“El uso de antibióticos en los primeros años de vida altera la colonización microbiana y aumenta el riesgo de desarrollar alergias y asma en adultos”. Immunity

Además de constatar con preocupación la gravísima pérdida de efectividad de los antibióticos contra la acción perniciosa de bacterias, virus, hongos y parásitos, ocasionada en gran medida por el uso innecesario, irracional y desmedido de los mismos en los ámbitos de la medicina humana y veterinaria, ahora hay que agregar un argumento de peso más para utilizarlos con mesura, y únicamente cuando sea realmente indispensable: la sólida evidencia de que el uso de estos medicamentos en la infancia incrementa las posibilidades de padecer asma y alergias en la edad adulta, además de provocar alteraciones a corto plazo en el microbioma y el metaboloma sistémico (conjunto completo y dinámico de pequeñas moléculas y elementos químicos denominadas metabolitos –intermediarios metabólicos, hormonas y metabolitos secundarios– que pueden encontrarse en un organismo vivo).

“Estos conceptos erróneos son motivo de preocupación y requieren atención urgente. Es esencial entender que los antibióticos no se prescriben para aliviar el dolor, así como comprender que la infección de las vías respiratorias no siempre es grave. La visita al médico debería centrarse en descartar infecciones serias y obtener recomendaciones para aliviar los síntomas, no en recetas de antibióticos”. Dra. Ana María Ocaña, gerente médico de Reckitt México

A estas conclusiones llegó un equipo de investigadores de la Universidad de Monash, en Australia, publicada el 15 de julio en la prestigiosa revista Immunity, bajo el título: “Antibiotic-driven dysbiosis in early life disrupts indole-3-propionic acid production and exacerbates allergic airway inflammation in adulthood”.

El hallazgo hecho por estos investigadores refuerza la necesidad inaplazable de utilizar únicamente los antibióticos cuando se necesitan. Desgraciadamente, y durante muchos años, en nuestro país los antibióticos se vendieron libremente (hasta mediados del 2010), sin necesidad de prescripción médica, lo que ocasionó que personas sin ninguna formación académica sanitaria los recomendaran, e incluso algunos médicos inexpertos los prescribieran como primera alternativa ante infecciones leves de bacterias, y aún peor, cuando eran usados inútilmente para combatir infecciones virales, contra las que no podían hacer nada.

Como cierre a esta nota, vale la pena recordar la premonición que hiciera el preclaro científico Alexander Fleming en 1945, como parte de su discurso al recibir el Premio Nobel: “Existe el peligro de que un hombre ignorante pueda fácilmente aplicarse una dosis insuficiente de antibiótico, y, al exponer a los microbios a una cantidad no letal del medicamento, los haga resistentes” … desafortunadamente, acertó.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Immunity. (15 de julio de 2024).
Antibiotic-driven dysbiosis in early life disrupts indole-3-propionic acid production and exacerbates allergic airway inflammation in adulthood.

códigoF. (28 de noviembre de 2023).
La resistencia antimicrobiana, la próxima pandemia silenciosa que podría causar más defunciones que el cáncer.

códigoF. (23 de mayo de 2024).
La OMS pone al día el listado de los patógenos prioritarios que nos amenazan.

Diario Oficial de la Federación. (27 de mayo de 2010).
ACUERDO por el que se determinan los lineamientos a los que estará sujeta la venta y dispensación de antibióticos.