Llegó el verano, y con él una mayor exposición a la peligrosa acción de los rayos UV y los UVB, factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de piel
Ayer 17 de julio, y hasta el 25 de agosto, gran parte de los sistemas educativos del país otorgarán a sus alumnos el período vacacional veraniego del año, lo que llevará a muchas personas, incluidas a las madres y los padres de los chicos y chicas más pequeños, a exponer su piel a los rayos ultravioletas emitidos por el sol.
Se estima que el número de nuevos casos de melanoma que serán diagnosticados durante el 2024 se incrementará el 7.3 %, y que el número de muertes por esta causa aumentará un 3.8 % en el mismo período, en mayor medida en varones.
Esto adquiere vital importancia, porque la mayoría de los cánceres de piel se relacionan directamente con la exposición excesiva a los rayos ultravioleta provenientes del sol, pero también por los emitidos de manera artificial por las camas bronceadoras y las lámparas solares, muy socorridas antes de la llegada del periplo vacacional, aunque hay que destacar la importancia de protegerse de los rayos UV todo el año, entendiendo que éstos están presentes incluso en los días nublados y frescos.
Es paradójico, pero, en contra de lo que muchos creemos, una piel bronceada no es referente de buena salud. Cuando los rayos UV llegan a la capa interna de la piel, se producen y se desplazan a ella mayores cantidades de melanina, haciéndose visible como bronceado, lo que, al igual que una quemadura, es un signo de lesión.
Vale la pena comentarles que entre los diferentes tipos de cáncer, el de piel es el más frecuente, y se clasifica en tres grupos: carcinoma de células escamosas, carcinoma de células basales, y melanoma; este último, a pesar de ser el menos frecuente, tiene mayores capacidades para invadir el tejido cercano, e incluso extenderse a otras partes del cuerpo, haciéndolo el cáncer de piel que acarrea más muertes entre los cánceres epiteliales.
Es por ello que, ante este soleado panorama que tenemos por delante, así como en períodos no vacacionales, debemos proteger nuestra piel de los rayos ultravioletas, y evitar el uso de camas bronceadoras y lámparas de rayos UV. Esto ayudará a disminuir sustancialmente las posibilidades de desarrollar cáncer de piel, daños oculares, y la afectación del sistema inmunológico.
Sabemos que salir de vacaciones y no asolearse suena bastante aburrido, pero su salud se lo agradecerá, por lo que les damos algunas recomendaciones para cuidarse:
- En las horas en las que el sol sea más intenso, incluso si hay nubes, manténgase en la sombra.
- Elija ropa que le cubra brazos y piernas.
- Utilice sombreros de ala ancha para cubrirse la cara, la cabeza, las orejas y el cuello; las gorras no sirven para protegernos.
- Use gafas de sol que cubran los lados de la cara, y bloqueen tanto los rayos UVA como los rayos invisibles que forman parte de la energía que viene del sol (UVB).
- Aplíquese las veces que sea necesario durante el transcurso del día un filtro solar de amplio espectro que tenga un factor de protección solar (FPS) mínimo de 15.
Es importante saber que, como consecuencia de la disminución del adelgazamiento de la capa ozono que ha provocado que la atmósfera sea cada vez menos eficiente como filtro solar, se ha venido incrementando la incidencia de los cánceres de piel melanoma y no melanoma, haciendo que uno de cada tres cánceres diagnosticados sea de piel, por lo que cuidar la piel, sin pretender lucir un bronceado de película o de revista, sea lo mejor para la salud.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF
Fuentes:
U.S. Centers for Disease Control and Prevention. (s.f.).
Cáncer de piel.
Instituto Nacional del Cáncer. (s.f.).
Cáncer de piel.
World Health Organization. (16 de octubre de 2017).
Radiation: Ultraviolet (UV) radiation and skin cancer.
Skin Cancer Foundation. (s.f.).
Cáncer de piel, datos y estadísticas.