La pandemia reconfiguró las cadenas de valor, alteró la demanda de los consumidores, y creó nuevas oportunidades para las redes de comercio ilícito.

En el contexto de la pandemia de COVID-19, el comercio ilícito de productos falsificados experimentó un notable aumento, lo que plantea serios desafíos para la economía global basada en la innovación. Según un informe conjunto de la OCDE y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), la pandemia reconfiguró las cadenas de valor, alteró la demanda de los consumidores, y creó nuevas oportunidades para las redes de comercio ilícito.

Disrupciones en el comercio internacional

La crisis sanitaria global provocó disrupciones significativas en las cadenas de suministro y una disminución de la demanda general, lo que afectó especialmente a sectores como el turismo y la aeronáutica. Sin embargo, la pandemia también aceleró la digitalización de los servicios aduaneros y el comercio electrónico, facilitando el comercio en tiempos difíciles. Estas circunstancias ofrecieron oportunidades únicas para las redes criminales, que adaptaron rápidamente sus operaciones para incluir productos relacionados con la COVID-19, como equipos de protección personal (EPP), kits de prueba y medicamentos.

Cambios en la naturaleza y volumen de los productos falsificados

Durante la pandemia, se observó un cambio notable en la naturaleza y el volumen de los productos falsificados. Inicialmente, hubo un descenso en la cantidad de productos falsificados debido a las restricciones y disrupciones en el comercio, pero posteriormente se registró un aumento en los productos relacionados con la COVID-19. Los equipos de protección personal y los productos sanitarios se convirtieron en objetivos principales para los falsificadores. En Estados Unidos, una investigación de Seguridad Nacional citó 668 incautaciones relacionadas con la COVID-19, incluyendo mascarillas de imitación, pruebas falsas de SARS-CoV-2 y medicamentos dudosos. A nivel mundial, la Organización Mundial de Aduanas documentó alrededor de 200 incautaciones de productos similares en otras economías.

Colaboración internacional y respuestas integradas

La pandemia subrayó la necesidad de una respuesta cohesiva e integrada para combatir la falsificación. Las estrategias efectivas incluyeron la formación de equipos de respuesta rápida, asociaciones entre agencias de ejecución y empresas, y la implementación de prácticas de trabajo remoto para proteger a los oficiales en campo. Además, la lucha contra la falsificación en la era de la COVID-19 destacó la importancia de estrategias comprensivas que involucren no solo a las fuerzas del orden, sino también a los sectores financiero, de comercio electrónico y de telecomunicaciones.

Impacto en el comercio electrónico y lealtad a las marcas

El aumento de las compras en línea durante la pandemia creó nuevos desafíos en la lucha contra el comercio de productos falsificados. Las redes criminales aprovecharon plataformas de redes sociales como TikTok e Instagram para vender sus productos falsificados, lo que dificultó su detección. La facilidad de las compras en línea provocó una disminución de la lealtad a las marcas entre los consumidores, ofreciendo a los falsificadores una vía para explotar. La OCDE destacó que esta tendencia dejó una línea borrosa entre las prácticas comerciales legales e ilegales.

Cambios psicológicos y preferencias del consumidor

Las repercusiones de la pandemia por COVID-19 trascendieron los datos numéricos y del comercio, introduciendo un cambio psicológico en el comercio mundial que influyó tanto en el comportamiento humano como en las interacciones. Se observó una preferencia por los productos auténticos relacionados con la salud, preocupando sobre la seguridad y eficacia de dichos productos. La demanda mundial de artículos como mascarillas implicó que los delincuentes no siempre recurrían a marcas falsas o a la infracción de la propiedad intelectual, optando por fabricar mascarillas de calidad inferior sin ninguna marca para aprovechar la demanda.

La pandemia de COVID-19 ha evidenciado la adaptabilidad de las redes criminales y la necesidad de enfoques innovadores y colaborativos para abordar el comercio ilícito de productos falsificados. Las enseñanzas obtenidas durante este período pueden ayudar a mejorar las políticas y estrategias para combatir este tipo de comercio en un mundo pospandémico, promoviendo un comercio limpio y seguro que apoye la recuperación económica global.

Fuentes:

OECD/EUIPO. (2024).
 Illicit Trade in Fakes under the COVID-19. Illicit Trade, OECD Publishing.

Ruíz, Y. (2024, julio 30).
Comercio ilícito creció en la pandemia; falsificaron cubrebocas, vacunas y kits: OCDE. El Universal.

Informador.mx. (2024, julio 30).
OCDE revela falsificación de cubrebocas, vacunas y kits durante la pandemia.