La salud es un pilar fundamental para el desarrollo económico y social de cualquier nación. 

En América Latina, invertir en salud no solo mejora la calidad de vida de la población, sino que también impulsa el crecimiento económico y la estabilidad social. A pesar de que la inversión actual aún está por debajo de las recomendaciones internacionales, los expertos coinciden en que aumentar el gasto en salud podría generar beneficios importantes para la región.

El gasto en salud: una oportunidad para crecer

A nivel global, el gasto en salud ha experimentado un notable incremento en las últimas dos décadas, duplicándose en muchos países. Sin embargo, este gasto se distribuye de manera desigual, con el 80% de la inversión concentrada en países de altos ingresos. En América Latina, la inversión promedio en salud es del 6.9% del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra que aún está por debajo de la recomendación del 8.5% que sugieren los expertos. Sara Aiosa, presidenta de Human Health en MSD América Latina, subraya la necesidad de romper estas brechas y fomentar la colaboración entre los sectores público y privado para mejorar la inversión en salud.

El impacto de la inversión en la economía

Dennis A. Ostwald, fundador y CEO del Instituto WifOR, explica que la inversión en salud no debe ser vista simplemente como un gasto, sino como una oportunidad para reducir la carga socioeconómica de las enfermedades en la región. Estudios realizados por su instituto demuestran que aumentar la inversión en salud en países como México podría tener un impacto positivo en la economía. Por ejemplo, un incremento del 0.5% en la inversión en salud en México podría resultar en un aumento del 1.3% en la riqueza del país, debido a la creación de una población más saludable y productiva.

México: un ejemplo de eficiencia

A pesar de ser uno de los países de América Latina que menos invierte en salud (5.7% del PIB), México se destaca por la eficiencia de su sector salud, que contribuye significativamente a la economía nacional. Este sector aporta el 8.2% del PIB, lo que lo convierte en uno de los más rentables en comparación con otras naciones. Además, casi uno de cada diez empleos en México está relacionado con la inversión en salud, lo que subraya la importancia de este sector en el mercado laboral.

La necesidad de innovación y colaboración

Para maximizar el impacto de la inversión en salud, es crucial adoptar estrategias de innovación que incluyan tanto el desarrollo de nuevos medicamentos como la mejora de los sistemas y procesos de atención médica. Ostwald enfatiza que la colaboración entre el sector público y privado, junto con la transparencia y la confianza, son elementos clave para impulsar el desarrollo de un sistema de salud más eficiente y equitativo. Además, la innovación es esencial para abordar las principales enfermedades que afectan a la población, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Invertir en salud es invertir en el futuro de las naciones. En América Latina, donde aún persisten desafíos significativos, aumentar la inversión en salud podría ser la clave para mejorar no solo la calidad de vida de la población, sino también para impulsar el crecimiento económico y la competitividad global. La colaboración entre gobiernos, sector privado y la academia es fundamental para crear un sistema de salud robusto y sostenible que beneficie a todos.

Fuentes:

Lino, M. (2024, septiembre 2).
En el sector salud, la mejor inversión. Eje Central.

Flores, L. (2024, agosto 20).
Gasto en salud en aumento aunque desigual: MSD. El Economista.