La nueva regulación del IMSS sobre la integración del salario base de cotización para prestaciones de alimentación y habitación tendrá un impacto significativo en las cuotas obrero-patronales.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha establecido nuevos criterios para la integración del salario base de cotización (SBC) que afectarán las cuotas obrero-patronales. Según el acuerdo publicado el 11 de julio de 2024, las prestaciones de alimentación y habitación deben ser integradas al SBC si se entregan en efectivo o se depositan en la cuenta del trabajador. Sólo se exceptuarán cuando sean proporcionadas en especie, como los vales de despensa, y estén debidamente registradas en la contabilidad del patrón.
Impacto en las Empresas
Las empresas que anteriormente pagaban prestaciones en efectivo para evitar incrementar el salario integrado deberán ahora ajustar sus prácticas. Diego García, abogado laboral, señaló que estas prestaciones deben incluirse en el SBC a menos que se pueda demostrar que se usaron específicamente para alimentación o habitación. Este cambio podría resultar en un aumento significativo de las cuotas obrero-patronales que las empresas deben pagar al IMSS.
Medidas y Fiscalización
El IMSS ha detectado que algunos patrones etiquetaban pagos en efectivo como prestaciones de alimentación o habitación sin integrarlas al SBC. Para evitar estas prácticas, se ha establecido que las cantidades entregadas en efectivo deberán integrarse al salario base. Además, el IMSS advierte que quienes excluyan estas cantidades del SBC estarían realizando una práctica fiscal indebida.
Excepciones y Cumplimiento
El criterio del IMSS estipula que sólo las prestaciones entregadas en especie y debidamente registradas podrán exceptuarse del SBC. Se considera una práctica fiscal indebida excluir del SBC cantidades entregadas en efectivo, simular retenciones de importes, o emitir opiniones de cumplimiento «limpia» y «sin salvedades» en el dictamen en materia de seguridad social para patrones que incumplan con estos criterios.
Las empresas deberán ajustar sus prácticas para cumplir con los nuevos criterios, asegurándose de que las prestaciones en especie estén debidamente registradas y no se utilicen prácticas fiscales indebidas. Este cambio busca promover la transparencia y proteger los derechos de los trabajadores.