La decisión de comprar fármacos en el extranjero pone en riesgo la salud de los mexicanos, golpea a la economía y debilita a un sector estratégico consolidado.

No es un misterio que la pandemia en la que prácticamente todos los países del mundo estamos en mayor o menor medida y gravedad inmersos, ha traído un enorme daño a la economía y a la salud, por lo que es natural, e incluso deseado, que los líderes políticos de cada nación incentiven y fortalezcan la producción de bienes y el consumo interno para reactivar sus economías, generando nuevos empleos y manteniendo los que aún no se han perdido.

En el ámbito de nuestro país, y ante la brutal caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 17.3% en el segundo trimestre del 2020 (versus el trimestre previo) información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), México acumula doce meses consecutivos de contracción económica, sin que hasta el momento se avizoren decisiones que modifiquen el rumbo.

Es necesario comentar que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que durante abril y mayo se perdieron alrededor de 900 000 empleos formales, cifra que no incluye el menoscabo del empleo e ingresos de quienes laboran en el comercio informal, actividad que en nuestro país concentra aproximadamente el 60% del quehacer económico. Para el Inegi, la cifra de empleos e ingresos perdidos alcanza al menos a 12 millones de personas en abril, los que en estos momentos no encuentran, por decirlo de alguna manera, la salida a este laberinto, situación que ha llevado a la pobreza, y en algunos casos a la pobreza extrema, a cada vez más mexicanos.

Si bien es cierto que la situación económica de este año se vio agravada por la pandemia, es necesario asentar que muchas de las decisiones políticas no han estado a la altura de las circunstancias, como la reciente aprobación de la iniciativa presidencial para adquirir en el extranjero alrededor de 60 mil millones de pesos para el bienio 2021-2022 en fármacos, vacunas y equipos médicos, ignorando la participación de la sólida industria farmacéutica de nuestro país, la que desde hace décadas abastece con oportunidad y productos de calidad el mercado nacional, y que en múltiples ocasiones le ha ofrecido, y le sigue ofertando a la nueva administración, su total disposición y amplia experiencia en la materia.

Al respecto del nacionalismo racional y la reactivación de la economía, vale la pena comentar las decisiones tomadas por Donald Trump, presidente de los Estado Unidos de Norteamérica para fortalecer la producción interna de fármacos, insumos para la salud y equipos médicos, así como la postura del gobierno de la India, cuyo gobierno lanzó diversas iniciativas para impulsar la producción local de medicamentos y dispositivos médicos a granel, sobre lo que Sadananda Gowda, ministro federal de productos químicos y fertilizantes, comentó hace algunos días en un tuit: “El objetivo es hacer que la India sea autosuficiente en la producción de 53 principios activos farmacéuticos (API, por sus siglas en inglés) o ingredientes de principios farmacéuticos activos (KSM, por sus siglas en inglés) y en la producción de dispositivos médicos, de los que actualmente depende la India de las importaciones”.

“Estados Unidos debe tener una base industrial de salud pública sólida con cadenas de suministro nacionales resistentes para medicamentos esenciales, contramedidas médicas e insumos críticos que se consideren necesarios para Estados Unidos. Estas cadenas de suministro nacionales deben ser capaces de cumplir con los requisitos de seguridad nacional para responder a las amenazas que surgen de las amenazas y las emergencias de salud pública, incluidas las enfermedades infecciosas emergentes como COVID-19. Es fundamental que reduzcamos nuestra dependencia de los fabricantes extranjeros de medicamentos esenciales, contramedidas médicas e insumos críticos para garantizar una producción nacional suficiente y confiable a largo plazo de estos productos, para minimizar la posible escasez y para movilizar la base industrial de salud pública de nuestra nación para responder a estas amenazas”. Orden Ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

Regresando a la delicada situación sobre la decisión de no recurrir a la industria farmacéutica en nuestro país para solucionar el abasto de los fármacos que nuestra población requiere, es necesario comentar que los argumentos esgrimidos por el titular del ejecutivo se anclan reiteradamente sobre una plataforma acusatoria, en la que asegura que su gobierno no será rehén de los grupos (refiriéndose a la Industria Farmacéutica): “que lucraban, que vendían hasta medicamentos adulterados, caducos, que acaparaban todas las compras del gobierno, laboratorios muy famosos que pensaban que por tener muy buenas relaciones con medios y con campañas de desprestigio, nos iban a doblegar”.

“No va a haber (corrupción), no hay, eso ya se terminó, y pueden decir que no se acaba por decreto, la corrupción se va a terminar porque no se va a permitir a nadie que haga negocios al amparo del poder público, se acabó la corrupción, me canso ganso”. Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

Sin embargo, y como lo ha expresado en diversas ocasiones y múltiples plataformas, Rafael Gual Cosío, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), estas acusaciones se sustentan únicamente en la palabra del mandatario y de algunos de sus correligionarios, sin que exista ninguna prueba contundente que las respalde, ni haya ningún proceso legal en curso por motivos de corrupción que involucre a alguna de las empresas que forman este importante sector de la economía, considerado en nuestro país, como en otras naciones a nivel mundial, como estratégico.

“México es uno de los pocos países en el mundo que cuenta con el mayor índice de soberanía en materia de medicamentos. Tenemos una planta industrial muy sólida, muy consolidada, de muchos años, estamos hablando de décadas. En esta pandemia nos hemos dado cuenta de que es imprescindible tener una industria farmacéutica, es estratégico, porque necesitamos los medicamentos en tiempo y forma y de buena calidad y eso solo se logra con una buena planeación y teniendo a la planta industria aquí en México”. Rafael Gual Cosío, director general de la CANIFARMA.

Al respecto, vale la pena recordar que la industria farmacéutica mexicana ha sido también señalada como responsable del desabasto que desde hace meses afecta a los pacientes mexicanos.

Al respecto, Gual Cosío comentó que el desabasto no es responsabilidad de la industria farmacéutica mexicana, la que cuenta con la capacidad de producción instalada y la experiencia demostrada suficiente para abastecer al mercado nacional, e incluso exportar fármacos a otras naciones, así como la total disposición de seguir colaborando con el gobierno federal, como lo ha hecho permanentemente. “Con la pandemia, ha quedado de manifiesto la importancia de tener una industria farmacéutica en México que puedo abastecer los medicamentos que se requieren en el momento”.

“Desde que asumió la nueva administración se ha satanizado a toda la industria farmacéutica nacional, se le ha acusado de corrupción; lo que hemos dicho siempre, es que si se comprueban actos deshonestos, que se castigue a los culpables, se les penalice, pero no se puede generalizar ni manchar el nombre de todas las empresas que han invertido y trabajado por años”. Juan de Villafranca, director general de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf).

Es importante, anotar también, que esta decisión corre en dirección opuesta al nacionalismo que como estandarte ha utilizado esta administración, por lo que además de los dos ejemplos previos, les mencionamos que Kodak (la empresa de productos y equipos fotográficos que se declaró en bancarrota en 2012) participará en el mercado farmacéutico norteamericano de la producción de materias primas para medicamentos, calificados como esenciales durante la pandemia del coronavirus, gracias a un préstamo de 765 millones de dólares otorgado por el gobierno federal de los EE. UU., los que deberá pagar en el transcurso de los próximos 25 años. Esta decisión también busca ampliar y fortalecer dentro de esa nación, la producción de fármacos y la generación de empleos.

“Nos parece una contradicción que el Gobierno de México, particularmente en esta administración que busca fortalecer la soberanía nacional, opte por abastecer el sector público del Sistema Nacional de Salud a través de una tercería como son los fondos de la OMS, que ni siquiera es fabricante y no se hace responsable de la calidad de los productos incluidos en el fondo rotativo y del fondo estratégico de la OMS”. Rafael Gual Cosío, director general de la CANIFARMA.

Sin embargo, y teniendo en México una planta industrial plenamente desarrollada, la que ofrece actualmente alrededor de 600 mil empleos directos e indirectos de calidad, se decide ponerla en riesgo y afectar a un número indeterminado de empleos, buscando acabar con una corrupción que no solamente no ha sido demostrada, sino que se acabaría (en caso de existir) con la implementación de nuevas licitaciones competitivas abiertas y transparentes, como se venía haciendo desde hace años, y en la que participaban como observadores de calidad, diversas organismos internacionales, entre las que destaca la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Sin embargo, el gobierno ha recibido el espaldarazo de la Cámara de Diputados para adicionar un quinto párrafo al artículo primero de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, lo que le que permitirá adquirir medicamentos en el extranjero por adjudicación directa, sin efectuar previamente una licitación transparente, ni que sea comprobada la calidad, eficacia y seguridad de los medicamentos importados esté avalada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).

El gobierno da por sentado que al comprar medicamentos precalificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se cubren todos los aspectos referentes a calidad, seguridad y eficacia, lo que no es totalmente cierto, ya que la OMS advierte: “Por lo innumerable de los productos y sitios de fabricación, la OMS no puede garantizar la calidad y eficacia de los productos, pues esto es una prerrogativa exclusiva de la autoridad nacional de cada país”. Es esencial destacar que la precalificación de la OMS no sustituye de ninguna manera las funciones ni responsabilidad de los organismos nacionales regulatorios ni de los sistemas nacionales de autorización de importación de medicamentos, a diferencia de todos los fármacos que se comercializan actualmente en México, los que cuentan con la autorización amplia y suficiente de la COFEPRIS, a diferencia de los que se compararían en el extranjero.

Confiamos que nuestro gobierno practique un nacionalismo hacia adentro, no favoreciendo a otras naciones.

Por: Manuel Garrod. Miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

El Universal. (7 de agosto del 2020).
Piden farmacéuticas llegar a acuerdo.

Infobae. (30 de julio).
Histórica debacle de la economía mexicana: el PIB cayó 18.9% en el segundo trimestre.

Animal Político. (7 de agosto del 2020).
PIB registra caída histórica de 17.3%, pero AMLO dice que ya pasó lo peor.

El País. (7 de agosto del 2020).
Las acciones de Kodak se disparan tras el anuncio de su inmersión en el mundo farmacéutico. Trump anuncia un préstamo de 765 millones de dólares a la compañía fotográfica para que produzca medicamentos esenciales.

El País. (7 de agosto del 2020).
La economía mexicana se desploma un 17,3% en el segundo trimestre de 2020, la peor caída de su historia.

EXPANSIÓN política. (7 de agosto del 2020).
AMLO anuncia compra de medicamentos en el extranjero con supervisión de la ONU.

MVS Noticias. (15 de junio de 2020).
Entrevista al director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica.

Fórmula financiera. (15 de junio de 2020).
Entrevista al director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica.

El Universal. YouTube. (7 de agosto del 2020).
Entrevista al Dr. Jorge Alcocer, Secretario de Salubridad, y a Juan Ramón de la Fuente, Embajador de México en la ONU.

Organización Mundial de la Salud. (10 de agosto del 2020).
Precalificación de los medicamentos por la OMS.

Gobierno de México. Secretaría de Salud. (7 de agosto del 2020).
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano. Artículo 4°.

UnoTV. YouTube. (7 de agosto del 2020).
Extracto de la Conferencia matutina ofrecida por el Presidente de la República Mexicana el 11 de febrero del 2020.

NotimexTV. YouTube. (7 de agosto del 2020).
Conferencia de prensa de Andrés Manuel López Obrador del 10 de diciembre.

códigoF. (7 de agosto del 2020).
En proceso la Compra Consolidada de Medicamentos 2018-2019, en la que participa el equipo de transición de la nueva administración federal.

Instituto Mexicano del Seguro Social. (7 de agosto del 2020).
Avanza Compra Consolidada de Medicamentos 2018-2019, encabezada por el IMSS.

MVS Noticias. (30 de julio del 2020).
Canifarma pide no estigmatizar a la industria farmacéutica.

HealthWorld. From the Economic Times. (7 de agosto del 2020).
Govt launches schemes to boost production of local bulk drugs, medical devices.

White House. (7 de agosto del 2020).
Executive Order on Ensuring Essential Medicines, Medical Countermeasures, and Critical Inputs Are Made in the United States.