Los expertos consideran que la gravedad de la epidemia Covid-19 está siendo subvalorada.

El desconocimiento preciso de las características del Covid-19 (nueva designación para referirse al coronavirus de Wuhan), las limitaciones y la falta de precisión de los actuales sistemas de diagnóstico, aunados a la insuficiente cantidad disponible de kits para la detección específica de este virus, llevó a los investigadores a concluir que la dimensión de la epidemia está subvalorada, ya que muchos casos de infección no están siendo detectados oportunamente, lo que amplía las posibilidades de expansión de la misma.

“Hoy en día, no hay suficientes kits de prueba disponibles para mantenerse al día con los números de casos que se disparan, y algunas partes del mundo pueden carecer de suficiente personal de laboratorio capacitado para aplicarlos. Y debido a que las pruebas genéticas buscan fragmentos de material genético viral en los hisopos de nariz y garganta o líquido recolectado del pulmón, solo funcionan cuando alguien tiene una infección activa. Los científicos todavía están luchando para detectar anticuerpos contra el virus en la sangre, lo que podría ayudar a encontrar personas que tuvieron una infección y se recuperaron”.

Para ejemplificar el problema, les comentamos que aunque aparentemente no hayan sido confirmado casos en África, no quiere decir que no existan, lo que responde a las pocas e imprecisas pruebas de diagnóstico realizadas en esta nación, en la que solamente un par de laboratorios africanos tenían una capacidad limitada para detectar el virus. Al respecto, John Nkengasong, director de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades, comentó: “Si este virus hubiera aparecido en África en diciembre o principios de enero, hubiera sido devastador”.

Entre otras de las limitantes que complican aún más la detección oportuna de la infección causada por el Covid-19 es el tiempo de incubación, el que hasta hace unos días se le consideraba que era de 3 a 7 días y un máximo de 14, lo que nuevos hallazgos ubican ahora en 24 días, durante los que las personas infectadas, aún estando asintomáticas, pueden transmitirlo a otros seres humanos, lo que diferencía a este nuevo coronavirus del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS), el que no se contagia durante el periodo de incubación.

“Si no actuamos con urgencia habrá más casos y más costes. Más allá del número de casos y muertes que cause, el problema es el gran trastorno político, económico y social que supone. Y un virus puede ser una amenaza más seria que cualquier acción terrorista”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Es por ello que la toma de la temperatura para la detección de una persona potencialmente contagiada, considerada hasta hace unos días como un buen estándar de alerta, se ha vuelto insuficiente  y carente de valor, ya que muchas de las personas infectadas, alrededor del 88% según los expertos, solamente muestran síntomas febriles a partir de la fase más avanzada de la enfermedad, cuando ya están ingresados en el hospital.

Buscando contener el avance de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud convocó a una reunión de expertos al Foro Mundial sobre Investigación e Innovación (11 y 12 de febrero), para impulsar búsqueda de soluciones y la adopción de medidas globales contra la enfermedad.

Además de las acciones emprendidas por la OMS, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lidera un órgano de coordinación de emergencias para que cada organización aporte su experiencia, capacidades y atribuciones en la lucha contra la epidemia. Dos ejemplos son, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), se responsabilizará por todo lo relacionado con los niños, y el Banco Mundial el tema del soporte financiero.