El investigador japonés fue pionero en el desarrollo de las estatinas, fármacos que, al reducir el colesterol, han logrado abatir el número de infartos en todo el mundo
Hay personas que pasan a la historia gracias a su incomparable visión, sólido compromiso y enormes logros conseguidos en el ámbito de la ciencia, la investigación y la salud.
En este singular apartado, se destaca como una gran figura el microbiólogo y bioquímico japonés Akira Endo, quien, gracias a la dilatada y rigurosa investigación que inició en la década de los setentas, centrada en la relación entre los hongos y la biosíntesis del colesterol, diera su primer gran logro al conseguir en 1987, la aprobación de la lovastatina, el primer miembro de la familia de las estatinas: un grupo de medicamentos indicados para disminuir el colesterol y los triglicéridos en sus distintas formas que, al acumularse en las arterias, acarrean mayores riesgos para desarrollar ateroesclerosis, y sufrir un evento cardiovascular potencialmente mortal.
La aterosclerosis es una afección frecuente que aparece cuando una sustancia pegajosa llamada placa se acumula en el interior de las arterias, y se desarrolla lentamente, a medida que el colesterol, la grasa, las células sanguíneas y otras sustancias de la sangre forman placa. Cuando la placa se acumula, provoca un estrechamiento de las arterias. Eso reduce el suministro de sangre con alto contenido de oxígeno a los tejidos de los órganos vitales del cuerpo.
Para llegar a este gran descubrimiento, el investigador japonés analizó más de 6 mil compuestos, de los que obtuvo tres extrolitos del moho de Penicillium citrinum aislados de una muestra de arroz recogida en una tienda de granos en Kioto, los que mostraron tener un importante efecto inhibidor sobre el colesterol.
Akira Endo falleció el pasado 5 de junio en Japón, su país natal, a los 90 años de edad, dejando tras de sí, además de la lovastatina, una larga lista de descubrimientos que lo hicieron merecedor de diversos reconocimientos, como el Premio Japón, en 2006, galardón entregado a los logros originales y sobresalientes en ciencia y tecnología que sirven a la causa de la paz y la prosperidad para la humanidad; el Premio de Investigación Médica Clínica Lasker-DeBakey, en 2008, entregado por la Fundación Laker; el Premio Internacional Gairdner de Canadá, en 2017, y su inclusión en el Salón de la Fama de los Inventores Nacionales (NIHF) de los EE. UU. en 2012, entre otros muchos más.
Gracias, Akira Endo.