La palabra Malaria, dependiendo del contexto en el que se mencione puede sonar aterradora o pasar prácticamente inadvertida, aunque no debería ser así.
De acuerdo con cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que tan sólo durante 2015 se diagnosticaron 212 millones de casos de esta enfermedad parasitaria, los que produjeron el fallecimiento de 429,000 personas en el mundo, de los que el África subsahariana tuvo el 90% de los contagios y el 92% de las muertes.
Sin embargo, y aunque África subsahariana cargó con el mayor número de muertes por esta enfermedad, la misma OMS estima que durante 2015 cerca de la mitad de la población mundial corrió el riesgo de padecer malaria, ubicando las mayores zonas de riesgo en 91 países y áreas geográficas, entre las que destacan Asia Sudoriental, Latinoamérica y Oriente Medio.
Algunos datos son buenos. Las cifras indican que, entre 2010 y 2015, la incidencia de la enfermedad se redujo en un 21% a nivel mundial, y la tasa de mortalidad disminuyó un 29%, por lo que se concluye que desde 2001, se han evitado 6,8 millones de muertes provocadas por la malaria o paludismo a nivel mundial.
La doctora Inés González, de Médicos Sin Fronteras, comprueba la temperatura de dos miembros de una familia con síntomas de malaria. ANNA SURINYACH (MSF)
Pero, ¿qué es la malaria?
La malaria (del italiano medieval “mal aíre”) o paludismo (de paludis, genitivo del término latino palus: ciénaga o pantano y de -ismo, en este caso acción o proceso patológico), es una enfermedad causada por parásitos del género Plasmodium, que se transmite a los humanos a través de la picadura de mosquitos hembra Anopheles infectados.
Después de la infección, los parásitos (llamados esporozoítos) viajan a través del torrente sanguíneo hasta el hígado, donde maduran y producen otra forma, llamada merozoítos. Los parásitos ingresan en el torrente sanguíneo e infectan los glóbulos rojos donde se multiplican, rompiéndolos entre las 48 y 72 horas posteriores, infectando a un mayor número de glóbulos rojos.
Solamente el estado de Tlaxcala ha recibido la certificación como estado libre de transmisión y cada una de las 21 entidades restantes deberá cumplir con el proceso de certificación. Secretaría de Salud de México.
Los primeros síntomas de la enfermedad se manifiestan generalmente de 10 días a 4 semanas después de la infección, aunque pueden aparecer incluso a los 8 días o hasta 1 año después de que ésta haya ocurrido, manifestándose en ciclos de 48 a 72 horas.
En caso de que la persona infectada sea una mujer en estado de gestación, la enfermedad puede transmitirse al feto con graves riesgos para la madre y el producto.
Los primeros síntomas de la enfermedad, que pueden ser leves, son fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y vómitos. Si la enfermedad no es atendida en las primeras 24 horas de sus síntomas iniciales, puede agravarse y acarrear la muerte.
Por otra parte, los infantes con enfermedad grave suelen manifestar uno o más de los siguientes síntomas: anemia severa, sufrimiento respiratorio relacionado con la acidosis metabólica o paludismo cerebral. En el adulto también es frecuente la afectación de múltiples órganos.
En las zonas donde el paludismo es endémico, las personas pueden adquirir una inmunidad parcial, lo que complica la situación, pudiendo presentarse infecciones asintomáticas.
Uno de los problemas que agrava aún más el tratamiento de esta enfermedad es la creciente resistencia a los antipalúdicos, lo cual se ha vuelto un problema recurrente. La resistencia del P. Falciparum (el parásito causante del paludismo con mayor prevalencia en el continente africano) a las generaciones anteriores de fármacos, como la cloroquina y la sulfadoxina-pirimetamina, utilizados ampliamente durante las décadas de 1950 y 1960, debilitaron la lucha contra el paludismo y revirtieron los logros obtenidos en la supervivencia infantil.
¿Cómo luchar contra la malaria?
Las medidas más eficaces contra la malaria son las preventivas y consisten en mosquiteros rociados con insecticida y fumigación de las viviendas, aunque desgraciadamente también se han detectado mayor resistencia de los mosquitos a los insecticidas, de los que los llamados “piretroides”, son la única clase de insecticidas recomendada en la actualidad para los mosquiteros tratados con insecticidas, incluidos los de acción prolongada.
En la lucha contra la malaria las buenas noticias vienen de Alemania
Un equipo internacional de científicos investigadores, liderado por Peter Kremsner, perteneciente al Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Tubinga (Alemania), y Stephen Hoffman, director de la biotecnológica Sanaria, publicaron en la revista Nature los resultados de un pequeño ensayo con humanos para probar una nueva vacuna, los que son altamente positivos y esperanzadores, aunque ciertamente iniciales.
De los 35 sujetos participantes en la prueba, ninguno sufrió efectos secundarios importantes y nueve de ellos, a los que se les administró la dosis que demostró mayor eficacia, obtuvieron una protección del 100% frente a la infección, durante al menos 10 semanas tras la última dosis.
Este nuevo camino experimental difiere de enfoques anteriores en los que se inoculaba a la persona una sustancia que produce una respuesta defensiva frente al parásito o antígeno.
En otros estudios, que podríamos llamar coloquialmente como “parientes cercanos” del que trata este artículo, se introduce al parásito entero, debilitándolo con radiación, manipulación genética o por otros medios. Sin embargo, ninguno de los enfoques previos ha logrado alcanzar el 100% de protección inmunitaria.
La audaz metodología y los resultados obtenidos con este nuevo método, publicados en la revista digital Nature, bajo el título “Sterile protection against human malaria by chemoattenuated PfSPZ vaccine” explican que el parásito inoculado mantiene su capacidad total para infectar a su huésped humano, lo que se compensa dando a los pacientes cloroquina, un medicamento contra la malaria.
Aunque los resultados obtenidos con esta nueva vacuna experimental son sobresalientes, se calcula que faltarán al menos diez años para que llegue a las personas afectadas.
Fuentes:
Nature. Sterile protection against human malaria by chemoattenuated PfSPZ vaccine.
Consulta realizada el 15 de febrero del 2016.
Organización Mundial de la Salud. Centro de Prensa. Malaria.
Consulta realizada el 15 de febrero del 2016.
El País. Una vacuna experimental contra la malaria logra una inmunidad plena.
Consulta realizada el 15 de febrero del 2016.
Secretaría de Salud. Paludismo.
Consulta realizada el 15 de febrero del 2016.
Wikipedia. Malaria.
Consulta realizada el 15 de febrero del 2016.
Medline Plus. Malaria.
Consulta realizada el 15 de febrero del 2016.