El pasado 24 de julio, el Dr. Oly Ilunga, Ministro de Salud de la República Democrática del Congo (RDC), anunció con gran satisfacción que había sido controlado el noveno brote de ébola que asoló a diversas poblaciones de este país africano. En la emisión de este importante aviso en Kinshasa, capital de la RDC, el Dr. Ilunga estuvo acompañado por el Dr. Tedros Adhanom Ghebreysus Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Dra. Matshidiso Moeti, Directora Regional para África de este organismo internacional.

El Dr. Peter Salama, Director Ejecutivo de Programa de Respuesta a Emergencias de la OMS, informó el pasado viernes 24 de agosto, que se habían confirmado hasta el día previo, 103 casos por ébola, de los que 63 personas habían fallecido. Agregó que se documentó un caso confirmado, así como un caso sospechoso y probable, en la ciudad de Oicha, en la provincia de Kivu Norte, en la República del Congo.

La contención de este brote es una extraordinaria noticia y amerita un enorme reconocimiento para las instituciones sanitarias locales e internacionales, las naciones asociadas, los donantes, los cientos de voluntarios especializados y miembros de la sociedad civil que poniendo en peligro su integridad física se abocaron a luchar contra esta enfermedad, aunque es necesario reflexionar la razón por la que a pesar de tan enormes esfuerzos, los brotes de ébola no han podido ser completamente erradicados, contabilizando como balance final un gran número de vidas perdidas e importantes recursos financieros asignados, sin que hasta el momento exista una vacuna que derrote a este formidable enemigo.

“El brote ha sido contenido gracias a los incansables esfuerzos de los equipos locales, el apoyo de los asociados, la generosidad de los donantes y el eficaz liderazgo del Ministerio de Salud. Aliado a la estrecha colaboración entre asociados, este tipo de liderazgo salva vidas humanas”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus Director General de la OMS.

A diferencia de los brotes de ébola previos en la RDC, este afectó a cuatro lugares distintos, entre ellos un centro urbano conectado por vía fluvial con la capital, con países vecinos y pueblos remotos de la selva tropical, lo que puso en alerta los sistemas sanitarios ante la posible diseminación a otros países. Para ayudar a contener el brote, la OMS liberó un total de 4 millones de dólares del Fondo para Contingencias Relacionadas con Emergencias (cifra a la que se sumó posteriormente la de otros donantes internacionales), envió a un equipo para incrementar la capacidad de combate a la infección sobre el terreno y activó oportunamente el sistema de gestión de emergencias. Cuando se detecta un brote, la OMS responde con apoyo en diversos ámbitos: apoyo financiero, vigilancia, participación de la comunidad, atención a los casos, servicios de laboratorio, rastreo de los contactos, control de la infección, logística, capacitación y asistencia a la seguridad de las prácticas de inhumación.

  • El periodo de incubación del ébola (intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas) oscila entre los 2 y los 21 días. Las personas infectadas no constituyen un foco de contagio hasta que se manifiestan los síntomas, los que se expresan con la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, seguidos por vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción, falla renal, hepática además en algunos casos, hemorragias internas y externas. Los resultados de laboratorio muestran disminución del número de leucocitos y plaquetas, así como elevación de las enzimas hepáticas.
  • En algunos casos, el virus del ébola permanecerá latente en las zonas menos accesibles para el sistema inmunitario, como los testículos, los ojos o el sistema nervioso central. En mujeres infectadas durante el embarazo, el virus persiste en la placenta, el líquido amniótico y el feto, mientras que en mujeres infectadas durante la lactancia puede persistir en la leche materna, por lo que aún nueve meses después de haber superado la infección, los pacientes probablemente darán positivo en las pruebas diagnósticas para este padecimiento y aunque es inusual se presentan casos de enfermedad recidivante (padecimiento o trastorno que tiende a reaparecer después de un período de curación) sintomática por aumento de la replicación del virus en pacientes dados de alta.

Esta enfermedad es causada por el virus del ébola, perteneciente a la familia Filoviridae y la que anteriormente era conocida como fiebre hemorrágica del ébola.

  • El virus se identificó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara (hoy Sudán del Sur) y Yambuku (República Democrática del Congo), ubicada muy cerca del río Ébola, razón por la que se le dio este nombre al virus.
  • La infección es transmitida inicialmente de animales salvajes al ser humano (zoonosis), propagándose después de persona a persona.
  • El ébola es una enfermedad grave y a menudo mortal, con una tasa actual de fallecimientos que llega aproximadamente al 50%, aunque en brotes anteriores, las tasas oscilaban entre 25% y el 90%, lo que muestra fehacientemente que a pesar de no haber podido evitarla por completo, se ha generado una importante experiencia en su atención.

Múltiples fueron los países y miembros socios de la OMS, organismos, fundaciones y asociaciones, que con un aportación total cercana a los 36 millones de dólares, ayudaron a detener este noveno brote, evitando una posible pandemia.

Por: Manuel García Rodríguez

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud. | Fin del brote de ébola en la República Democrática del Congo: la OMS pide un esfuerzo internacional para acabar con otros brotes mortíferos en ese país.

Organización Mundial de la Salud.
Enfermedad por el virus del ébola.

US News.
Ebola Outbreak Spreads to Congo’s Conflict Zone.

Wikipedia.
Ebolavirus.