Uno de los problemas de salud más acuciantes a nivel global y para el que las medidas adoptadas aún están lejos de ofrecer resultados satisfactorios son: el sobrepeso, la obesidad y los padecimientos que se derivan de ellas; como las enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y de manera destacada la diabetes, la que además de disminuir dramáticamente la calidad de vida de quienes la padecen, consume enormes recursos financieros y les resta invaluables años de existencia.

Se estima que para el 2030, 522 millones de seres humanos habrán desarrollado esta enfermedad.

La prevalencia entre quienes la padecen muestra que entre el 5 y el 10% de las personas tienen el tipo 1 o DM1 y entre un 90 y 95% el tipo 2 o DM2. La diabetes, además de representar un altísimo costo en vidas humanas, impacta fuertemente a los sistemas de atención sanitaria mundial, como es el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), puesto que dar servicio a sus derechohabientes diabéticos consumió el 52.8% de su presupuesto total en el 2016.

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre son muy elevados. La glucosa proviene de los alimentos que consumimos y la insulina es la hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1 o DM1 , el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2 o DM2, la más frecuente, el cuerpo no produce o no utiliza la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre, lo que progresivamente dañará ojos, riñones y nervios. La diabetes mal atendida o desatendida es causa de enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, amputación de miembros y muerte.

Es por ello que reviste especial interés la afirmación recientemente hecha por un grupo de catedráticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que advierten que alrededor del 30% de los niños mexicanos con sobrepeso y obesidad presentan actualmente un estado prediabético, lo que significa que los niveles de azúcar en su sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficiente para provocar (al menos a corto plazo) diabetes tipo 2.

“En modelos animales hemos observado que tomar bebidas azucaradas origina el síndrome metabólico, el que aumenta la probabilidad de desarrollar, particularmente, diabetes mellitus. Es muy claro que un exceso de azúcar en la dieta no es bueno para la salud”. Marcia Hiriart, investigadora y exdirectora del Instituto de Fisiología Celular (IFC).

Al respecto, la endocrinóloga pediátrica Ana Lilia Rodríguez Ventura, miembro de la Facultad de Medicina de la UNAM comentó que los principales disparadores del sobrepeso y la obesidad en México son los malos hábitos alimenticios (alto consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas) además de la falta de ejercicio regular, lo que ha conducido a que en nuestro país, el 75% de la población adulta y el 35% de infantil, presenten estas condiciones de alto riesgo.

La buena noticia es que en el caso de los menores con sobrepeso u obesidad, la prediabetes se puede reducir a nueve por ciento en tan solo tres meses, dejando de consumir productos procesados, comida chatarra, bebidas azucaradas e incrementando la actividad física regular.

Fuentes:

Dirección General de Comunicación Social de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Boletín UNAM-DGCS-529, 20 de agosto del 2018. Estudios en la UNAM comprueban que tomar bebidas azucaradas origina síndrome metabólico.

International Diabetes Federation.
About diabetes.

MedlinePlus.
Diabetes.

American Diabetes Association.
Mitos sobre la diabetes.

Wikipedia.
Diabetes Mellitus.

Fundación para la diabetes.