El impacto político, económico y social ocasionado por la insoslayable declaración de Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional (PHEIC, Public Health Emergency of International Concern), emitida el pasado 30 de enero por el Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a causa de la expansión del 2019-nCoV fuera del territorio chino, y el miedo derivado de información sin sustento científico, alimentan un caldo de cultivo a nivel global tan peligroso y dañino que podría equipararse al del virus mismo.

El cierre de los 4 250 km de la frontera entre la República Popular de China y Rusia, decretado unilateralmente por esta última nación; la suspensión de vuelos hacia ese país asiático y provenientes de esa nación por una lista cada vez más grande de aerolíneas, entre las que destacan British Airways, Iberia (española), Lufthansa (alemana), Qantas (australiana), aerolíneas vietnamitas de Uzbekistán, Turkmenistán e Irán; la prohibición de acceso por 14 días (en algunos casos durante mayor tiempo) de ciudadanos chinos o de otras nacionalidades que hayan estado durante las dos últimas semanas en territorio chino a múltiples países, si no demuestran tener familiares directos residentes en las naciones a las que intentan entrar, como el decretado por los gobiernos de los EE. UU., Australia, El Salvador, Mongolia, Italia o Singapur; el intempestivo éxodo de residentes extranjeros que residían por alguna razón en China, son algunas muestras del cada vez mayor aislamiento en el que está sumido este país asiático, segunda economía del mundo.

Aparentemente de poco o nada o poco han servido las palabras del Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, en las que insta al resto de las naciones a tomar acciones racionales y solidarias que ayuden a combatir y controlar la epidemia del nuevo coronavirus, sin generar aislamiento, caos y conflictos, asegurando que el gobierno chino está poniendo el mayor esfuerzo y los recursos financieros necesarios para detener el avance de esta pandemia:

“Apreciamos la seriedad con la que China está tomando este brote, especialmente el compromiso del liderazgo superior y la transparencia que han demostrado, incluido el intercambio de datos y la secuencia genética del virus. La OMS está trabajando estrechamente con el gobierno en medidas para comprender el virus y limitar la transmisión. La OMS seguirá trabajando codo a codo con China y todos los demás países para proteger la salud y mantener a las personas seguras”.

El miedo ha alcanzado cotas tan altas, que el rechazo a las personas de origen chino se manifiesta de maneras irracionales y absurdas, como el percance ocurrido durante un vuelo aéreo, cuando los ciudadanos japoneses que viajaban en él se amotinaron al percatarse que había un grupo de pasajeros procedentes de la provincia de Hubei, China; ataques xenófobos en Italia, Francia, el Reino Unido y Canadá, por mencionar solamente países con una alta afluencia turística china; la negativa a ser atendidos en comercios, bares y restaurantes por empleados chinos; y la exigencia de un grupo de padres de familia que en una institución educativa en Ontario, exigieron al consejo escolar que los hijos de las familias que hubiesen regresado recientemente de China no acudieran a clases, permaneciendo en cuarentena domiciliaria por un periodo mínimo de 17 días.

No es nada nuevo que el temor alimentado por creencias falsas y equivocadas es un motor de discordia sumamente poderoso, lo que puede ser constatado fácilmente en los sucesos más oscuros de la historia de la humanidad.

La epidemia pone a prueba no solamente la capacidad de los sistemas sanitarios locales y el liderazgo de las instancias de salud a nivel internacional para enfrentar el virus y minimizar al máximo posible el número de contagios y muertes, si no la capacidad de los seres humanos para actuar de manera racional, empática y solidaria:

“Es tiempo para los hechos, no para el miedo. Es tiempo para la ciencia, no para los rumores. Es tiempo para la solidaridad, no para los estigmas”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud.
La OMS y los dirigentes de China debaten sobre los próximos pasos en la batalla contra el brote por coronavirus.

Organización Mundial de la Salud.
Novel Coronavirus(2019-nCoV) Situation Report – 9.

Organización Mundial de la Salud.
Statement on the second meeting of the International Health Regulations (2005) Emergency Committee regarding the outbreak of novel coronavirus (2019-nCoV).

OMS
Novel Coronavirus(2019-nCoV) Situation Report – 13.