Entre algunas otras metas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se encuentra la erradicación de la hepatitis, cuyos avances en los objetivos provisionales de 2020 deberán reportar los países miembros de la organización, en la Asamblea Mundial de la Salud en 2021.
Al respecto, Michael Ninburg, presidente de la World Hepatitis Association (WHA”, comentó: “Cada año que transcurre, es un año crítico para las epidemias causadas por el Virus de la Hepatitis C (VHC) y el Virus de a Hepatitis B (VHB) a nivel global. En gran parte del mundo, la mayoría de las personas que viven con el VHC pertenecen al tipo de cohorte “baby boomer” (nacidos entre 1945 y 1965). Estas personas han estado viviendo con el VHC durante décadas y la mayoría aún no han sido diagnosticadas. Cada vez más, van sufriendo las complicaciones graves de la infección a largo plazo (cirrosis, cirrosis descompensada y carcinoma hepatocelular), incluso antes de que se les diagnostique el VHC. Nuestra ventana de oportunidad se está cerrando para abordar con éxito la enfermedad en estas personas que se están haciendo mayores”.
Es por ello que la OMS convoca a todos las naciones del mundo a luchar en contra de esta enfermedad, previniendo su contagio, diagnosticándola tempranamente y ofreciendo atención oportuna, para evitar el desarrollo de complicaciones y muerte.
El panorama general sobre estas dos enfermedades es muy complejo, como lo muestran las siguientes cifras. Se estima que hay en el mundo 71 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C, de las que cada año fallecen alrededor de 399 mil, sobre todo por cirrosis y carcinoma hepatocelular.
Lo más impactante es saber, que aunque no existe una vacuna contra la hepatitis C, los antivíricos existentes pueden curar más del 95% de los casos de infección por el virus, lo que reduce el riesgo de muerte por cáncer de hígado y cirrosis, pero el acceso al diagnóstico y el tratamiento continúa siendo limitado.
Con respecto a la hepatitis B, les informamos que la vacuna utilizada desde 1982, tiene una eficacia preventiva del 95%, ofreciendo protección al menos durante 20 años.
Queda en nosotros colaborar en la difusión de esta fecha.