74 Asamblea Mundial de la Salud.

“Poner fin a esta pandemia y prevenir la próxima: construyamos juntos un mundo más sano, más seguro y más justo”. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS

Del 24 al 31 de mayo pasados, se llevó a cabo de manera virtual la 74 Asamblea Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo eje central, se centró en el combate a la pandemia y las medidas necesarias para prevenir o acometer con éxito la próxima eventualidad sanitaria global, además de tres decenas de importantes resoluciones en diversos temas sanitarios.

“El uso adaptado y sistemático de las medidas de salud pública, en combinación con una vacunación equitativa, sigue siendo el camino para acabar con la pandemia”. Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Al respecto, el director general del organismo sanitario internacional, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, recalcó que a pesar de que las cifras de contagios y decesos ocasionados por el COVID-19 descienden progresivamente, sería un costosísimo error asumir que la crisis está resuelta: “Estamos muy esperanzados por el continuo descenso del número de casos y defunciones a nivel mundial, pero si algún país creyera que el peligro ha pasado, sería un error garrafal”, enfatizando que el cumplimiento de las metas vacunales propuestas para 2021, las que plantean vacunar al menos al 10% de la población mundial para finales de septiembre, y cuando menos al 30% para finalizar el presente año, son irrenunciables.

“Cada vida perdida deja una cicatriz en las familias, las comunidades y las naciones. Las repercusiones de la pandemia en la salud van mucho más allá de la enfermedad y la muerte causadas por el propio virus”. Tedros Adhanom Ghebreyesus

Atendiendo a lo expresado por Ghebreyesus, es necesario entender que para tratar de controlar esta terrible pandemia, la que al 3 de junio de 2021 le ha costado a la humanidad casi 172 millones de personas contagiadas, más 3.5 millones de fallecimientos, millones de personas con secuelas post-covid, quebranto de la continuidad escolar y en muchísimos casos, el abandono de los estudios, pérdidas laborales, suspensión parcial o total de los servicios de salud primarios, graves retrocesos en múltiples logros sanitarios, cierre de negocios, y billones de pérdidas económicas, es necesario que la humanidad avance en la vacunación contra el SARS-CoV-2 de manera más justa, equitativa y pareja, porque la salud y la protección de los habitantes de todos los países es, al final de cuentas, también la nuestra.

Los participantes al evento, aprobaron más de 30 resoluciones y decisiones concernientes a diversas áreas de la salud pública: como diabetes, discapacidades, violencia contra los niños, atención oftalmológica, hepatitis e infecciones de transmisión sexual, producción local de medicamentos, paludismo, enfermedades tropicales desatendidas, enfermedades no transmisibles, enfermería y partería, salud bucodental, determinantes sociales de la salud y orientaciones estratégicas para los trabajadores sanitarios y asistenciales.

“Un día, esperamos que muy pronto, habremos dejado atrás la pandemia, pero seguiremos enfrentados a las mismas vulnerabilidades por las cuales un pequeño brote se convirtió en una pandemia mundial. Por eso, creo que la recomendación que más contribuirá a fortalecer, tanto a la OMS como la seguridad sanitaria mundial, es la que aboga por la elaboración de un tratado sobre preparación y respuesta frente a pandemias”. El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. reiteró que una OMS vigorosa debe contar con financiación adecuada, según lo han identificado todos los exámenes de expertos presentados en esta Asamblea.

Para dar continuidad a la 74 Asamblea Mundial de la Salud, los miembros participantes pidieron al director general de la OMS la realización de una reunión extraordinaria en noviembre de este mismo año, en la que se tratará de elaborar un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional de la OMS, para la preparación y respuesta frente a las pandemias.

Sin lugar a dudas, uno de los acuerdos más relevantes de esta asamblea, fue el reconocimiento de la importancia fundamental de la OMS como autoridad encargada para dirigir y coordinar los trabajos en emergencias sanitarias, y su valioso apoyo a los gobiernos para construir sistemas de salud resilientes, y alcanzar la cobertura sanitaria universal. Esta muestra de confianza es sumamente valiosa, sobre todo después de las fuertes críticas y el retiro del apoyo político y financiero de los EE. UU. a la OMS, durante el periodo final de la administración Trump, los que vale la pena anotar que se restablecieron con la llegada de Joe Biden a la presidencia del país norteamericano.

Esta posición quedó claramente establecida con la declaración del director general de la OMS, el que aseveró: “Necesitamos un compromiso generacional que trascienda los ciclos presupuestarios, los ciclos electorales y los ciclos mediáticos; que establezca un marco general destinado a interrelacionar los mecanismos políticos, financieros y técnicos necesarios para fortalecer la seguridad sanitaria mundial”.

Hay que considerar que para que la OMS continúe y fortalezca su importante rol sanitario a nivel mundial, es indispensable que cuente de manera sostenida con los recursos financieros necesarios, pero también que cada país, sea miembro o no de la organización, continúe respondiendo eficazmente a las demandas generadas por la pandemia, y fortalezcan sus capacidades de preparación, particularmente en lo referente al personal sanitario, las actividades de investigación y los sistemas de vigilancia epidemiológica, adoptar un enfoque de “Una Salud”, y adopten e impulsen el espíritu de cooperación mundial, ofreciendo el intercambio oportuno y confiable de información, y la lucha contra la infodemia (sobreabundancia informativa falsa que se propaga rápidamente entre las personas) y la estigmatización.

Otra de las resoluciones más interesantes, fue la revisión y aprobación del Plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020, incluidos los indicadores y las opciones de aplicación actualizados del plan, en el que por primera vez, se incluye un indicador sobre las medidas necesarias para ofrecer apoyo psicosocial y de salud mental durante emergencias.

Uno de los mayores logros de esta edición de la Asamblea Mundial de la Salud, fue la aprobación del proyecto de presupuesto por programas 2022-2023 de la OMS, que tuvo un importante incremento de 16% con respecto al del bienio 2020-2021.