resultan satisfactorias”. Doctora Elizabeth Necka, experta en ciencias sociales y del comportamiento del los Institutos Nacionales de Salud de los EE. UU.
Aunque los datos que compartiré a continuación con ustedes se refieren exclusivamente a los EE. UU., es interesante saber que, a pesar de vivir en una era que nos provee de diferentes recursos tecnológicos para estar aparentemente más y mejor comunicados, alrededor de 1 de cada 3 adultos en esa nación afirma sentirse solo, y aproximadamente 1 de cada 4 manifestó carecer de apoyo social y emocional que mejore y le dé sentido a su vida.
“Las personas socialmente aisladas o que se sienten solas tienen más probabilidades de padecer enfermedades cardíacas, obesidad, hipertensión, depresión o ansiedad. También tienen un mayor riesgo de padecer Alzheimer u otros tipos de demencia, y de morir prematuramente”. Institutos Nacionales de Salud de los EE. UU.
Además de la edad avanzada, aunque también ocurre en la adultez joven, hay diferentes factores que potencian o favorecen el aislamiento social, como una mala economía, el haberse jubilado, la pérdida de la pareja o de un ser querido por muerte o separación, las dificultades motrices, la pérdida de visión y audición, y aunque suene extraño, la falta de piezas dentales, y vivir en zonas peligrosas o aisladas.
“Sabemos lo suficiente para afirmar con certidumbre que el aislamiento social y la soledad que generalmente afrontan las personas mayores en la mayoría de las regiones del mundo, tiene graves consecuencias para su salud física y mental y longevidad, y que deberíamos, por lo tanto, invertir en intervenciones y estrategias efectivas para reducir el aislamiento social y la soledad en este segmento poblacional”. Organización Mundial de la Salud. Social isolation and loneliness among older people: advocacy brief.
Cerramos esta nota con la siguiente reflexión: “Si ves a alguien en tu comunidad, tal vez un adulto mayor que vive solo o un padre o madre soltero, acércate y pregúntale qué necesita. Hazle saber que estás disponible. Ofrécete a llevarle la cena, jugar a las cartas u otras cosas. Podemos ponernos en contacto y ayudarnos mutuamente a conectarnos”.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF
Fuentes:
Institutos Nacionales de Salud. (Marzo de 2025).
Construir vínculos sociales para proteger la salud.
National Library of Medicine. (30 de abril de 2024).
Do We Become More Lonely With Age? A Coordinated Data Analysis of Nine Longitudinal Studies
National Library of Medicine. (5 de septiembre de 2021).
Why the cognitive «fountain of youth» may be upstream: Pathways to dementia risk and resilience through social connectedness.
National Institute of Aging. (14 de noviembre de 2024).
Soledad y aislamiento social: Sugerencias para mantener las conexiones sociales.
códigoF. (24 de enero de 2023).
La soledad y el aislamiento social son factores de riesgo que impulsan los fallecimientos prematuros.