La portada para The New Yorker creada por Chris Ware, rinde homenaje y humaniza a los héroes que luchan por nosotros.

No cabe duda que los profesionales de la salud que luchan en primera línea contra le COVID-19 y otras enfermedades se han adueñado por derecho propio del apelativo de héroes, recibiendo el reconocimiento de quienes entendemos y agradecemos la magnitud de su compromiso, entrega y sacrificio personal, así como el de sus familias.

Muestras de este afecto ganado a pulso hay muchas, desde la costumbre adoptada en muchos países de salir a balcones, puertas y azoteas a las 20:00 para aplaudir a los sanitarios, aunque nos parece necesario aclarar que también es debido mencionar a muchas otras personas anónimas a las que debemos agradecer recibir en la puerta de nuestros domicilios las compras que hemos hecho a buen resguardo, el correcto funcionamiento de la web, los teléfonos, las señales satelitales, los sistemas de agua, energía eléctrica y la seguridad, entre otros elementos esenciales para nuestra subsistencia.

Entre los cientos de imágenes creadas para honrarlos, hoy compartimos con ustedes la imagen de portada de la primera edición de abril de The New Yorker, con la que el dibujante norteamericano Chris Ware, y la misma publicación, rinden homenaje al personal sanitario con una imagen conmovedora, poderosa y contundente, convirtiéndola en una de las cubiertas más icónicas de las realizadas por este extraordinario artista gráfico, titulada “Bedtime”.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuente:

The New Yorker.
Chris Ware´s “Bedtime”.