El pasado 9 de julio se publicó en la revista PLOS Biology una excelente noticia que insufla aire fresco y buenas noticias al tema de la alta resistencia desarrollada por diversos patógenos contra los antibióticos actuales, y la urgente necesidad de encontrar nuevos fármacos que permitan enfrentarlos con éxito, lo que desgraciadamente ya comenzó a causar estragos.

Con el título: “Novel antibiotics effective against gram-positive and negative multi-resistant bacteria with limited resistance”, un equipo de científicos franceses, liderados por el Profesor Brice Felden, pertenecientes a la Universidad de Rennes, y una agrupación del Instituto de Química de Rennes Ciencias (ISCR), en Francia, publicaron los resultados obtenidos contra bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, utilizando dos nuevos antibióticos.

El proceso que condujo a estos científicos a la realización de tan importante descubrimiento, pasó primero por la identificación de una toxina bacteriana producida por el Staphylococcus aureus con una acción paradójica (por una parte facilita la infección y por la otra la combate), la que sirvió de base para el desarrollo de una nueva familia de antibióticos péptido-miméticos, hepta-pseudo-péptidos cíclicos, inspirados en un péptido bacteriano natural, altamente efectivos en la erradicación de patógenos bacterianos Gram-positivos y Gran-negativos, los que han desarrollado una importante resistencia a múltiples fármacos.

“Un estudio encargado por el gobierno británico concluye que, si no se desarrollan nuevos antibióticos que sustituyan a los que han perdido eficacia contra las bacterias, para 2050 morirán alrededor de 10 millones de personas al año en el mundo como consecuencia de las infecciones bacterianas, lo que conducirá, además de una lamentable pérdida de vidas humanas, a la afectación negativa de entre el 2% y el 3.5% (unos 100 billones de dólares) del PIB mundial”.

Hay que destacar que de los cuatro péptidos estudiados, dos de ellos demostraron gran efectividad contra el Staphylococcus aureus (Gram-positiva) resistente a la meticilina (SARM) y Pseudomonas aeruginosa (Gram-negativas), probados en modelos de roedores con sepsis (peligrosa enfermedad que se presenta cuando el cuerpo tiene una abrumadora respuesta inmunitaria a una infección bacteriana) leve y grave e infección en la piel, sin provocar toxicidad en eritrocitos humanos y células renales, embriones de pez cebra y ratones.

Otros importantes aspectos que vale la pena destacar son la falta de efectos secundarios adversos, aún en dosis extremadamente elevadas (de 10 a 50 veces más que los estándares utilizados) y el inexistente desarrollo de resistencias, esto último observado en condiciones experimentales.

“Todo comenzó con un descubrimiento fundamental realizado en 2011. Nos dimos cuenta de que una toxina producida por el Staphylococcus aureus, cuya función es facilitar la infección, también puede matar otras bacterias presentes en nuestro cuerpo. Lo que habíamos identificado era una molécula con propiedades tóxicas y antibióticas duales. Pensamos que si pudiéramos separar las actividades, podríamos crear un nuevo antibiótico no tóxico para el cuerpo. Un desafío que aceptamos”. Brice Felden, director del Laboratorio de Medicina Regulatoria de ARN y Medicamentos Bacterianos en Rennes.

Los investigadores consideran que estas nuevas moléculas son prometedores candidatos para el desarrollo de una serie de nuevos antibióticos que enfrenten con solvencia la resistencia desarrollada por los patógenos, por lo que el siguiente paso será la realización de ensayos clínicos Fase I en seres humanos.

Fuentes:

PLOS Biology.
Novel antibiotics effective against gram-positive and -negative multi-resistant bacteria with limited resistance.

OCDE.
TACKLING ANTIMICROBIAL RESISTANCE ENSURING SUSTAINABLE R&D.

Organización Mundial de la Salud.
Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (GLASS).