El consumo de cigarrillos electrónicos entre los niños de 13 a 15 años alcanza tasas más elevadas que entre los adultos en todas las regiones de la OMS. En nuestro país, un menor de edad puede adquirir libremente uno de estos artículos.

La creencia inducida por fabricantes, medios y líderes de opinión en las redes sociales (influencers), nos ha llevado a pensar, erróneamente, que los cigarros electrónicos son inocuos, y que incluso son un buen recurso para frenar el consumo de tabaco.

La verdad es que, lejos de ello, los cigarrillos electrónicos no solamente no ayudan a frenar el consumo de tabaco, sino que por sí mismos son perjudiciales para la salud, liberando sustancias tóxicas cancerígenas, e incrementando los riesgos de sufrir trastornos cardiacos y pulmonares potencialmente mortales.

En contra de lo que los fabricantes de cigarrillos electrónicos comunican, los jóvenes que consumen estos dispositivos tienen casi tres veces más probabilidades de fumar cigarrillos tradicionales a futuro, impulsando el sostenimiento del mercado de consumidores de tabaco.

“Cuando una persona usa un cigarrillo electrónico, la nicotina contenida en el líquido del cigarrillo se absorbe rápidamente en la corriente sanguínea. Una vez en la corriente sanguínea, la nicotina estimula las glándulas suprarrenales para que liberen la hormona epinefrina (adrenalina). La epinefrina estimula el sistema nervioso central y aumenta la presión arterial, el ritmo respiratorio y la frecuencia cardíaca. Como sucede con la mayoría de las sustancias adictivas, la nicotina aumenta los niveles de un mensajero químico en el cerebro llamado dopamina, el cual afecta las áreas del cerebro que controlan la recompensa, es decir, el placer generado por conductas naturales como, por ejemplo, el comer. Estas sensaciones motivan a algunas personas a consumir nicotina repetidamente a pesar de los posibles riesgos para la salud y el bienestar”. National Institute on Drug Abuse de los EE. UU.

Sin embargo, las cifras demuestran que los consumidores jóvenes son quienes más usan cigarrillos electrónicos, atraídos por la convocatoria de sus innovadores diseños, la imagen de sofisticación y modernidad que ostentan, su aparente inocuidad, la enorme variedad de sabores a escoger, su facilidad de compra, y el ocultamiento de los daños que provocan no solamente para quienes los consumen, sino también para quienes inhalan involuntariamente los desechos que expiden.

Lo cierto es que los cigarrillos electrónicos con nicotina son perjudiciales para la salud y muy adictivos, afectando el desarrollo del cerebro, causando trastornos del aprendizaje en los jóvenes, y convirtiéndose en factores de riesgo para el desarrollo de otras enfermedades.

La imagen de inocuidad de los cigarrillos electrónicos ha sido tan cuidadosamente construida que incluso mujeres embarazadas los usan, perjudicando el desarrollo y la salud de su bebé.

El empuje mediático de los cigarrillos electrónicos es tan fuerte que, como lo dice el Dr. Ruediger Krech, Director del Departamento de Promoción de la Salud de la OMS: “Las empresas y los influencers promocionan entre los niños cigarrillos electrónicos con más de 16 mil sabores distintos a través de las redes sociales. En algunos casos se utilizan personajes de dibujos animados y diseños elegantes que atraen a la generación más joven. El consumo de cigarrillos electrónicos entre los niños y los jóvenes está creciendo de forma alarmante y, en muchos países, llega a niveles superiores a los de los adultos”.

“La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), alertan sobre el riesgo que representan los productos comúnmente denominados vapeadores en todas sus modalidades, debido a que son altamente adictivos y ocasionan graves daños a la salud”. Cofepris

Es interesante saber que en muchos países las autoridades han permitido el libre comercio de los cigarrillos electrónicos y que, de acuerdo con datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), solamente 34 países han prohibido su venta, 88 no han establecido una edad mínima para comprarlos, y 74 carecen de normativas sobre estos productos nocivos, permitiendo su comercialización sin control sanitario alguno.

“Los fabricantes de tabaco que lucran con los perjuicios para la salud de los consumidores presionan a las autoridades para que no apliquen políticas sanitarias contrarias a los cigarrillos electrónicos. La OMS tiene constancia de que estas empresas financian estudios para generar pruebas falsas de que estos nuevos productos reducen los daños para la salud, y las distribuyen ampliamente. Paralelamente, promocionan de forma agresiva los cigarrillos electrónicos entre los niños y los no fumadores y siguen vendiendo miles de millones de cigarrillos”. OMS

Vale la pena recordar que la venta ilegal de cigarros electrónicos en nuestro país se realiza abiertamente en puestos callejeros, en los que incluso un menor de edad puede comprar sin problema alguno, y por un módico precio, alguno de los múltiples dispositivos de vapeo que ahí se expenden.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud. (14 de diciembre de 2023).
Hay que actuar con urgencia para evitar que los niños y los jóvenes consuman cigarrillos electrónicos

National Institute on Drug Abuse. (s.f.).
¿Qué son los cigarrillos electrónicos?

Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. (5 de noviembre de 2021).
Cofepris y Conadic emiten alerta sanitaria para vapeadores y productos emergentes de tabaco: ocasionan graves daños a la salud

Expansión. (14 de mayo de 2023).
Venta de vapeadores continúa en la CDMX a un año del decreto para su prohibición