OECD Employment Outlook 2021.

Una publicación de análisis y consulta de la OCDE, sobre la situación del ámbito laboral en la pandemia, su devenir, y cómo enfrentarlo

Hace algunos días la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó el libro “OECD Employment Outlook 2021”, en el que los autores analizan con profundidad, el enorme y desigual impacto negativo a nivel laboral que la pandemia de COVID-19 ha generado en la fuerza laboral de múltiples países, así como las consecuencias inmediatas y a largo plazo que potencialmente ocasionará, si no se aplican las medidas correctivas necesarias para ello.

La edición 2021 de este relevante documento, destaca que en la medida en la que las naciones han conseguido avanzar con sus estrategias de vacunación, y aplicar medidas de prevención más aterrizadas y focalizadas, la vuelta al trabajo presencial o ha distancia retomó nuevos bríos, lo que sin embargo, no ha mejorado la situación laboral de los jóvenes, las personas que tenían o tienen ocupaciones pobremente remuneradas, con contratos de corto plazo y bajos niveles educativos.

“Casi un año y medio después del inicio de la crisis, muchas personas aún no han recuperado el empleo de tiempo completo. A medida que se reducen los planes para conservar el empleo, los trabajadores que no han recuperado su horario normal se enfrentan a un riesgo creciente de entrar en el desempleo abierto. Al mismo tiempo, muchos de los que perdieron su empleo en las primeras etapas de la pandemia han estado sin trabajo desde entonces y pueden tener cada vez más dificultades para competir con aquellos cuyos puestos de trabajo han sido protegidos”. OECD Employment Outlook 2021.

El «OECD Employment Outlook 2021” hace notar, por otra parte, que la aceleración de las tendencias en la automatización y la digitalización de múltiples actividades laborales, generará un cisma aún más profundo a nivel laboral, disminuyendo las oportunidades ocupacionales, agudizando y retrasando la recuperación laboral, lo que incrementará  el número de personas en franco desempleo, demeritando los índices de bienestar de la población más desprotegida, la que en esta crisis ha sido la más afectada por el cierre parcial o total de las empresas en las que trabajaban y la ralentización de la economía, lo que incluso se agrava aún más por la tercerización en la contratación de personal, lo que acarrea generalmente menores salarios y condiciones laborales más precarias.