El pasado martes 13 de marzo falleció en su casa el extraordinario físico teórico, astrofísico, cosmólogo, divulgador científico y admirable ser humano Stephen William Hawking, nacido 76 años atrás en Oxford, Reino Unido.

Estamos seguros que quienes hayamos leído con sorpresa y admiración algunas de sus obras de divulgación científica, como: Breve historia del tiempo: del Bing Bang a los agujeros negros (1988); El universo en una cáscara de nuez (2001); La clave secreta del universo (2007), escrito al alimón con con su hija Lucy y Agujeros negros y pequeños universos (1993), estaremos permanente en deuda con Hawking por habernos ayudado a entender con sencillez y claridad, algunos conceptos científicos extremadamente complejos, los que gracias a su talento y talante, puso al alcance de nuestro intelecto.

A decir de sus colegas la pérdida de una mente tan brillante como la de Hawking creará un espacio difícil de llenar, dejando atrás y para la posteridad sus valiosas aportaciones y disertaciones privilegiadas sobre los agujeros negros y el intento para unificar las dos grandes teorías de la física del siglo XX, la de la relatividad y la de la mecánica cuántica.

 “Estamos profundamente entristecidos por el fallecimiento de nuestro padre hoy. Era un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y legado sobrevivirá por muchos años. Su coraje y persistencia, con su brillo y humor, inspiraron a personas por todo el mundo. En una ocasión dijo: ‘El universo no sería gran cosa si no fuera hogar de la gente a la que amas’. Le echaremos de menos para siempre”. Comunicado publicado a primera hora de la mañana del miércoles por sus tres hijos: Lucy, Robert y Tim.

Stephen Hawking murió en su hogar en Cambridge, a consecuencia de una enfermedad motoneuronal relacionada con la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), padecimiento que le fue diagnosticado a la temprana edad de 22 años, y que progresivamente le hizo perder el control neuromuscular, pero nunca su privilegiada y aguda mente, y a decir de quienes le conocieron, excelente sentido del humor.

¿Qué es la Esclerosis Lateral Amiotrófica?

La Esclerosis Lateral Amiotrófica, que en los EE.UU. es conocida como la enfermedad de Lou Gehrig  (por el jugador de béisbol de los Yankees de Nueva York, retirado por esta enfermedad en el año 1939) y en Francia como la enfermedad de Charcot, por haber sido descrita por primera ocasión en 1869 por el médico francés Jean Martin Charcot (1825-1893), es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular que afecta mayoritariamente a los hombres, y se origina cuando las células del sistema nervioso llamadas motoneuronas  disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, provocando una parálisis muscular progresiva de pronóstico mortal. En sus etapas avanzadas los pacientes sufren parálisis total acompañada de una exaltación de los reflejos tendinosos, como consecuencia de la pérdida de los controles musculares inhibitorios.

Después de haber pasado 149 años desde que Charcot describiera esta enfermedad por primera ocasión, la ciencia médica aún no ha podido encontrar una cura para ella, aunque recientes hallazgos sobre determinados factores de crecimiento neuronal y de agentes bloqueadores del glutamato se vislumbran potencialmente prometedores para detener la progresión (no cura) de este padecimiento.

En 1995, la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos  (FDA) aprobó un medicamento llamado riluzole (Rilutek) como el primer fármaco para el tratamiento de la ELA, cuya acción consigue prolongar la expectativa de vida de los pacientes por varios meses, retrasando la necesidad de asistencia respiratoria, aunque no revierte los daños. Algunas combinaciones de fármacos como la obtenida con dextrometorfano y quinidina (Nuedexta), también aprobada por la FDA, ayudan a manejar los intensos cambios emocionales que suelen presentarse con la ELA.

Si bien es cierto que todavía no existe cura alguna para la ELA, la industria farmacéutica ha desarrollado diversos fármacos que ayudan a combatir el conglomerado de síntomas que se presentan con esta enfermedad, como los calambres, la espasticidad (efecto colateral de la parálisis que varía desde rigidez muscular leve hasta movimientos graves e incontrolables en las piernas), las alteraciones del sueño y problemas de salivación.

Cerraremos este artículo sobre la ELA y el homenaje a Stephen Hawking con una de sus geniales y alentadores reflexiones.

“ A pesar de la enfermedad que sufro, he sido muy afortunado en casi todo. He tenido mucha suerte de trabajar teoría física en una época fascinante ya que es una de las pocas áreas en las que mi discapacidad no es una desventaja”.

Fuentes:

Wikipedia.
Esclerosis lateral amiotrófica.

National Institutes of Health.
Todo sobre la ELA.

Wikipedia.
Stephen Hawking.

Christopher & Dana Reeve Foundation.
Espasticidad.

Infobae.
Las 27 frases más recordadas de Stephen Hawking.