El pasado 8 de diciembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó –con alarma contenida– que entre el 24 de octubre y el 5 de diciembre del presente año se habían registrado 406 casos de una enfermedad no diagnosticada con síntomas de fiebre, dolor de cabeza, tos, secreción nasal y dolor corporal, en una provincia remota de la República Democrática del Congo, país asolado de manera constante por una u otra enfermedad; 31 personas fallecieron, lo que arroja una preocupante tasa de letalidad del 7.6%. La entidad sanitaria internacional dio a conocer que ya están en la zona afectada equipos de respuesta rápida, abocados a trata de identificar la causa del brote, y enfrentarlo con la mayor celeridad y precisión posibles.

“Los equipos (enviados por la OMS) están recolectando muestras para la realización de pruebas de laboratorio, proporcionando una caracterización clínica más detallada de los casos detectados, investigando la dinámica de transmisión, y buscando activamente casos adicionales, tanto dentro de las instalaciones de salud como a nivel comunitario. Dada la presentación clínica y los síntomas reportados, y una serie de muertes asociadas, la neumonía aguda, la gripe, la COVID-19, el sarampión y la malaria se están considerando como posibles factores causales con la desnutrición como factor contribuyente”. OMS

Como ocurre generalmente en estos casos, y aunque todavía en menor escala, se han reportado casos de esta enfermedad no diagnosticada en poblaciones aledañas a la provincia de Kwango, la que parece estar relacionada con la inseguridad alimentaria y el riesgo de desnutrición aguda severa que asolan a los habitantes de esta región.

Precisando la información, la OMS informó: “En la zona de salud de Panzi, los niños de 0 a 14 años representan el 64.3 % de todos los casos reportados, con los grupos de edad de 0 a 59 meses, 5-9 años y 10-14 años representando el 53 %, 7.4 % y 3,9 % de los casos, respectivamente. Las mujeres constituyen el 59.9 % del total de casos. Entre las muertes, el 71% son menores de 15 años, con el 54.8 % del total en niños menores de cinco años. Se informó que todos los casos graves estaban desnutridos. Hay 145 casos de 15 años o más, de los que nueve murieron. Las muertes han ocurrido principalmente en las comunidades de las aldeas”.

Respuesta de salud pública

  1. Liderazgo y coordinación:
  • La coordinación se ha fortalecido a nivel nacional, provincial y comunitario. El 30 de noviembre de 2024, se celebró la primera reunión del Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública (PHEOC, por sus siglas en inglés) con todos los socios para abordar la alerta, después de lo cual se desplegó un equipo de respuesta rápida (RRT) de la provincia de Kwango en Panzi. El 3 de diciembre de 2024, se convocó una segunda reunión del Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública con socios, lo que llevó a la decisión de desplegar un equipo de respuesta rápida a nivel nacional en Panzi con el apoyo de la OMS.
  • Las reuniones diarias de coordinación se llevan a cabo a nivel nacional, con equipos provinciales participando activamente en la planificación y respuesta en curso.
  1. Vigilancia:
  • Se ha desarrollado una definición de caso basada en los síntomas clínicos observados, que guía los esfuerzos de vigilancia e informes.
  • Se está llevando a cabo una búsqueda activa de casos en instalaciones de salud, incluidas las revisiones de los registros hospitalarios para identificar casos adicionales. Las investigaciones y la búsqueda activa de casos también se están organizando en la comunidad.
  • La recopilación de datos es activa, centrándose en la preparación de una lista de líneas y un análisis epidemiológico detallado.
  • Se están investigando las muertes en la comunidad para comprender mejor la dinámica de la transmisión y el alcance del brote.
  1. Gestión de casos:
  • El 30 de diciembre se desplegó un equipo de respuesta rápida (RRT) provincial en Panzi, y el 7 de diciembre se desplegó un RRT multidisciplinario a nivel nacional, incluidos expertos de la OMS, para investigar el brote y reforzar la respuesta.
  • Los equipos llevan medicamentos para apoyar la gestión de casos, y prevenir más muertes.
  • Se están realizando esfuerzos para fortalecer la capacidad de los proveedores de atención médica para garantizar la mejor atención posible a los pacientes.
  1. Laboratorio:
  • Se transportó equipo de laboratorio para recoger muestras de casos y enviarlos para pruebas en el Instituto Nacional de Investigación Biomédica en Kinshasa. Además, se han proporcionado pruebas de diagnóstico rápido (RDT, por sus siglas en inglés)  para la malaria y la COVID-19 para facilitar el diagnóstico.
  1. Comunicación de riesgos y participación de la comunidad:
  • Se han desarrollado mensajes clave para mejorar la conciencia pública y fomentar comportamientos preventivos generales. Estos mensajes se están difundiendo a través de la participación de la comunidad, con campañas de sensibilización en curso.
  1. Prevención y control de infecciones:
  • Se están reforzando las medidas de prevención y control de infecciones. Los trabajadores de la salud y la atención han sido informados sobre las prácticas clave, incluido el uso adecuado de mascarillas, el lavado de manos y el uso de guantes para reducir el riesgo de una mayor transmisión.
  1. Logística:
  • Se está proporcionando apoyo logístico para una gestión eficaz de los casos, incluido el transporte de muestras al Instituto Nacional de Investigación Biomédica en Kinshasa para la realización de pruebas de laboratorio. Las instalaciones de salud y los hospitales en las áreas de salud más afectadas están recibiendo medicamentos apropiados y kits de muestreo para apoyar la respuesta.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

World Health Organization. (8 de diciembre de 2024).
Undiagnosed disease – Democratic Republic of the Congo.

Integrated Food Security Phase Classification. (2024-2025).
Democratic Republic of the Congo: Acute Malnutrition Situation For July – December 2024 and Projection for January – June 2025.